Rubén Blades es uno de los músicos más importantes del siglo XX y toda su producción es digna de escucha, siendo responsable de canciones rotundas, de una hermosura incuestionable.
El año pasado editó un nuevo trabajo, “Tiempos”, donde trabaja alejado de las distintas formaciones de “del Solar” y también se aleja del aire salsero, para respirar sonidos que van de lo popular y folklórico de su país, Panamá, a los ritmos percusivos del Caribe y otros lugares de Sur América, todo recubierto de un clasicismo tanto en el resultado como por la inclusión de instrumentos de arco: viola, violines y violoncellos.
El núcleo de la banda que ha acompañado a Rubén está formado por Ricardo Ramírez, viola y violín, Edin Solís, guitarra, y Carlos Vargas “Tapado”, encargado de una gran diversidad de instrumentos de percusión. Pero además ha contado con el apoyo de otros 17 músicos.
El contenido es abrumador, con melodías maravillosas, canciones que hablan de la vida con poesía y maestría. Incluye un tema rotundo, de esos que nos regala Rubén cada pocos años: “Sicarios”. Y otro buen número de increíbles canciones: “Aguacero”, “Tu y mi ciudad”, “Puente del Mundo”, “20 de Diciembre” (la ocupación militar de los yankis sobre Panamá, que parece clavada como una espina en el corazón), “Tiempos”…
Además tiene la… ¿humildad u oportunidad?, de incluir dos temas instrumentales, donde él no ha participado en la composición, pero que completan fenomenalmente el disco: “Mar del Sur”, de Walter Flores, y “Viento y Madera” de Fidel Gamboa.
En definitiva, un disco maravilloso, elegante, que se escucha con facilidad, pero que se disfruta con profundidad.
Comentario: F-MHop
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 10 (sección: Internacional / Discos).
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