Mi descubrimiento del año junto a Econochrist.
Y bueno es, aunque al principio me llevé un pequeño flash ya que es un disco menos pianístico que los anteriores, en el que todas las canciones están tocadas en formato de grupo (con batería, bajo, guitarra…) y que introduce mucha más presencia de programaciones, percusiones y cacharros electrónicos que, en principio, parecen un poco alejados de la órbita en la que planea Tori.
Pero esto carece de importancia ante la esencia de las canciones, apasionantes piezas capaces de conmover con inusitada tensión y voz cómplice. Ccreo que ahora mismo ningún grupo consigue llenarme tanto como lo hace esta mujer con su voz y su piano, y pocos compositores me hacen sentir tan intimidado ante su talento y su capacidad para golpear en lo más profundo.
Esos aportes electrónicos de los que hablaba confieren a las canciones un ambiente mucho más opresivo (excepto “Raspberry Swirl”, más ligera que el resto y que me recuerda a Noa) y hasta cercano a Tricky en “Cruel”, en ocasiones resulta increíble el contraste existente entre los cortes más acústicos y los que llevan todo ese aporte extra de máquinas, sólo hay que escuchar “Hotel” y “Playboy Mommy” que van seguidas para apreciar estas dos caras de la misma moneda.
Sin duda estoy enamorado de su música. ¿Acaso no debería estarlo?. ¿Es que alguien es capaz de escuchar “Northern Lad”, “Spark” o la increíble “Pandora’s Aquarium” y permanecer impasible ante tal riada de emotividad?. Yo creo que no, y si lo hay es porque oye, no escucha. ¡Y qué decir de las letras!. Personales al máximo, tienen una musicalidad increíble y la forma de interpretarlas es fascinante.
Podéis disfrutar mucho con este disco si sabéis apreciar la calidad y no os echáis atrás porque sea “una tía cantando y tocando el piano”, no diré que es mejor que “Boys For Pele” (porque de hecho no lo es) pero sí se trata de otro discazo a la altura de sus maravillosos “Under The Pink” y “Little Earthquakes”, manteniendo todo el hechizo del que esta chica ha hecho gala hasta el momento.
Recomendable tanto para emokids como para seguidores de nuevas tendencias o degustadores de manjares exquisitos. Un piano y una voz más poderosos que cien mil guitarras. Abrumador.
Comentario por Jorge X
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