Una entretenida recopilación, con la que gozar de 40 éxitos de los años 50 y además con un libro que nos ayuda a entender aquella época y como eclosionó la música juvenil cuya influencia llega hasta el día de hoy.
La buena acogida de la primera tanda de disco-libros de la colección “Una historia del pop y el rock en España”, elaborados por Jose María Íñigo y José Ramón Pardo, que abarcaba la evolución de la música popular en nuestro país en los años 60, 70 y 80, llevó a los responsables del sello RTVE Música a impulsar inicialmente la publicación de varias interesantes secuelas: “Cantan en español” y “La canción melódica”, de los mismos autores, y “Una historia de la censura musical en la Radio española”, de José Manuel Rodríguez.
Después, a finales del año pasado, la iniciativa continuó mirando hacia el ámbito internacional (no se han atrevido aún a abordar los años 90 en España, tal vez porque se sale del ámbito de conocimiento de los dos autores del grueso de los textos), con un libro y doble CD dedicado a la década de los años 50, que tuvo continuación hace escasas semanas con un volumen dedicado a los 60. En esta ocasión dedicamos nuestro comentario a la primera de esa nueva tanda de entregas.
En coherencia con el resto de la colección, el artefacto consiste en un libro de tamaño ligeramente superior a una caja de CD convencional, con 109 páginas destinadas a repasar la evolución musical y a los artistas de esa época (dentro de los términos genéricos de pop y rock), y en dos discos compactos que proponen una selección de temas significativos de ese ámbito temporal.
El estilo del libro es ágil, directo y también breve (hay que tener en cuenta que el tamaño de las 109 páginas es de 13 x 14 cm), redactado con un tono amable y orientado sobre todo al profano, con un buen número de fotografías que hacen la lectura aún más ligera, si bien se repasan con corrección todos los elementos fundamentales y se da una correcta visión de cómo nació el rock y de su deuda con el rhythm and blues. Tampoco se pasa por alto su trascendencia social y se presta atención equilibrada a las tendencias principales de aquellos primeros años, sin olvidar al folk (que influyó decisivamente en el rock en la siguiente década) y a como se introdujo en Europa.
En cuanto a los CDs, se acoge en ellos a un total de 40 canciones de artistas superventas, que resultan representativos de la época y en el que hay que destacar su variedad, accesibilidad (los autores no han olvidado el ánimo “comercial”, dicho sin ánimo peyorativo, de la colección) y el hecho en sí de haber podido conseguir los derechos para incluir a todos esos artistas: aunque eso es algo que suele quedar oculta para los oyentes, la parte más complicada de elaborar una buena recopilación no están en seleccionar los temas adecuados, sino en conseguir acuerdos que permitan su publicación sin que peligré la viabilidad económica de la edición. Así, en los dos discos se pueden destacar las apariciones de Elvis Presley (el “rey del rock”), Chuck Berry (el “emperador”, apelativo de mi cosecha que le sitúa en su verdadera posición), The Everly Brothers, Frank Sinatra, Buddy Holly, Bill Haley & Hits Comets, The Platters o Fats Domino.
En definitiva, este disco-libro recopilatorio es un trabajo bien hecho, teniendo en cuenta que su objetivo no es el de los melómanos avanzados, sino el público nostálgico (que recuerdan con añoranza aquellos años y aquella música) y aquel que siente una curiosidad inicial por aquella década, en cuyo caso el volumen resultará una introducción útil para después pasar, si se continúa con ánimo, a descubrir lecturas y escuchas más profundas (y en muchos casos más emocionantes).
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