La labor investigadora de Vampisoul en las catacumbas de la música no tiene límites.
En ocasiones tuvo la oportunidad de hacer incursiones en el jazz, por peticiones de RTVE tan peculiares como temas para la carta de ajuste que fueran “músicas que no fueran pegadizas para que se pudiesen repetir varias veces”.
Para esas producciones contó con músicos jóvenes en aquellos momentos, que luego se ganaron un gran nombre en nuestro circuito jazzero: Manuel Gas, Medrano o Pedro Iturralde.
Parte de su producción musical la publicó con el sello Discos Calandria, que dirigía junto a su hermano, y en esa disquera lanzó una serie de doce singles de jazz, que son los que ahora se rescatan en este recopilatorio.
En estos temas se pueden disfrutar de unas producciones muy cuidadas, con unas ideas musicales muy avanzadas para su época y que incluso hoy en día resultan modernas. Un álbum realmente muy recomendable para todos los aficionados al jazz de nuestro país.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Lanzamientos).