No lo pueden negar, y no lo niegan, además se declaran “leñeros” a tope.
Yo os conozco desde el 97, porque salisteis en el recopilatorio que hizo la revista Heavy Rock. El estar en aquella recopilación ¿fue importante para vosotros?
Transfer: Sí, aquello sirvió para que la gente nos conociera, porque por ejemplo, a lo mejor a Oviedo no había llegado nada nuestro, o a Gijón, o a Bilbao. Piensa que nosotros, antes, teníamos una distribución muy corta. Pero no ha sido sólo eso, también nos ayudó tocar en el festival Viña Rock, en Albacete, hace un par de años.
Pero los recopilatorios ¿sirven para algo?
T: Para nosotros sí, a gente que ya tiene nombre, me imagino que le dará igual. A los que tratamos de que se nos conozca, entonces, a cambio de no cobrar un pavo por los derechos de autor, y no ver un duro, a cambio tienes promoción.
Sois de Valencia ¿cómo está la escena rock por allí?
T: Mira, hay tres salas grandes, y garitos pequeños que hagan conciertos, a lo mejor hay cuatro o cinco. A las dos y media o tres ya hay que chapar. Los grupos tienen que tocar por la cara, y enciman te tratan un poco así, como…… de perdonavidas …T: Sí. En los concursos, nada, mueven mucha pasta y no interesa. En el circuito de la Generalitat peor, siempre están los mismos grupos. Mira, un año gana el grupo “Pepito el de los Palotes”, y al año siguiente gana “Juanito el de las Lentejas”, pero resulta que el grupo “Juanito el de las Lentejas” hay tres componentes de “Perico el de los Palotes”. Siempre están los mismos. Y luego en las bases te pone que los miembros del grupo no pueden ser mayores de 30 años , y nada… para mi eso es un mamoneo muy grande, pero es lo que hay, y te tienes que mover.Pero luego gente hay un mogollón. Reincidentes tocaron en una sala y metieron a 3.000 personas. Nosotros cuando hicimos la presentación del disco metimos casi 1.500, pagando, ¡eh!, poniendo un talego, que es lo que la sala obligaba a poner.Pero por lo que sea el rock no interesa. Prefieren vender la Explosión Naranja, que son grupos indies con mucha menos repercusión. Pero ¿qué ha pasado?. Eso lo montaron entre los diez críticos que hay allí, las dos o tres tiendas de discos, y dejaron a parte a dos o tres, así que unos se han dedicado a joder a los otros y la Explosión Naranja no ha salido adelante. Pero claro, en los periódicos sale todos los días: ¡viva la Explosión Naranja! y en otro ¡muerte a la Explosión Naranja!. Y al final, hay muchos grupos de rock, o de metal, que tienen que salir adelante como pueden, como Insania, que ha firmado con el promotor del Villarrobledo un contrato por el cual él tiene todos los derechos, son cinco años de contrato y no pueden hacer lo que quieren. Y es eso, o sales así, como ellos, o como nosotros, dando bandazos de aquí para allá y te puedes tirar siglos, aunque haces lo que te da la gana.
Vuestras letras son reivindicativas, pero no son incendiarias.
T: Bueno, la base del grupo es que se puede llamar a un tío hijo de puta sin llamarle hijo de puta. Hay dos mil quinientos problemas, pero no hace falta estar diciendo me cago en esto o me cago en lo otro. Las cosas se pueden decir de mil maneras, y nosotros es eso lo que tratamos, luego nos puede salir bien o mal. Nos interesa más enfocar los temas como historias. La insumisión, por ejemplo, se puede contar de muchas maneras, pero yo prefiero contarlo como algo más cercano, en mi barrio o en el tuyo seguro que hay alguien con ese problema, y lo de las drogas igual. Contamos lo del tío que va con la botella pidiéndote pelas para gasolina porque se ha quedado tirado con la moto, pero detrás hay un problema, que es la heroína, y ahí es donde nos interesa llegar.
¿Cuál es vuestra experiencia discográfica?
T: Nosotros, en los dos primeros discos lo teníamos claro: a nuestra bola. Sacábamos nuestros discos y los vendíamos nosotros, ¿qué vendíamos 2.000? pues 2.000 discos vendidos, y esa pasta va para nosotros. Luego las cosas cambiaron, nos escribía gente de fuera, que no podía conseguir el disco, y entonces nos decimos a entrar en una compañía. Lo que pasa es que nosotros queríamos unas determinadas condiciones: un disco por año y que cuando acabe el contrato los derechos del disco te los quedes tú, que los puedas llevar a otra compañía o los puedas vender tú. Y las compañías que hemos rechazado se han mosqueado por eso.
Sí. En “La Gran Mentira” hacéis una crítica al mamoneo general que hay en ese mundillo…
T: ..y ahora, con el tiempo, ves que te quedas corto. Aquella canción la hicimos con que habíamos visto por entonces y lo que nos habían contado, pero ahora, viendo lo que hay….. Nosotros, por ejemplo, el promotor del Villarrobledo nos ofreció fichar por lo que luego le ofrecieron a Insania, y como le dijimos que no, en todos los festivales que organice él, ya no tocamos, y si puede montar un festival al lado de donde tú tocas te lo monta. Otro caso, el manager de Los Suaves, si le molas mucho a la gente, eso ya no le gusta, así que donde toquen Los Suaves tú ya no tocas. Ahora tenemos un festival con ellos en Murcia, pero ya veremos si se hace, pues el Soriano, que así se llama el manager, ya ha empezado “que si sobra un grupo, que si es mucho tiempo, que si tal…” para no decir claro: Transfer que no toque!Y es así, por lo menos con nosotros. Si estas cosas no hubieran pasado no te las contaría. Las cosas como son. Por ejemplo otra gente ha puesto verdes a Reincidentes, pero ellos con nosotros se han portado de puta madre. Con Los Porretas lo mismo.En este momento se produce la gran decisión para el grupo. Les preguntan si se quedan a tomar la última o se van a acostar. No hubo que pensar mucho, decidieron quedarse. Así, con esta pausa se calmaron un poco los ánimos.
He notado que a la gente le gustan, y la verdad es que a mi también, las canciones con un feeling más triste…
T: Sí, es que somos muy tristes… (risas)
¿No habéis pensado en hacer un disco de baladas, como los Scorpions, y forraros?
T: No….las baladas las hacemos porque nos salen, no porque las busquemos.
En este momento aquello se va haciendo una tertulia y las preguntas se suceden, y no sólo por nuestra parte, sino por la de la gente que anda por el local.
Oye, la letra de “Traidor” ¿a quién va dedicada?
T: Va dedicada a un conocido nuestro. Es de cuando en el barrio nuestro empezamos a tocar y el chaval este nos dijo: venga, yo me compro una guitarra, yo tal y cual, y se echó novia y ¡hala!, que os de por ahí.
¿Y él ha escuchado la canción en directo?
T: Claro ¡si somos amigos! pero esto te lo cuento a ti, a él no le voy a decir: oye, esta canción habla de ti. Y eso que su novia me ha dicho a veces: cuando él oye la canción se que le jode, pero….
¿No se termina de dar por aludido?
T: No, hasta que no digamos Pepito Pérez en vez de traidor….Y mientras la conversación se diluye, se disuelve también esta entrevista…….
Entrevista por Félix Vera y El Científico.
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