Parece que su reciente disolución y posterior reunión les ha insuflado una bocanada de creatividad brutal, pues en mi opinión este es el mejor material que han editado hasta la fecha.
El comienzo del disco es arrasador, con unos temas apabullantes que no dejan tiempo para coger aire, y la calidad se mantiene a un nivel extraordinario a lo largo de toda la grabación. Cada vez se hacen más patentes sus concomitancias con Helmet, a los que en algún momento llegan a superar (sobre todo si comparamos esto con los últimos trabajos de Hamilton & Co.), y juegan la baza de la melodía sin que por ello se pierda la agresividad marca de la casa, acercándose incluso a los Handsome más optimistas y atemperados en “Ambition Now”. Todo esto de una forma muy fluida, sin dar nunca la impresión de estar forzando las canciones en una dirección determinada, y eso es lo que más me gusta de estos chicos de Buffalo, que sus temas suenan increíblemente redondos y naturales. Si se les quiere buscar un pero habría que hacerlo en las posibilidades que ofrece su discurso, una fórmula que parecen estar cerca de perfeccionar y a la que no van a poder sacarle demasiado partido sin empezar a repetirse.
Ahora la duda está en ver si siguen explotando la mina hasta que se agote o, al igual que Refused o Abhinanda, se lo juegan todo a una carta en su próxima grabación e introducen cambios radicales. Sea como sea, por el momento tienes este gran disco para disfrutar durante mucho tiempo, porque no se gasta a las tres escuchas precisamente, y si encima consigues su split con Boy Sets Fire se te puede ir la pelota. Si ya te gustó el anterior con este vas a flipar.
Comentario: Jorge X
(Fecha del artículo: 22/3/2001)
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