Tras su gira italiana, emprende una etapa de conciertos por la península ibérica.
El artista navarro se encuentra inmerso en la presentación de su cuarto trabajo en solitario titulado “Etíliko Romantiko”, en una gira que le trae de regreso de su querida Italia a la piel de toro y que le llevará a visitar diferentes enclaves de la geografía peninsular. Hemos charlado brevemente con él por teléfono.
La primera pregunta es de rigor: ¿cómo está Tonino Carotone?
Tonino Carotone (TC): Pues estoy bien, terminando la gira italiana que ha sido una gira larga que empezó en marzo pero que se ha solapado con la de presentación de otro disco ya desde octubre. Y seguimos sin parar, pues hemos cogido carrerilla y estoy deseoso de empezar la gira española y con muchas ganas de compartir escenario con el público de aquí también.
Estás presentando tu cuarto trabajo que lleva por título “Etiliko Romantiko” ¿Qué hay de diferente en esta nueva entrega respecto a las anteriores?
TC: Sobre todo lo que uno aprende en el camino. Yo saco discos cada tanto y en este caso es un disco donde he tenido toda la libertad para hacer lo que quisiera y además rodeado de muy buenos músicos. Es un disco largo, interesante, con colaboraciones también muy sugestivas y cantado en cinco idiomas: griego, inglés, castellano, francés y, por supuesto, en italiano. Y con un montón de estilos distintos, que todos tienen que ver conmigo. Y el propio título lo dice: es romántico, de la época del Romanticismo, donde se daba mucha importancia a las ideas.
Del anterior trabajo a éste han pasado la friolera de 15 años. ¿No es demasiado tiempo entre un disco y otro (aunque hayamos tenido una pandemia por medio)?
TC: ¿Tanto tiempo ha pasado? Joder, nos hacemos viejos…Bueno, no he estado parado en todo este tiempo. He grabado un montón de cosas con mucha gente. Este disco lo teníamos grabado un año antes de la pandemia y teníamos planificado presentarlo a principios de marzo de 2020 en Milán. Pues menos mal que llegué tarde a presentarlo porque si no, posiblemente, ahora mismo no estaría ni contándolo.
En el disco encontramos hasta 15 canciones, aunque algunas son temas revisitados y versionados. ¿No son muchos para un trabajo, ahora que nos estamos acostumbrando a que los artistas contemporáneos muestren sus creaciones de una en una?
TC: Joder, si me dices que hace 15 años que no saco un disco, pues eso, a una canción por año (risas)…Pues había más canciones y he tenido que recortar. Así que ya tengo material para un siguiente trabajo y esperemos que no sea dentro de tanto tiempo.
En el disco podemos encontrar de todo un poco: son (“Se fuerza la máquina”), algo de rock en “L’Aanamour”, “Solcando le onde” tiene un aire folclórico griego o un medio tiempo al piano en “II cielo in una stanza”. Muy ecléctico en cuanto estilos, ¿no?
TC: Bueno, es fiel a mi estilo. Todo eso me gusta. Tengo que decir que “Se fuerza la máquina” es una rumba del gran Gato Pérez y que llevo cantando un montón de años. Es, ante todo, un disco mediterráneo. En Grecia tengo también mi público y son muchas las canciones helenas que ha grabado e interpretado. Hay canciones italianas, con colaboraciones con la de Gino Paoli (que me lo tenía prometido) o la de Pietra Montecorvino. Son todas mediterráneas menos la canción en ingles “No dollar”, que es un gospel representativo de la música negra.
En la mayoría de los temas cuentas con la participación de otros artistas (JhonnyBoy en “No Dollar”, Piotta en “Whisky, Tabacco e Venere” o incluso con el Piccolo Coro dell’Antoniano). ¿Qué le aportan a tu música este tipo de colaboraciones?
TC: Bueno, aquí pasa como en la gastronomía. La música es un arte para compartir. Y me encanta invitar a amigos míos a cantar y poder compartir mi música con ellos. Lo llevo haciendo muchos años, enriquece las canciones y les da otro punto de vista. Es un placer.
Entre esas versiones encontramos dos veces el tema de “Me cago en el amor” con Mimmo Epifani. ¿Por qué? ¿Era algo que te apetecía especialmente?
TC: Esta canción hace años que la grabé (en el 98) y tenía ganas de darle una vuelta de tuerca y hacer una cosa distinta. La original era un tema algo extenso y por esto hicimos esa segunda versión, para que saliera un tema más radiofónico. Tiene una diferencia notable con la original, pues todos los arreglos están hechos con instrumentos de cuerda, excepto una tuba que sale por ahí. Está grabada con una banda de señores mayores de La Puglia y está hecha en pizzicato, que es una especie de tarantela. Estos señores, allí, en el sur de Italia, ensayan en barberías, que son como las sociedades gastronómicas de acá, donde solo entran los hombres y hablas de sus cosas y también hacen su música. Y todo ello acompañado de Mimmo, que es uno de los mejores mandolinistas del mundo. Ha sido una vuelta de tuerca por puro placer.
Otra de las colaboraciones destacadas es la Gino Paoli en “II cielo in una stanza”. Supongo que tiene ser todo un privilegio poder cantar con esta leyenda de la música italiana…
TC: Es un privilegio total. Descubrí por casualidad que era fan mío, igual que yo lo era suyo. Tocó hace un montón de años en la sala Clamores, en un concierto de piano forte y voz y en el cual me dedicó una canción. Luego, en el camerino, le invité a colaborar alguna vez en un tema y me dijo que solo tenía que llamarle y estaba hecho. Le cogí la palabra y así ha sido. Nos tenemos un respeto mutuo y hemos grabado este tema romántico. Es un auténtico lujo haber podido grabar esto con él.
Siempre se te ha atribuido el calificativo a tu música de “canalla”. ¿Qué canción de este disco podemos identificar con Tonino Carotone? ¿”No Dollar”? ¿O quizás “Borracho”? ¿Esa “Vita Clandestina”? ¿Este disco se puede considerar una biografía cantada (por aquello del etílico y romántico que muchas veces te ha definido)?
TC: Pues en todo lo que dices llevas algo de razón. Quizás la de “Borracho”, me parece muy profunda. O “El último cliente”, que soy yo. Y lo del calificativo de canalla, pues quizás sí es acertado, en como veo el mundo o como es mi vida.
La portada del disco representa un velero, del cual no sé si eres el capitán y en el cual apareces en la proa, aunque mirando hacia atrás. Como cantaba Remedios Amaya, ¿quién maneja el barco de Tonino Carotone? ¿Va hacia la deriva?
TC: No, no va hacia la deriva. En este barco yo sí que soy el capitán. En todos mis discos siempre sale un tipo de medio de transporte en la portada. Anteriormente salieron coches, motos, caravanas. Quizás era todo algo más gitano, nómada. Pero en esta ocasión he alzado un poco más la cabeza, visualizando horizontes más lejanos y futuros y por eso lo del velero. Para el próximo no sé si un globo, una avioneta, etc…
Bueno, desde el punto de experiencia y bagaje que dan los años que llevas sobre las tablas, voy a hacer una serie de preguntas relativas a tu carrera ¿Hay algún lugar donde no hayas tocado nunca y te gustaría tocar?
TC: Pues esto lo tengo claro. Me hubiera gustado tocar en Las Vegas, Nueva York o Los Ángeles, pero, por desgracia, no me dejan entrar en Estados Unidos. Es por temas políticos, por no hacer la mili y haber estado en la cárcel por ello. Para ellos soy una especie de terrorista y lo siento por mi publico que tengo allí. También he tenido la oportunidad de tocar en Rusia, Argelia, México, Argentina…Vamos, los tengo marcados todos en el pasaporte.
¿Con quién te hubiera gustado compartir escenario en alguno de estos años?
TC: Buff, pues con mucha gente. Pues por ejemplo con gente que ya no está como Gato Pérez o por ejemplo con Mina. He tenido la oportunidad de compartir tablas con grandes como Celentano, el propio Paoli, etc. Y no solo de música italiana. También me hubiera gustado compartir escenario con Cliff Richard. Son sueños que, a veces, se cumplen…
Echando la vista atrás, ¿hay algo que Tonino Carotone no hayan hecho y que les gustaría hacer?
TC: He hecho un montón de cosas, pero ahora mismo…se me ocurre una gira por geriátricos, para alegrar un poco a nuestros mayores que muchas veces se sienten tan solos…
Si pudierais volver a esos tiempos en los cuales te quedabas dormido en clase y estuvieras a punto de dar tu primer concierto: ¿qué cambiarías?
TC: Bueno, en estos años se aprende mucho. Yo venía de los Huajolotes, que era una banda salvaje y me ha costado un tiempo larguísimo la adaptación a este papel actual. Sí, sí que habría cambiado cosas, pero me las guardo para mí mismo.
¿Qué le debe Tonino a la música? ¿Y la música a Tonino?
TC: Yo le debo todo a la música. Desde que iba a la escuela ya me quedaba con melodías que escuchaba en la radio. Es una forma de vida, una manera de sobrevivir. Y soy afortunado de poder hacer esto, de compartir con el público mis ideas, mi música. Es un encuentro común entre el resto del mundo y yo. Me hace ser mejor persona. Y en cuanto a lo que me debe la música, no creo que me deba nada.
La Factoría del Ritmo agradece a Tonino Carotone (alter ego de Antonio de la Cuesta) y a Oscar de El Dromediario Records las facilidades dadas para poder llevar a cabo esta entrevista.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).