Más allá de bonitas playas y verdes montañas, Cantabria ofrece desde hace unos pocos años uno de los festivales musicales más interesantes de toda la península para todos los aficionados a la música alternativa.
Una nueva edición del Santander Summer Festival llegó a Santander durante las fechas del 14 al 15 de agosto, y esto es todo lo que sucedió durante estos días. Música electrónica y no tan electrónica se escuchó durante dos días, donde nadie paró de bailar.
Primer día – 14 de agosto
Y comenzó la nueva edición del Santander Summer Festival 2007 el día 14 de agosto con un grupo cantabró, No Romance, quienes deleitaron, con Dako a la cabeza, de un concierto increíble, y aunque hubiera poquita gente, supieron meterse en el bolsillo a todos los que allí estuvimos. Con bastantes influencias de su grupo fetiche, Depeche Mode, dejó boquiabiertos a todos los que les veían por primera vez. Estoy completamente seguro que son mucho más profesionales y mejores músicos que algunos de los grupos del cartel de festival. Por lo menos más modestos. Inconfundible la voz de Dako, y la mezcla de electro, pop y rock, hicieron del concierto de No Romance uno de los mejores del festival, y es que en Cantabria hay buenos músicos que hacen mejor música.
Llegó el turno de Triángulo de Amor Bizarro. Personalmente no me gustaron mucho, puesto que no es un estilo que me agrade. Sin embargo, la gente cercana a mí se divirtió bastante con ellos, y sobre todo, con su directo, donde supieron aprovechar al 101% el buen sonido que aportaban las carpas del Summer Festival. Lástima que el público entrase con cuenta gotas y hubiese poquito público.
Más tarde, y tras una pequeña espera entre cerveza y cerveza, salieron al escenario X-Wife. Prometían mucho, puesto que ya se estaba llenando la carpa principal. Los portugueses comenzaron bastante bien, el público bailaba y bailaba, pero a mitad de concierto, todo se iba haciendo muy monótono, todas las canciones parecían iguales. Su electro punk estaba bastante bien, sin embargo, hubo algo que ni a mí, ni a mi acompañante supo convencernos. Esperemos que la próxima vez X-Wife pueda meternos en el bolsillo.
Y hablando de meterse al público en el bolsillo, Justice, lo consiguió y madre que si lo consiguió. La carpa a rebosar, no cabía ni un alma. Un cruz blanca que se encendía y apagaba, miles de luces, un espectáculo visual increíble. Los franceses, con un ritmo que me recordaba mucho a los Daft Punk, supieron mover a la gente desde el minuto uno hasta el final de su concierto. Miles de beats, cajas, efectos de sonidos, buufff! Lástima si no estuviste allí. Sobre cuando sonó el tema We are you friends. Eso si que era botar, botar como locos, y es que Justice, para aquellos que no los conozcan y sean amigos de la música electrónica deberían tenerlos en su discoteca, y sobre todo verlos en directo. BRUTALES.
La hora de la verdad, los cabezas de cartel, los Chemical Brothers de nuevo visitaban Santander. He de reconocer que como la primera vez que estuvieron en mi ciudad ninguna, pero era increíble, no me lo podía volver a creer, los hermanos químicos a 5 minutos de mi casa…
Un concierto que se lleno de una gran masa de incondicionales, unos más pasados que otros, que disfrutaban de sus canciones más míticas. Destacar su espectáculo visual, mucho más currado que en la edición anterior y que te envolvía en su nube química nada más comenzar el concierto. La primera parte de su directo estuvo perfecta, bailando sin parar y nada cansina. Por el contrario, la segunda parte, después de hacerse rogar por los miles de incondicionales que allí se congregaron, fue mucho más monótona, y más de uno fue abandonando la carpa para descubrir otro tipo de música.
Siento no poder hablar de los Deejays que pincharon hasta altas horas de la madrugada, pero han de entender que para poder marcarte esa pechada musical, uno debe de estar algo dopado, y ese, no es mi estilo.
Esperemos que en próximas ediciones la música y sus estilos estén mejor combinados y que la gente se anime a acudir al Festival, ya que, además de estar entre amigos, el precio era bastante barato, en comparación con otros eventos. Si es que luego nos quejamos de vicio.
Segundo día, 15 de agosto
La segunda jornada del festival comenzó con Vyvian. Esta banda de Barcelona bebe directamente del alter punk y tiene un regustillo a Joy Division que es, a la vez, lo mejor y lo peor del grupo. Lo mejor, porque asimilan esa influencia perfectamente y tienen unos temazos que te tiran de espaldas. “Friend” o “Let You Go”, por ejemplo, funcionan perfectamente, tanto en el disco como en directo, con melodías que se quedan a la primera escucha. Lo peor, viene cuando el grupo muestra que no hay demasiada personalidad propia en su música. A pesar de ese detalle, buen concierto de Vyvian para abrir boca.
Camping. Estos catalanes presentaron su arriesgada propuesta de rock tremendamente experimental, que, a juzgar por las caras de los asistentes, no acabó de cuajar entre el público como ellos esperaban. A mí, personalmente, me encantó su concierto. En algunos momentos me recordaron a los Standstill del “Memories Collector” y, en otros, a Manta Ray, lo cual no puede ser malo. Tal vez su estilo no era el más adecuado para este festival, que ya se ha decantado por los sonidos más electrónicos.
Bien entrada la noche, llegó el turno de The Gift. Se había creado mucha expectación en torno al concierto de esta banda, puede que por eso me decepcionase un poco. La puesta en escena fue espectacular, pero, en lo musical, me esperaba algo más movido. Mucho más cercanos a Depeche Mode, que a The Faint, por ejemplo, lo que para nada es malo, simplemente, me esperaba otra cosa. En muchos momentos, se me hizo bastante difícil aguantar ciertos temas hasta el final. De todas formas, el personal disfrutó de lo lindo con el concierto, así que debería darles otra oportunidad en el futuro.
A los que espero no volver a ver es a Apollo 440… un concierto aburrido, que no consiguieron salvar ni los temas más conocidos del grupo, véase “Stop The Rock”, “Lost In Space” y “Aint Talking About Dub”. La gente no dudo ni un instante y a la quinta canción, comenzó el éxodo hacía la carpa de Dj´s. Sin duda, la decepción de la noche. Esta banda demostró que ha llegado ahí arriba gracias a estar en el sitio adecuado en el momento adecuado, porque no tiene repertorio para hacer un concierto medianamente divertido e interesante.
Después de Apollo 440 decidimos acabar la noche en la carpa, a ver si lográbamos olvidar el penoso espectáculo que acabábamos de ver y, gracias a Simian Mobile Disco, conseguimos que la noche levantara el vuelo y terminar el festival con buen sabor de boca.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 23 (sección: Reportajes).
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