Tercera edición de este festival, organizado por el sello Acuarela y la Obra Social de Caja Cantabria, que se celebra en Santander y que nos muestra en directo una serie de propuestas sonoras inexistentes en el desierto panorama cántabro de conciertos.
Año tras año este festival de música independiente se esta consolidando con un mejor cartel, llamando la atención a nivel nacional de todo ese mundillo que apuesta por las nuevas tendencias musicales alternativas. Además de lo que fueron los conciertos este festival tiene por costumbre realizar mesas redondas o debates que en esta edición trataron sobre: la Radio como transmisora de cultura independiente y Música y cine, y sus conexiones entre lenguaje musical y cinematográfico.
En general, la idea del Tanned Tin hay que valorarla positivamente, ya que apuesta por la calidad de los grupos frente al bombardeo mediático que sufre el público de otras propuestas musicales que ofrecen las multinacionales, muchas veces carentes de esta.
JUEVES 8
GRAMOPHONE MAN
Este festival tiene por costumbre abrir con un grupo de la tierra, y lo que en pasadas ediciones hizo Vranca, este año le tocó el difícil papel de abrir las actuaciones a los castreños Gramophone Man un grupo de rock directo y sin tapujos con unas influencias que van desde el rock ácido californiano hasta la psicodelia, pasando por el rythm´n´ blues.
LISABO
Sin duda alguna lo mejor de la noche, este grupo de Esan Ozenki hizo retumbar las paredes del Centro Cultural dejando sordos a todos los que estuviesen en las primeras filas. Los de Irún impresionan por su potente sección rítmica – dos baterías más un bajo-, junto a una rabiosa guitarra, montando un muro sónico difícil de superar, al que se añade el dramatismo de unas voces que a veces llegan a ser desgarradores gritos. Ello ha hecho que definan su música como agobiante y perfectamente entrelazada con letras esculpidas entre guitarras.
EXPERIENCE
Los franceses con su rabia noise prosiguieron haciéndonos sufrir los oídos y es que, Michel Cloup – exDiabologum y alma compositiva de este grupo- ha sabido arropar a sus canciones de una gran contundencia, no ha perdido su propia identidad con el sonido que caracterizó a Diabologum: rock o post-rock potente y variado. Una enorme tormenta de electricidad nos invadió con unas voces que a veces cantan, recitan o rapean, relatando momentos mágicos de un lirismo simple y efectivo.
VIERNES 9
Vaya día el viernes, entre el frío y la lluvia que hacía, era para no salir de la cama en todo el día y la verdad, creo que esto fue premonitorio porque salvando el final del concierto de Piano Magic mucha gente se quedó dormida.
THE CLIENTELE
Pop blando, blandito, suave, muy frágil, no cambiaron de registro en ningún momento, el batería fácilmente hubiese podido ser suplantado por una caja de ritmos (para lo que estaba tocando no hacia falta). Todas las canciones parecían seguir un mismo patrón, lo que hacia pensar que siempre estaban tocando la misma canción con su estilo somnoliento, en el que cuando se animaba un poco la canción inmediatamente se volvía a la línea agridulce y parada de todos sus temas.
RETSIN
El grupo americano, formado por Tara Jane O´Neil y Cynthia Nelson, nos soltó su repertorio de canciones folk y country contadoras de historias, influenciadas por las cantautoras americanas de los años 70. No nos despertaron del sueño que teníamos esa noche, y, si la organización en los folletos decía que habían pasado desapercibidas en sus siete años de existencia por su carácter de grupo paralelo, no me extraña, porque ciertamente parecían dos amigas tocando la guitarra. Capítulo aparte fue la cara de palo que puso una de ellas cuando no conseguía afinar el banjo (tardó como 10 minutos en hacerlo) – por cierto nos dijo que era un instrumento tradicional americano, joder no lo sabíamos, gracias por la aclaración-, no comprendo que se tirase tanto tiempo para afinarse ( ¿ no entendía los afinadores europeos?).
PIANO MAGIC
El principio del concierto del grupo de Glen Johnson fue muy cinematográfico, probablemente comenzaron tocando algo de su último disco – la banda sonora de la película “Son de Mar” de Bigas Luna- . Prosiguieron tejiendo su tela de araña a través de sus melancólicas canciones influenciadas por el pop experimental y el post-rock americano, para acabar con un público presa de la intensidad de la maraña sónica distorsionada con la que suelen acabar todos sus conciertos. Por fin alguien nos consiguió despertar de la modorra que nos invadía aquella noche.
SÁBADO 10
SODASTREAM
Estos australianos sorprendieron, siendo algo de lo más interesante del festival, con su cálido pop hecho con instrumentos acústicos (guitarra y contrabajo), un sonido sin complicaciones sobre el que planeaba una dulce voz, que no se imponía sobre la instrumentación, recordándonos en algunos pasajes a Nick Drake o Chris Bell.
THALÍA ZEDEK
Nos quedamos con las ganas de ver a Mark Eitzel – cantante y líder de American Music Club- que en principio era el que iba a venir, pero quien sabe, quizás con el cambio salimos ganando. Existía expectación por ver a Thalía – una de las damas del rock americano de los últimos tiempos- y a la banda que la iba a acompañar, compuesta por Nacho Vegas y varios miembros de Manta Ray, a la que en las últimas canciones se unieron, el violinista de Piano Magic y una de las miembros de Retsin que causó sensación con su trajecillo a cuadros. Thalia Zedek lleva muchos kilómetros en el mundo del rock, y eso se nota, con sus canciones al estilo de las mejores cantautoras rockeras, nos mostró en carne viva, con su cascada voz por el tabaco todas sus inquietudes existenciales. Sus canciones se han liberado de la enorme descarga eléctrica que caracterizaba las de Come, para ser gobernadas por la gran carga expresiva que posee su voz, teniendo como influencias el folk-rock americano y las canciones de autor (como botón de muestra nos dejó al final del concierto con una versión de Leonard Cohen).
LABRADFORD
Menudo ladrillo de concierto, con su música a base de ritmos ambient-industriales y unas guitarras minimalistas estuvieron a punto de llevarnos al coma. Les han comparado a Jim O´Rourke y Spaceman 3. Música post-rock que a veces deriva a lo progresivo para no quitarse ojo a la puntera de los zapatos, había que verles la cara de pleno convencimiento de que lo que estaban tocando era la HOSTIA. La verdad, no lo se, pero cuando uno de ellos dejó la guitarra y se puso a frotar y golpear dos ladrillos, la gente alucinó en colores. Suscitaron tres reacciones en el público: algunos que salían con una cara de sueño o de fumaos que no podían con ella; otros salían riéndose por lo que habían visto (menudo un coñazo, de que van); finalmente otros los menos, salieron pensando que lo que habían visto era una espectáculo irrepetible (¿?).
MANTA RAY
¿Qué voy a decir de Manta Ray? Son buenos y lo saben, es una pena que a este grupo les haya tocado aparecer en España, porque si fueran americanos o británicos, posiblemente serían un grupo de culto en todo el mundo, ¡qué mala suerte! Con el paso de los años el grupo asturiano ha conseguido crearse un sonido propio mezcla de música experimental, cinematográfica, no exento de tecnología creando una densidad en sus canciones que conmueve por su lirismo.
.Artículo: Jaime Jimmycat
(Fecha de publicación: 6/12/2001)
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