Buen recopilatorio a buen precio, ¿qué más se puede pedir?.
Pues que traiga un buen puñado de temas inéditos, como en este caso. La versión de la que os hablo es promocional y sólo representa la mitad de la versión normal, un doble CD a precio de MCD, así que si compráis el CD os encontraréis con unas veintiséis bandas y quince temas inéditos en total.
A lo que vamos, este primer CD contiene setenta minutos y trece bandas a un tema por barba excepto Vital Remains y Absu, que como son los primeros y últimos respectivamente comparten el honor de incluir dos piezas, un tema e intro/outro. A los Vital hacía mucho que no los escuchaba, desde “Let Us Pray” no había sabido nada de ellos y hay que decir que están en buena forma, tienen unos aires más Black en ciertas melodías pero conservando su esencia Death, la verdad es que siempre fueron muy buenos. Gente como Marduk, Immortal, Dark Tranquility, Enslaved y los ya mencionados Absu son de todos conocidos, así que no merece mucho la pena incidir una vez más sobre ellos ni comentar si son buenos o malos por que eso siempre será algo personal, tal vez sólo decir que el tema de Enslaved, “Forgotten”, me ha parecido fantástico en su onda de estructuras largas y con desarrollo, sin duda vuelven a demostrar su valía. Los griegos Necromantia con el característico sonido de aquellas latitudes y sus juegos de bajo también andan por ahí, Angel Corpse se despachan a gusto su “Perversions Enthroned” con buenas dosis de velocidad y Swordmaster me sorprendieron un montón, no sabía nada de ellos y la verdad es que merecen la pena, tienen melodías entre Black y Thrash que se te pegan como el superglue, y los seis minutos y pico de “Metallic Devastation” están muy guapos. En un plano diferente Driller Killer se acercan algo al Crust pero no llegan por no ser suficientemente punkis (para estos rollos hay que más guarro, como los Doom del principio), Gehennah se machacan un “Rock’n’Roll Patrol” que tiene más de un punto en común con el Thrash germano de los ochenta e Infernö siguen una tónica similar pero el cantante, aparte de no callar un segundo es bastante más heavy (la verdad es que son mogollón de graciosos y oír material de este tipo en el ’98 es muy chocante, pero suenan decididos y los tíos convencen). Lo de Demoniac es de auténtica risa, que queréis que os diga, deslucen un poco un disco que cumple su función de dar a conocer un catálogo tan bueno como es el de Osmose, unos auténticos pioneros que comenzaron con estos rollos mucho antes de que se convirtieran en una moda, que no te cuenten otra cosa.
Comentario por: Jorge X.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 6 (sección: Discos, Internacional).
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