70.000 personas unidas en una gran fiesta, con gran parte de los mejores grupos que funcionan actualmente en nuestra piel de toro. Punks, heavy, b-boys y todo tipo de personas formando "one nation under a groove".
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Record de asistencia según la organización y buenísimo rollo, esto último viene siendo habitual, en la XI Edición del Viña Rock. El tremendo esfuerzo que los promotores de Matarile vienen haciendo en Villarrobledo, ha dado a luz un festival muy profesional. Con pegas, como todos los festivales grandes, pero con mucho camino recorrido para hacer de esta reunión anual un acontecimiento casi de obligada visita, aunque sea sólo una vez en la vida.
Una de las cosas que más gratamente me sorprende es la heterogeneidad de estilos que se dan cita en este festival y el buen ambiente que se vive. Faunas como el Hip Hop, el Metal o el Punk, conviven en armonía sin mayores problemas que los que genera una afluencia masiva de público como la que se vive en estos días en Villarrobledo. Una localidad de 24.000 habitantes, que se ve pacíficamente invadida por una legión de 75.000 almas (cifra aproximada la presente edición), dispuestas a pasar un fin de semana en grande, viendo a sus ídolos locales. Sorprendente también, menos gratamente la escasa cobertura a nivel mediático en prensa y televisiones de emisión y difusión nacional de un festival que es capaz de congregar a dicha cantidad de público.
Me apresuro yo también a reconocer, la cobertura únicamente de solamente algunas de las bandas que han participado en este festival, debido principalmente, a la imposibilidad física de estar catorce horas seguidas cubriendo un festival de muy grandes dimensiones. Por eso, echaréis en falta algunas de las bandas que tocaron durante estos días en el festival. No ha sido mi intención hacer de menos a nadie, pero en medio de esta tesitura, uno debe de elegir entre las bandas a cubrir. Y mi elección tal vez no sea la mejor, pero es la que yo decidí. Y como dice el refrán: El que mucho abarca, poco aprieta. Pues eso. Que esta es mi crónica acerca de las bandas que vi en el Viña Rock 2006.
En cuanto a las actuaciones, el primer día comenzaron en torno a las 7 de la tarde. La puntualidad en este festival ya es algo que de hace un par de años hasta aquí se lleva a rajatabla por lo que este año no iba a ser menos. Mientras en el escenario dedicado al hip-hop en este día de apertura se apostaba por los sonidos reggae y dance-hall, los escenarios Republicca y New Rock comenzaban simultáneamente con los locales 1000 demonios y la joven banda madrileña, que ha tenido una progresión impresionante en el último año, Canteca de Macao.
Tras ellos el escenario principal levantaba el telón con el rock siempre de calidad de los navarros Berri Txarrak. De nuevo el turno para los dos escenarios Republicca y New Rock con Skizoo, banda que tras la separación de Sôber ha gozado del beneplácito del público y con Huecco, proyecto debut del que fuera cantante de Sugarless, que conseguirá seguramente un nuevo público mientras que en sus antiguos seguidores habrá un poco de todo, eso sí, quedó claro el tirón que sigue teniendo Sugarless entre el público al interpretar alguno de sus temas. Tras él, los veteranos El Último Ke Zierre tomaban el escenario principal y abrían lo que iban a ser los grandes momentos de la noche.
SKIZOO
Llegamos a la carpa de “New Rock” minutos antes de que comenzara Skizoo, ante la sorpresa de propios y extraños, Morti, Jorge Escobedo, Antonio y Edu salieron al escenario y se pusieron a repartir gran cantidad de camisetas con el logo del grupo, todo un detallazo que agradecieron los fieles allí congregados. Minutos más tarde comenzó una actuación que en rasgos generales resultó bastante entretenida, Mortí hizo gala de su graciosa locura escénica, mientras que Jorge y Antonio ponían la sobriedad, y Dani marcaba la pauta con su atronadora batería, impresionante, tal y como lo presentó Morti, es “el corazón de skizoo”.
Sonaron “Sólo estás tú”, “Habrá que olvidar”, “Tú peor pesadilla”, “Llora el sol”, o las más aplaudidas “Renuncia al sol” y “No todo está perdido”, además por supuesto, de la versión de Héroes del Silencio, “Entre dos tierras”, que tal como ellos mismos dijeron es -ese himno que nos pertenece a todos-, las gargantas del público vibraron con este tema
Gran sonido, buena puesta en escena, y el señor de las moscas como perfecto testigo de un concierto más que recomendable.
HUECCO
Los fosos de los tres escenarios principales de Viña Rock están conectados, de ahí que tras sacar las fotos a Skizoo, no quisimos perder la oportunidad de ver, aunque fuera brevemente y de forma un poco superficial, la reválida del Rumbatón de Huecco, el que fuera líder de Sugarless, Ivanh ponía a prueba su nueva música, un examen que viendo la reacción del público, hay que reconoceEl público, bailó, botó y se entregó con ganas, al igual que Ivanh, que al final del show se lanzó al público. Como decimos, no pudimos prestar mucha atención a este concierto ya que nuestros esfuerzos se centraban en la propuesta más rockera de Skizoo, aún así, o mucho me equivoco, -y permítaseme el simil taurino-, la toma de alternativa de Huecco se saldó con dos orejasr que lo pasó con nota.
SU TA GAR
Aún con algo de sol, tras SKIZOO y en el mismo escenario, les tocaba el turno a los Su Ta Gar. Segundo año consecutivo que asisten a este Viña, pero este año a una hora algo más prudencial, ya casi oscureciendo, y no en plena siesta como el año pasado. La verdad que el volúmen de seguidores de esta banda no es muy amplio, algunos corrillos en la primera fila y el resto… expectación a ver si tocan “Jo Ta Ke”, uno de los cortes más conocidos por los que no son muy seguidores.
Musicalmente esta actuación era interesantilla, nuevo disco bajo el brazo en el que han metido, dicho en términos taurinos, “un quite por chicuelinas” a lo Hamlet para llegar a un público más amplio. El resultado: un buen trabajo del que ya hablaremos y del que aprovecharon para dar a conocer ante tanta gente algunos temas. A diferencia de sus paisanos S.A., estos son algo más salaos, se mueven más, hablan más, aunque a más de uno no le gusta tanta alusión politiquera del tema vasco, esto es música y la política nos da igual.
A ver si con este cambio de ritmo de su nuevo disco, hay más gente que se aventura con el Euskera y rinde a los pies de esta gran banda a la que, probablemente, el idioma utilizado ha impedido que tenga más repercusión.
En horario estelar aparecían sobre el Matarile, escenario principal, los vitorianos Soziedad Alkoholika. Una de las actuaciones más esperadas y más aun con la polémica levantada unos días antes por las presiones y retirada de algunos patrocinadores. Aun así la organización se mantuvo firme y SA lo supo agradecer como mejor saben, con un directo espectacular.
SOCIEDAD ALKOHOLIKA
Llega la hora de la verdad, la salida del grupo que ha suscitado toda la polémica que ha precedido a esta celebración, desde Gasteiz, con dos cojones, Soziedad Alkoholika. Quizá muchos esperaban algunas palabras de Juan maldiciendo patrocinadores, políticos y algo más: nada de eso, solo agradecimiento a la organización por, y cito, “estar ahí como una puta roca” y a tocar, que es lo suyo y lo que se les da bien.
En cuanto a la actuación, prácticamente nada nuevo en el set list que llevan interpretándo desde la salida de ese “Tiempos oscuros”, allá por el 2003, excepto la recuperada “Padre Black&Decker”, única novedad con respecto a la actuación del año pasado, ya se echa de menos un nuevo disco que renueve un poco el set list.
El concierto, visto desde el infinito o más allá porque allí estaba metido todo el puto Viña, me recordó a cuando ví los Puentes de Madison, me explico: ese estrés de esperar que Clint Eastwood vuele algún puente o le pegue un capón a alguien y que al final no sucede, pues parecido: ¡Vamos Juan!, ¡métete con alguien! ¡cagate en algo!, pero nada, tocan y se van. ¡Qué sosos son! ¡Hasta Def Con Dos sugirió cambiar el refresco del Kalimotxo!
WARCRY
Posiblemente los asturianos fueron el grupo que consiguió reunir a un público más joven, viendo las primeras filas se intuía la ilusión con que much@s chaval@s esperaban la descarga de Victor García y los suyos.
Su concierto fue lo esperado,la garra que desprende Victor sirvió como elemento catalizador de una banda más que rodada y engranada, tocaron sus temas más carismáticos aunque centrándose más en su último disco, “Contra el viento” o “En un lugar sin Dios” fueron bastante aplaudidas, al igual que himnos que ya forman parte inseparable del repertorio de Warcry como “Hoy gano yo”.
Victor demostró que está sobrado de carisma, voz, y últimamente de kilos (hay que cuidarse más, amigo…), Fernando Mon y Pablo García muy sobrios con su guitarras, al igual que Berto a la batería, Manuel Ramil brilló menos que otras ocasiones, y por último Roberto fue de los más activos sobre el escnario.
A estas horas de la noche, el frío manchego se hacía notar, pero entre el calor desprendido por la banda y el sutil placebo que siempre supone un buen cachi de cerveza o calimotxo, se llegó al fin de un show correcto, no muy espectacular ni llamativo, típico de una banda que siempre cumple y agrada a sus fans
Y ya que estábamos por allí, que se podía llegar medianamente bien, y para que no digan que los rockeros somos unos intolerantes con esto de la música, nos acercamos a ojear el concierto plano de Bebe, sirvan estas fotos como prueba, quedó claro que también acusaba el frío, porque a medida que avanzaba el concierto se iba poniendo más y más ropa, dudo si consiguió caldear el ambiente, porque a estas alturas lo que apetecía era ver el final del show de Warcry, papear algo y prepararse para el último concierto de la noche, Reincidentes.
REINCIDENTES
Cerrando el escenario Matarile, el Viernes estaban otros clásicos de este festi: Reincidentes. Las bandas, consagradas o no, en su mayoría aprovechan tanto público para dar un show “Grandes Éxitos”: un par de temas nuevos y a continuación buena parte del set list que grabaron en ese doble directo “Algazara” y para casa. No faltó el vicio, la sangre, la resaca … En la plazaaaaaaaaaaaa de mi pueeeeeeeebloooo dijo el jornaleroo al amoooooooo…. ¿Le pitarían los oídos a la duquesa de Alba?
Tras esto, a la tienda, a tumbarse y cerrar los ojos, porque lo de dormir… lo que se dice dormir…. eso es una utopía en este festival, y menos cuando todo el mundo, con la letra de “Vicio” sonando aún en su cabeza, y es que en Viña Rock la música no cesa, puede que los conciertos oficiales terminen bien entrada la madrugada, pero fuera, la fiesta no cesa, y la multitud de carpas improvisadas mantienen el nivel de decibelios bien alto, para que allí, a menos que la proximidad al coma etílico sirva como ayuda, no duerma ni Dios, Satanás, ni su puta madre…!!!
El segundo día se presentaba caluroso y ya con conciertos desde tempranas horas de la tarde. En el escenario de hip-hop llegaban jóvenes propuestas junto a artistas consolidados del rap nacional y se abría el pequeño escenario Radio 3 dedicado a las nuevas tendencias del rock.
Grupos de la zona como Cromo y los magníficos Centinela abrían los escenarios Republicca y New Rock. Más tarde el que fuese cantante de los extintos Narco, Vikingo M.D. presentaba su nueva propuesta musical para abrir el escenario principal. A continuación, el veterano Silver con su banda y tras triunfar en Madrid y Alemania llegaba a tempranas horas al Viña Rock.
SILVER
No voy a ser yo quien discuta la posición de Silver en el metal nacional, él y Muro forman parte de la historia del rock duro de este país, pero en los tiempos que corren, su música, por no hablar de su imagen, se ha quedado un poco betusta, y sus conciertos sólo vienen a gustar a incondicionales del grupo, ni siquiera el recuerdo de los clásicos de Muro consiguió animar a un público todavía demasiado aletargado por la noche anterior. Como curiosidad, la versión de la sintonía del Equipo A que se cascaron, eso sí resultó entretenido, pero el resto fue predecible y olvidable, y la voz de Silver indudablemente tuvo tiempos mejores, en este show no estuvo a la altura.
SAVIA
La separación de Sôber desembocó en la creación de dos grandes bandas, por un lado Skizoo, que tocó el viernes, y por otro Savia, cuyo turno llegaba en las primeras horas de este Sábado. En este Viña pudimos disfrutar de ambas actuaciones, y viendo el cómputo global, me resultaría decantarme por una de las dos, ya que ambas formaciones rindieron a un gran nivel y ofrecieron sendos conciertazos.
Con nuevo disco bajo el brazo, Savia es más banda que nunca, atrás ha quedado la reminiscencia en que se concebía como un proyecto en paralelo de Carlos Escobedo, hoy en día es un grupo con todas las de la ley, y en las tablas del escenario manchego demostraron su buen hacer, y eso pese a quejarse del sol que les atacaba directamente al rostro. Muy dinámicos y con constantes guiños a la audiencia, conquistaron al público con un repertorio bastante acertado, “Insensible”, “Sirenas”, o “Derrotado” sonaron a las mil maravillas. De notable alto.
AVALANCH
Los asturianos ya se han convertido en otro de los fijos en el festival, repiten año tras año, y como siempre cumplen, aunque quizá sería achacable un exceso de seriedad y sobriedad en sus conciertos. Tocaron bien, todo sonó redondo y sin fisuras, pero excluyendo a un Ramón Lage bastante laborioso, la actitud del resto del grupo resultó un poco fría.
Entre el repertorio sonaron “Alas de cristal”, “Corazón roto”, “La cara oculta de la luna”, “Niño”, o “Semilla de rencor”, corte con el que finalizaron su descarga, aunque una vez más las mejor recibidas fueron temas como “Angel Caído” o “Xana”. Muy bien el sonido de Rionda a las guitarras, y como siempre, Marco espectacular con las baquetas.
LOS SUAVES
Tras el impas de The Locos que aprovechamos para desmontar el chambao, le tocaba el turno a los veteranos orensanos. La decisión de poner a los suaves a una hora tan temprana, cuando menos, me pareció acertada: si los pones más tarde, Yosi tiene más tiempo para tajarse y la prepara, que aún recuerdo la disputa con el cámara del Viña hace dos años, cuando se la intentaba quitar para filmar él mismo.
Esta decisión surtió efecto y estuvo mucho más comedido, sólo nos enseñó su tripa al final y consiguió subirse a los amplis a desplegar una pancarta de suaves sin más incidentes. Como diría el dúo sacapuntas, la plaza estaba abarrotada, el recinto del New Rock se les quedó pequeño y sólo se podía seguir con cierta comodidad y sin apretujones desde la barra del lado derecho, algo más alejada y donde el toldo ni dejaba apreciar la actuación ni el sonido que tuvieron. Se nota que los Suaves son mucho: mi novia me pregunta: ¡pero si no canta bien! ¿por qué tiene tanto éxito? Pues supongo que Yosi es uno de los mejores letristas y compositores, supongo que la solera y veteranía de la banda aportan, como en el caso del vino, calidad y aprecio, o simplemente es inexplicable, pero el caso es que yo no ví tanta gente en el New Rock como con Suaves: Ni Skizoo, ni Angeles del Infireno, ni Warcry, ni Avalanch ni Saratoga, solo Suaves llenaron hasta la bandera.
En cuanto al repertorio de canciones: escueto, muy corto, lo que permitía la escasa hora de la que disponían, clásicos y más clásicos, prácticamente nada de lo último y los himnos de siempre: “Lola”, “Malas noticias” etc. Es lo que más se ha echado de menos en la mayoría de las bandas, algo de frescura en los set list, pero por otro lado, no nos engañemos, todos esperamos ver lo que vimos, los himnos de siempre, las palabras para Julia, el Expreso de San Francisco… Nos dan lo que queremos, y nada más.
BARRICADA
Barricada no para de darme sorpresas últimamente. La última, como no puede ser de otra forma, en este Viña, y la sorpresa no es otra que la inclusión de, ¡atención! ¡un coro femenino! ¡Válgame Dios, Alá, Yahve, Brahmá, Visnú y todos los dioses que se os ocurran! ¡un coro femenino! Tranquilos, que tiene su explicación, que me he enterao que ese coro es el que llevan al acústico, y en el Viña, ya que estaba, pues lo lucieron.
Imaginar esas voces femeninas, esas soprano diciendo cosas como “Pasión por el ruido” “Esta noche no es… para andar por estas calles” “No hay tregua…”. Supongo que la cosa habrá servido de ensayo general para la grabación de ese acústico, pero ¡por favor! ¡que somos rockeros y tipos duros! ¡que esas cosas…! No, si al final tendremos a Enrique como paradigma de la metrosexualidad. En cuanto al show se refiere, los himnos de siempre, lo que aparecerá en ese acústico ajustado al horario Viña algo más reducido. Mención y apoyo a los S.A. (“Espero que hayan arrasado ayer” -decía El Drogas) y el tema “Animal caliente” cantado prácticamente en su totalidad por el público. Por lo demás, buen sonido y quizá demasiada luz solar para una banda de las grandes, de las que merece lucir juego de luces.
ANGELES DEL INFIERNO
La inclusión en el cartel de Ángeles, siempre es bienvenida, desde que tomaron la decisión de emigrar a Estados Unidos, son contadísimas las ocasiones que podemos ver su directo, en los últimos años, sólo han tocado en este festival, de ahí que pese a su discurso inocuo, vacío y falso (sí, sí, nos echáis mucho de menos, por eso venís tanto, ¿no?).
Pero el caso es siempre se vibra recordando clásicos de nuestra infancia como “666”, “Prisionero” (muy bonitos los efectos que metieron a las pantallas laterales, o me equivoco o fue al único grupo al que se lo ví en este festival), “Con las botas puestas”, “Sombras en la oscuridad” o “Fuera de la ley”. Eso sí, los temas nuevos suelen pasar con más pena que gloria, por eso su repertorio está lleno de himnos, ideales para pillar un litro de cerveza, cerrar los ojos, dejarse llevar y difrutar de una regresión temporal autoinducida. Puede que la voz de GAllardo no sea la de antes, pero todavía sigue conservando la intensidad suficiente para que la piel se ponga de gallina, eso sí, de su locuacidad y poder comunicativo, mejor no hablar.
DEF CON DOS
Tras la reciente publicación de su directo “6 dementes contra el mundo”, grabado allá por septiembre de 2005 en Alcorcón, al menos yo me esperaba otra cosa, pero para mi desgracia no, calcaron ese directo, no se si por motivos de promoción o porque no han variado el set list desde entonces.
Los mismos temas salvo alguno como “Tuno bueno el Tuno muerto” para encajarlo en horario, prácticamente el mismo orden de canciones, incluyendo el poupourrí final que hacen para cerrar, prácticamente los mismos comentarios de Strawberry en los temas: “Somos pocos pero aún quedamos…”, “que si el PaPa es un nazi” …
Lo único nuevo fue la alusión a la marca de refrescos que acompaña nuestro kalimotxo, en clara solidaridad con S.A., sugiriéndonos cambiar ese refresco por otro. Así que, los que os perdierais la actuación, cogeros el DVD antes mencionado y poneroslo, eso fue lo sucedido.
SARATOGA
A este paso, Saratoga se van a convertir en el Carlos Sáinz del rock, mira que el festival había transcurrido sin problemas de sonido preocupantes, pues fue llegar Niko, Jero, Leo y Andy, y …. CATAPUM !!!, primero no se escucha la voz de Leo, luego las guitarras son prácticamente inaudibles, y por último la banda tiene que parar hasta que se solucione todo, ya es mala suerte.
El directo de Saratoga se ha pateado toda la península, desde “Agotarás” prácticamente no ha quedado ciudad en la que no hayan descargado su música, de ahí que para un servidor, que los ha visto infinidad de veces, su concierto no resulte ya tan estimulante como antes, en cierto modo, también influye la inferior calidad de sus últimos trabajos, pero pese a todo, siguen gozando de buen nivel de convocatoria, y se notó en Viña Rock.
Quitando los problemas iniciales de sonido, ofrecieron un buen concierto, plagado de poses y alarde vocales de Leo, guitarreos de calidad de Jero, esa locura enérgica tan saludable de Niko, y una reválida más que aceptable de su nuevo batería. No por muy vistos, les restaremos méritos.
Llegaba el final del segundo día, y los gallegos Siniestro Total cerraban el escenario principal con una actuación llena de lo que son ya grandes clásicos de nuestra música. Retomando el espíritu del viejo punk y haciendo disfrutar a los presentes a pesar del cansancio acumulado. Por último, la vuelta de los pucelanos Celtas Cortos con Jesús Cifuentes a la cabeza, era otro de los conciertos esperados por el público y seguramente la gente se quedó con ganas de más, ya que en la hora larga de actuación no hay tiempo para que los Celtas desgranen todos sus temas míticos. Aun así tuvieron hueco para presentar algún tema nuevo.
Último día del festival, y aun continuaba llegando público para disfrutar tan sólo de los conciertos de la última jornada. Pero el cartel que se presentaba para este último día, sin duda valía la pena.
De nuevo el escenario Radio 3 abierto con actuaciones muy interesantes como la que dio Strawberry Hardcore, y para este día pesos pesados en el escenario hip hop con un cierre de festival muy grande con los sevillanos SFDK y Rapsusklei desde Zaragoza dando la puntilla final. Tras ellos, Sucio se encargaba de abrir el escenario Matarile y se iba preparando el ambiente para recibir algunas de las propuestas más poderosas y que reunieron a un numerosísimo público a pesar de las horas tan tempranas.
Los sudaméricanos Horcas en New Rock y los italianos Banda Bassotti daban un impresionante concierto con un calor infernal y un recinto lleno que no paraba de bailar. Tras los ritmos ska de los italianos, con su última canción grabada y los miembros del grupo bajando a disfrutar con el público, llegaban un grupo divertido y querido con canciones grabadas en la cabeza de casi todos. Los Porretas desde Hortaleza intercalaban una actuación con canciones nuevas y temas de toda la vida que no dieron respiro a casi nadie. Tras ellos, llegaba el turno de un grupo que quizá por desconocido o por el cansancio de la gente, tras aguantar dos conciertos a tope y con ese calor, tuvo bastante menos público que los anteriores. Se trataba de Mouss y Hakim, dos hermanos componentes del grupo francés Zebda, toda una institución en el país vecino. Sin duda una de las sorpresas del festival para los que no les conocían, y con sus ritmos bereberes y una actitud muy punk dieron un directo completísimo en todos los aspectos.
Mientras tanto los madrileños Habeas Corpus, con su nueva y consolidada formación, descargaban el metal más crudo en el escenario New Rock.
Todo un mito los siguientes en subirse al escenario principal. Los madrileños Burning dieron una lección de puro rock & roll a pesar de los años, e incluso se hicieron acompañar de los Pereza para interpretar un tema.
Comenzaba a ponerse el sol en Villarrobledo y Amparanoia daba uno de los mejores directos de mestizaje del festival. Mientras tanto los esperados Brujería descargaban su metal proveniente del otro lado del océano. Sin duda uno de los grupos más esperados por los amantes del rock duro.
Los veteranos y siempre solventes Medina Azahara se subían al escenario principal y recorrían lo mejor de su extensa carrera. Chambao y Sepultura, los brasileños que repetían la experiencia del año anterior, tomaban el relevo de los cordobeses. Y a continuación tocaba el turno a Ramoncín, un artista que había levantado muchos comentarios en diversos foros y canales relativos al festival. Su actuación no llegó a producirse ya que fue abucheado y se lanzaron todo tipo de ingredientes culinarios contra él. Evidentemente es una actitud reprochable ya que hay otras maneras de criticar o mostrar el descontento sin necesidad de que el artista deba abandonar el escenario.
Debido al vacío que dejó Ramoncín, ya que su actuación se desarrollaba en el escenario principal y por tanto los otros estaban parados, la organización emitió fragmentos de las actuaciones de los días anteriores en las pantallas, mientras otra banda histórica y de aniversario como es Barón Rojo y un joven artista como Melendi se preparaban para afrontar sus respectivos conciertos. Los Barones dieron un auténtico recital del mejor hard rock y reunieron a un público de lo más heterogéneo, ya que disfrutaban de su show viejos y nuevos rockeros, punkis, rastafaris…. Y es que el mito es el mito.
Poco quedaba ya de la XI edición del festival. El escenario New Rock finalizaba su andadura con Barón Rojo y el siguiente en hacerlo sería el Matarile con la actuación de Pereza. La banda madrileña a pesar de haber llegado al gran público y ser habitual de los canales comerciales no deja de ser un buen grupo de rock & roll y una buena muestra de ello se puede apreciar en sus directos.
Por último, mientras Rapsusklei cerraba el escenario de hip hop, los Delinqüentes hacían lo propio en el Republicca con lo que sería la última actuación del festival. Mucho frío con el viento que se levantó y mucho cansancio acumulado pero los jerezanos montaron su propia fiesta con el recinto lleno y con colaboraciones de excepción (nunca mejor dicho) como la de El Bangui.
Así terminaba una nueva edición del festival más multitudinario del país, que en esta ocasión reunió a unas 70.000 personas y que sigue creciendo año tras año. Además se agradece las mejoras en la organización respecto a la edición del año anterior.
Concluyendo, y ya hablando de lo estrictamente musical, en todas las actuaciones y escenarios predominó un excelente sonido, unos cámbios rapidísimos que, en algunos casos apenas llegaban a los 15 o 20 minutos y una implicación de todas las bandas con el público que no permitían que ni siquiera los grupos más sosos o fríos con el respetable se comportaran de manera habitual contagiándose del ambiente festivo que reinaba en todo el recinto.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 21 (sección: Reportajes).
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