Fernando Dewar es el director de esta formación musical cubana, que centra su repertorio en los géneros de la música tradicional cubana: son, guaracha, bolero, guaguancó…
Con la denominación y planteamientos actuales el grupo nace en el año 95, pero en realidad es heredero directo de Melodías del Ayer, una agrupación que funcionó durante décadas y que a principios de los 90 experimenta una obligada transición, debido a la jubilación progresiva de los músicos que la integraban.
Aquella etapa fue dura y especialmente porque entre los años 93 a 95 se vivió en Cuba el llamado “Periodo Especial”, en el que la economía se reajustaba y afectó de forma muy aguda a las formaciones musicales de la isla.
Pero en el año 95 hubo un golpe de suerte para el Septeto Santiaguero… un grupo de vascos de viaje en la isla asistió a una de sus actuaciones, quedaron gratamente impresionados y lograron prepararles varios conciertos en Euskadi.
En uno de esos viajes por tierras vascas hicieron una escapa a Madrid, actuando en la Sala Suristán. Allí estaban responsables del sello Nube Negra que también se sintieron impresionados y terminaron haciéndoles una oferta discográfica.
Desde entonces han grabado cinco discos y actuado repetidas veces en España y varios lugares de Europa, con un éxito creciente.
Sus álbumnes son: “Septeto Santiaguero” (96, grabado en la Habana con producción de Demetrio Muñiz), “La Pulidora” (99, Madrid, producido por Alberto Gabino), “”La Chismosa” (2000, Madrid), “Para los Bailadores” (2002, Madrid) y “Los Mangos Bajitos” (2005, Madrid).
Precisamente nosotros hablamos con ellos, en concreto con su líder Fernando Dewar, justo cuando estaban realizado las mezclas de su último disco hasta el momento, el citado “Los Mangos Bajitos”, durante el pasado verano. Un álbum que se publicó en Septiembre y en el que entregan un repertorio compuesto por el propio grupo, basado de forma íntegra en la música tradicional cubana, y en el que el baile y la fiesta son los principales protagonistas.
Leyendo información sobre vuestro grupo se ve que hay una etapa que llega desde el 93 hasta ahora y luego una etapa previa en la cual hay otros músicos y otra línea musical… ¿queda algo de esa primera etapa en la nueva? ¿los músicos de la primera etapa os conocen y os siguen?
De la primera etapa como músicos no hay ningunos. Porque Melodías de Ayer, que era la primera formación de la que somos nosotros seguidores, la mayoría de sus integrantes se jubilaron. Y desde el 93, que tomamos el nombre de Septeto Santiaguero, es que tenemos esta formación y los integrantes que estamos ahora muchos venimos de ese tiempo… 93, 94 y 95… de ese tiempo estamos cuatro. Que son Ruden Matos, Adolfo Aguilera, Inocencia Ilera y yo.
Aunque me refería a que aunque no quedase ningún música si que quedaba algo del espíritu inicial…
¡Ah!, ya claro. Yo creo que de aquello… claro que queda, porque ellos hacían música tradicional, música santiaguera… Nosotros hacemos música de santiago… sones, boleros, guarachas… Solo que ellos era un formato un poco más amplio, adaptado a conjunto, eran más integrantes y nosotros lo que hemos hecho es adaptarlo al septeto y solo tenemos una trompeta. Pero sí que queda espíritu de este tiempo y por encima de todo la defensa de la música tradicional.
¿Y parte del repertorio de aquella época se sigue interpretando actualmente?
Sí. No concretamente de sus inicios, pero si de algunos de los temas que interpretaban ellos en el momento en que ocurrió la transición en la que se jubilaban algunos integrantes y empezaban a entra músicos nuevos. De ese tiempo en que se fue bebiendo de lo que ellos tenía ya hecho… géneros como el guagancó-son y quedas temas también como “Monsilvestres” o “El guagancó más sabroso”.
¿Y el formato de septeto que tiene de peculiar frente a otros formato de gran orquesta o más reducidos?
El formato de septeto tuvo su época de mayor esplendor en los años 20. Como el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro, el Septeto Boroña y demás. Es un formato que sirvió como una especie de transición entre lo que fue la música de tríos y cuartetos. Hasta un formato más amplio con el que poder interpretar varios géneros de la música cubana… el bolero, el son, la guaracha… Y con los septetos fue con lo que se bailaba en los años 20 en los salones. Por eso es una formación tradicional de la música cubana.
Parece ser que la primera zona de España que se fijó en vosotros fue Euskadi y fue donde primero os invitaron a tocar… ¿cómo surgió ese interés allí tan especial por vosotros?
Nosotros conocimos unos amigos en Santiago a los que les gustó el grupo y se interesaron por ayudarnos a que la música se pudiese conocer por acá. Y de hecho nos apoyaron bastante y gracias a ellos pudo salir una primera gira que se hizo en el año 95 y a partir de esa gira tuvimos contacto con el sello Nube Negra, por dos actuaciones en Madrid en la sala Suristán. Y de ahí surgió la idea de grabar los discos y a partir de ahí fue el primer disco, la gira y demás…
¿Nubenegra edita vuestros discos solo en España o tenéis otros sellos que publican vuestros discos en otros países?
Nubenegra tiene sus distribuidores en otros países. Pero la edición y producción la hacemos fundamentalmente en España y luego la distribución se hace en otros países… Alemania, Estados Unidos…
¿En Cuba también se editan vuestros discos?
Hasta el momento en Cuba no se distribuyen. Eso porque Nubenegra no ha llegado a cuerdo con ninguna empresa cubana. Hubo un previo acuerdo con RTE Comercial, pero no se materializó y hoy por hoy no se distribuyen los discos en Cuba. Lo cual nos quedamos un poco nosotros… porque lo ideal es que nuestra música se difunda primero en nuestro país…
Y ahora estáis grabando un nuevo disco, “Los Mangos Bajitos”, que se editará en septiembre…
Sí, estamos precisamente ahora haciendo uno de los pasos de la mezcla…
¿En qué estado está ahora el disco, en qué va a consistir, qué sorpresas contiene?
Es un disco que demuestra la madurez del septeto santiaguero, que demuestra la madurez del grupo desde el punto de vista musical, el autoral y el bailable. La mayoría de los temas son propios, de compositores que forman parte del septeto, y es un disco bailable. Que aunque es música tradicional es música para hacer una fiesta. Además es un momento especial del grupo, pues cumplimos diez años con el nombre de Septeto Santiaguero, es nuestro quinto disco y llevamos alrededor de dos años y medio sin sacar un disco al mercado. Y todo eso influye un poco en que este disco sea algo diferente. Además la producción del disco la estamos haciendo los propios músicos del Septeto.
¿Y qué significa el título “Los mangos bajitos”?
Es un título de los temas del disco, que es de Inocencia Heredia y se refiere a que ahora se utiliza mucha en Cuba que a la chicas guapas se les dice mangos… Un mango… Y eso ha inspirado a Inocencia a hacer este tema y por eso es que el disco lleva este título.
Desde hace unos años han tenido mucho éxito en España músicos cubanos de avanzada edad… como Chucho Valdés… Ese éxito os ayudo u os tapó… porque daba la impresión que la música cubana había tenido unos años muy florecientes en los 40 o 50, se había estancado y de repente se les recordaba… cosa que no es cierta porque la música cubana ha seguido viva siempre…
Es un tema muy polémico. Yo estoy seguro que en parte en el caso concreto nuestro nos ha ayudado. Porque ha hecho que la gente se fije de nuevo en la música cubana, aunque mucha gente la mira como una música vieja, pero eso a la vez ha hecho que muchos músicos que no se dedicaban a la música tradicional hicieran formatos hacia la música tradicional y ha hecho que se inventaran muchos grupos que no se dedicaban antes a la música tradicional. Y eso enfermó un poco el mercado y afectó en el sentido de que todo el mundo pensaba que era lo mismo… con tocar una guitarra y un bomgó y tocar música de Miguel Matamoros ya hacían música tradicional. Pero en nuestro caso creo que nos ha favorecido, porque ahora mismo no hay esa gran cantidad de grupos cubanos haciendo gira, precisamente porque ese boom ha bajado un poco y ahora se mueven los grupos que habitualmente se dedicaron a la música tradicional.
Por lo que sabemos algo que está causando furor últimamente entre la juvetud cubana es la música rap. ¿Cómo se está viendo eso en la isla y vosotros como músicos como percibís la llegada de una nueva corriente musical desde el extranjero?
Yo creo que hay mucha gente que quizás con mentalidad un poco cerrada, son un poco reacciones a tratar estos tema o a aceptar esa tendencia. Yo sin embargo creo que hay que aceptar todas las cosas y el mundo de la música va fundamentalmente hacia las fusiones y muchas veces hay fusiones que no son interesantes, pero hay muchas que son muy buenas y creo que hay que favorecer eso. Y a mi particular me gusta, no creo que todo sea perfecto, pero hay cosas muy interesantes que se están haciendo y cuando hay una mayoría de público que sigue un determinado tipo de música por algo será. Nosotros independientemente de que hacemos música tradicional, no hemos hecho hasta ahora ningún tema que tenga que ver con esto, que se puede hacer una fusión, pero no estamos cerrados a hacerlo… Ahora mismo en Cuba hay muchos grupos… El Médico, Cándiman… y mueven mucho público y llenan muchos lugares. Y creo que hay quedarle su camino y su lugar.
La música cubana es una música llena de sabor y en Cuba el público la disfruta bailando, en España es una cosa intermedia, y en países como Alemania la escucha sentado… que es algo muy frío. ¿Cómo percibís vosotros desde arriba esa forma de recibir la música con gente sentada y simplemente mirándoos?
Para nosotros resulta en ocasiones raro… Eso tiene sus dos partes… Una parte estar acostumbrados en Cuba que la gente baila desde el primer acorde. Y lo otro es aquí… que España es de los públicos que más nos entiende… pero por ejemplo en Alemania el público se queda sentado, escuchando y no se mueven. Pero al final se animan. Ahora hay muchas discotecas y clases de salsa y demás por todas partes que hace que la gente vaya bailar. Pero nos pasa mucho en los conciertos que cuando ya se pone a bailar, a aplaudir, a hacer los coros, ya casi se termina el concierto. Pero creo que eso poco a poco irá mejorando, porque de hecho comparado con los primeros años que estuvimos aquí ahora se baila mucho más.
Algo que es anecdótico, pero que me ha resultado muy curioso es que uno de vuestros cantantes, Tony Rodón, se fue del grupo y os visteis obligados a sustituirlo temporalmente en plena gira por Lázaro Cardenas, que era un cubano que vivía en Euskadi… ¿debió ser de mucho agobio sustituirlo tan deprisa, no?
Sí. Realmente en la vida musical de los grupos pasan muchas cosas. Nosotros tenemos la suerte de que a pesar de haber tenido cambios hemos sido bastante estables. Pero sí, sucedió eso, de que Tony Rodón, por cuestiones profesionales propias decidió que se iba a hacer un proyecto por Méjico y decidió abandonar el grupo cuando teníamos que presentar el segundo disco, “La Pulidora”, aquí en España, y fue sustituido por Lázaro a la carrera. Pero además, pasó, porque a Lázaro ya lo conocíamos, porque como habíamos dado las dos primeras giras por el País Vasco y él vive en Bilbao ya se había subido a improvisar, y decidimos enviarle todo el material y que se preparase un poco y fue una cosa muy interesante, porque participamos en los Veranos de la Villa y Lázaro se subía por primera vez a cantar los temas del Septeto completo. Porque no es lo mismo improvisar un tema que interpretar un repertorio completo.
¿Vosotros actualmente vivís en Cuba o tenéis la residencia en España?
Vivimos en Cuba. Venimos aquí a hacer Cuba, pero regresamos. Vivimos en Santiago, trabajamos en la Casa de la Trova, en la Casa de la Música, en un espacio que me hemos creado allí, que es una casa de moda, pero que ahora se adaptado los viernes por la noche para hacer los conciertos del Septeto Santiaguero, que es el Quitrín. Y a veces vamos a la Habana, u os movemos en otros lugares, pero principalmente estamos en Santiago y vivimos allí.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 20 (sección: Entrevistas).
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