2018 nos ha sorprendido con alguna comeback ochentera interesante.
Desde su debut en 1981 con “Journeys to Glory”, y su sucesor “Diamond” al año siguiente, Spandau encadenaron una serie de hits interminable que acabarían por encumbrarles a ambos lados del Atlántico en 1983 con la edición de su trabajo más recordado, “True”. Temas como “To cut a long story short”, “Chant Nº 1”, “True”, “Gold”, “Through the barricades” u “Only when you leave” ya están presentes en la memoria colectiva de la mayoría de gente que supera la cuarentena. Y alguno más…
En este nuevo trabajo, dejamos a un lado la faceta más crooner, que hasta ahora había estado empleando en sus últimas giras en solitario, Big Band incluída, para volver a un sonido más cercano al que estábamos acostumbrados en discos como “Throught the barricades” o “Parade”. De hecho la mayoría de los temas de este disco podríamos habérnoslos encontrado en cualquiera de los mencionados. Como curiosidad, la financiación del disco se ha llevado a cabo gracias a los fans de Tony y la web de crowfunding PledgeMusic.
Comenzamos con “Take back everything”, que bien podría haber sido el primer single, y que nos confirma que la calidad vocal de Hadley no ha mermado en absoluto en cuatro largas décadas. Su abrupto final nos trae ecos de temas de películas Bond y no es para nada una mala sugerencia. Si sus coetáneos Duran Duran ya pusieron música a una de las entregas, el recordado “A view to a Kill”, no sería muy descabellado recurrir a la voz de otra banda británica mítica como Spandau Ballet para algún nuevo film. Ahí queda la sugerencia.
“Tonight belong to us”, su primer single extraído, es el siguiente corte. Una mediotiempo clásico con arreglo de gran banda, que nos recuerda a trabajos anteriores y a trabajos recientes de otros artistas similares como ABC. De hecho este álbum hubiera sido perfecto también para la voz del vocalista de ABC, Martin Fry. Puedes oir el disco de comienzo a fin imaginando cómo hubiese sonado con la voz de Martin y francamente, le iría como un guante.
“Skin Deep” nos recuerda a baladas de tan grato recuerdo como “Handful of Dust”, con una melodía pegadiza en su estribillo y unos arreglos que le acercan más a albums clásicos como “The Lexicon of Love”, de los mencionados ABC, que a trabajos propios de su etapa con Spandau.
“How I Feel About You” comienza con un tono un poco más grave de lo habitual, pero que enseguida remonta y nos demuestra el amplio rango vocal de Tony. No es uno de sus mejores cortes, de hecho a mi al menos me trae recuerdos de algunos temas eurovisivos recientes, pero que en directo puede dar bastante juego.
“Delirious” es una guiño a sonidos más actuales y, seguramente, el tema más alejado de lo que podríamos esperar de alguien como Hadley. La onda eurovisiva se mantiene y nos hacemos la pregunta de si no sería buena opción Tony como futuro representante de UK al certamen, más si tenemos en cuenta que otros artistas clásicos como Bonnie Tyler o Engelberg Humperdink lo han hecho recientemente.
“Unwanted” nos trae de nuevo una balada clásica pero con aires actuales. Un estribillo que nos puede recordar a Imagine Dragons en su versión más poppy, y que para nada podría ser inesperado. De hecho la influencia de los primeros discos de Spandau Ballet en muchas bandas actuales está presente sin sonrojo ninguno. Sin el sonido de los primeros Spandau, bandas como Franz Ferdinand no hubieran existido tal como las conocemos. Es imposible oir “Take me out” sin que te venga a la cabeza algún corte de “Journeys to Glory” o “Diamond”.
“Accident Waiting to Happen” se aprovecha del impulso de otros temas como “Raw” o “Fight for ourselves” sin llegar a emocionar pero que compensa con su corte posterior, “Killer Blow”, una dramática balada con continuos cambios de tiempo y que, para mi gusto, es el mejor corte del disco. Ecos de Spandau pero también de unos Queen, era “Innuendo”, no se si más que intencionados en el bridge del mismo.
“Oblivion” es otro de esos temas que podría haber formado parte del setlist de ABC sin desentonar para nada, y “Everything” es perfecto para los fans de discos como “Heart like a Sky”, incomprendido en su momento pero que, casi tres décadas después de su lanzamiento, convendría reivindicar.
Acabamos este nuevo trabajo con la balada “What I Am”. Un más que digno broche de oro al disco y que podría convertirse en otra balada clásica para Tony. Su mayor hándicap, a priori, es que su mercado está, en principio, limitado a nostálgicos de la new wave y que las nuevas generaciones no lo encuentren interesante. Es complicado que a estas alturas de su carrera pueda volver a los puestos que habitualmente ocupaba en las listas con su banda pero, al menos en su natal UK, es aún un vocalista muy respetado y con una más que amplia legión de fans. Su nuevo trabajo al menos merece una escucha antes de poder opinar sin saber.
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Videoclip de la canción “Tonight belong to us”:
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).