Una nueva edición de un festival dedicado al universo de la música electrónica y sus galaxias satélite, con una oferta grande en cantidad y también en calidad.
LO MEJOR DEL SÓNAR 2007: ¡PASS THE MIC!
La resurrección de los extravagantes hombrecillos de Devo y la versión de Sabotage que Beastie Boys dedicó a W. Bush. El Malamarismo de La Mala Rodríguez, con ese duende hipnótico que le trepa por las piernas y luego sale disparado por su mic; y las rimas desvergonzadas de Calle 13, que no por lascivas y callejeras dejaron en claro que los tres Grammys que se alzaron en la última edición latina de los premios, no fue casualidad. La tercera coronación de Fangoria como la reina del intimismo y el glamour trasgresor, y su fino contraste con la bella y ruda teatralidad de Romantica y su cabaret desnudo. Los combatientes ?el público y los experimentadores electrónicos de a pie-, que galoparon durante las 24 horas de cada uno de los tres días del Sónar 2007; y las instalaciones de SonarMática (en el escenario ET VOILÀ), con sus pantallas analógicas cambiantes, los espacios interactivos dentados, los sutiles y monstruosos juegos de sombras y las demás obras de arte viviente que, de cara al espectador, se enfrentaron con mucho más que desacato y pericia.
BEASTIE BOYS, TRAJE DE GALA Y CHAMPAGNE
Tras veinte años de imparable lucha revolucionaria, Beastie Boys alcanzó su madurez con una dignidad sin símiles: incluso, el Festival de Música Avanzada y Arte Multimedia, Sónar 2007, será recordado claramente por la inclusión de su nombre, el título de una de las bandas insignes de los Estados Unidos, en su historia, y el del único trío de raperos blancos que desde hace dos décadas se han ganado el respeto de todos aquellos que representan el Hip hop.
Los de Brooklyn han sido los auténticos protagonistas de la edición 14 de este festival (el más importante del orbe cuando se habla de música de avanzada), con dos conciertos a reventar y la presentación de su documental “Awsome; I Fuckin´ Shot That!”, en el espacio de SónarCinema. Uno de los dos shows fue enteramente instrumental (“A Gala Event, Exclusive Instrumental Show”) y en el otro hicieron un repaso a su discografía, incluyendo material de su más reciente álbum, “The Mix Up”.
Tras nueve años sin pasar por España (desde la época del viejo Doctor Music Festival), el trío más copioso de New York rompió el ayuno con una propuesta musical que encajó perfectamente con lo que el Sónar representa. En primera instancia, el jueves 14 de junio, los Beastie Boys desataron una gala instrumental en la que además de su inseparable Dj Mix Master Mike estuvieron acompañados por cinco músicos, los suficientes para tejer un repertorio cargado de soul, funk, punk, bossanova y jazz. Un plato especial que estuvo por fuera del abono general del Sónar, tanto como “The Mix Up” lo es a su clásica discografía: un trabajo intimista que se aleja del estilo más reaccionario del grupo, pero que en definitiva es el capricho de tres melómanos con una carrera más que pródiga a sus espaldas. Como lo anunciaron sus mismos integrantes en la rueda de prensa previa, fue “un concierto para ir vestido de gala y escucharlo acompañado de una buena botella de champagne”.
Veinticuatro horas después, estos chicos rebeldes que envejecen con una lealtad sin aspavientos, volvieron a subir al escenario, esta vez sí ante el público habitual del SónarNight (igualmente vestidos de gala y con sombreros negros) MCA, Mike D y Ad-Rock le regalaron a los combatientes del Sónar un concierto que alternó la fase instrumental de “The Mix Up” con un repaso a los grandes temas que hicieron de su banda un referente para varias generaciones. Un show de aceleración y freno en el que Beastie Boys soltaba toda su energía y luego bajaba las revoluciones para ponerse al frente de los contrabajos, los violines eléctricos y las guitarras; una noche que comenzó con Gratitude y que justamente con esa gratitud se cerró: todos se deleitaron con temas como “Root Down”, “Pass the Mic”, “Sure Shot, “Brass Monkey”, “Heart Attack Man”, “Intergalactic” y “Sabotaje”, por supuesto, la canción más esperada de todas y la que cerró un concierto con un follaje musical sin clichés ni dudas.
No te pierdas la galería fotográfica: “Sonar 2007: 14, 15 y 16 de Junio – Barcelona”.
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