[ PRESENTACIÓN Y ANTECEDENTES ] [ LA ORGANIZACION ]
[ LA PROGRAMACIÓN ] [ EL AMBIENTE Y EL PÚBLICO ]
[ LOS CONCIERTOS – VIERNES ] [ LOS CONCIERTOS – SÁBADO ]
Santander no es una ciudad que se caracterice por acoger eventos culturales destinados a los jóvenes de cierto nivel… Bustamante, por ser de la tierra, y artistas de calidad similar, por estar de moda, llenan hasta la plaza de toros, pero para los demás estilos de música la cosa está muy difícil.
Los músicos de la ciudad se han tenido que agrupar y organizar para intentar que los pocos locales que programan conciertos puedan seguir haciéndolo sin sufrir una “estricta aplicación de la ley” (con poco éxito por cierto). Los festivales que en los últimos años se han celebrado han dado unos resultados poco alentadores… el Festival de Jazz de Santander y el Tanned Tin subsisten por la asistencia de público que llega de otras provincias (y este último se traslada a Castellón), el Bike Rock Festival, que tenía una organización de notable alto (tirando a sobresaliente), llevó a la ruina a sus creadores. Y al margen de esto, hay dos productores independientes, Iraultza y Tal Ivan, que cada una en su terreno traen grupos interesantes para gustos minoritarios. A lo que hay que añadir aciertos puntuales de la sección cultural de la Obra Social de Caja Cantabria.
Estando así las cosas, fue una sorpresa, que apenas se creía en un principio, que el Ayuntamiento decidiera crear un festival para celebrar el 250 Aniversario de la ciudad, y que encima los grupos programados fueran a ser realmente buenos…
Empezaron a filtrarse algunos nombres, como Jamiroquai, y todo invitaba a ser escéptico… Muy escasa información, solo conseguida como filtraciones, y una página web en la que apenas venía un apartado para el envío de maquetas destinadas a seleccionar algún grupo novel para darle la oportunidad de actuar en el evento.
La organización parecía un secreto nebuloso. Varios grupos se pusieron en contacto con La Factoría del Ritmo, sabían que nuestra sede actual está en Santander, para ofrecerse a la organización… pero no sabían como hacerlo ni quien realmente había detrás.
Solo moviendo nuestra tupida red de contactos pudimos saber finalmente que aunque impulsado y financiado por el Ayuntamiento de Santander, el festival estaba siendo organizado por Last Tour Entertaiment, empresa que entre otras muchas cosas organiza el existo festival Azkena Rock.
Así las cosas, cuando se acercaban los días de celebración del festival había muchas dudas respecto al mismo.
El cartel ya se había publicado hacía una semanas y desde luego se notaba que los selectores del mismo sabían lo que hacían, y aunque se habían caído algunos nombres de los filtrados, los que aparecían como definitivos realmente merecían la pena.
A esto hay que añadir el poco movimiento que se percibía en el lugar elegido para realizar el festival… hasta un par de días antes no se vio una actividad realmente decidida para tener todo a punto.
Y así… Llegamos al inicio del festival.
Hay que valorar la organización del evento como principalmente positiva. Todo estaba ordenado con lógica y en los dos días que duró el festival se respiraba una evidente tranquilidad.
El sonido fue excelente. Los juegos de luces y de humo buenos. Los horarios se respetaron y los servicios para el público fueron correctos, incluyendo la zona de acampada y el disponer de suficientes letrinas para el volumen de personas asistentes.
El acceso al festival fue bien resuelto. Y aunque aparcar en la zona era prácticamente imposible, esto se suplió con cerrar a tiempo el parking para evitar atascos frustrantes e inútiles, y ofrecer a cambio un servicio de autobuses y de taxis muy abundante y eficiente.
Eso sí… en caso de celebrarse el festival para el próximo año es de desear que se busque una solución para el aparcamiento, sobre todo pensando en la gran cantidad de personas que llegaron al festival desde otras provincias.
En la parte más negativa señalar lo abusivo de los precios en las barras, algo potenciado además por el hecho de estar prohibida la entrada de bebidas o comida del exterior. Hay que tener en cuenta que la entrada del festival era lo suficientemente cuantiosa como para no justificar ese exceso en los precios.
Volviendo a lo positivo. Tal vez uno de los grandes aciertos del festival fue el lugar elegido… Un terreno próximo a la playa de Rostrío, que ofrecía una gran belleza paisajística y además con la comodidad de tener la playa a un paso… algo que sin duda agradecieron los asistentes que pasaron los dos días acampados.
Y antes de pasar al siguiente apartado, una última nota negativa… Una vez finalizado el festival, en los días siguientes, un equipo de limpieza se encargo de retirar los desperdicios de la finca donde el evento se celebró. Pero se limitó a esa finca… dejando “tal cual” el resto de fincas próximas, que sin vayas de separación recibieron ocasionalmente la visita de parte del público, no hay que olvidar que cada día pasaron por allí catorce mil personas, y terminaron sucias… Algo que ha molestado a sus dueños y que les ha llevado a organizarse para protestar antes el ayuntamiento y solicitar que no vuelva a celebrarse un evento así, allí, de nuevo.
Este aspecto fue excelente. La educación, el respeto y las ganas de diversión sanas fueron la nota predominante. Algo que muchos sabemos habitual en casi todos los festivales y que sin embargo sorprendió a muchos…
Personal de La Factoría del Ritmo ha tenido la oportunidad de conocer de primera mano la opinión de conductores de autobuses, miembros de los cuerpos de seguridad, miembros de Protección Civil y de forma indirecta de habitantes de la zona y todos pensaban lo mismo… Que aquello iba a ser una batalla campal donde una horda de salvajes iban a arrasar todo lo que pillaban por el camino. En lugar de eso, se sorprendieron al encontrarse con gente que decía buenos días, buenas tardes, daba las gracias y disfrutaba de la música sin abusar del alcohol y las drogas.
En cuanto a la cantidad de público, según la organización, cada día asistieron una media de 14.000 personas, de las cuales el 77% del público había llegado de fuera de Cantabria.
LOS CONCIERTOS – VIERNES DÍA 9
Fresh es un grupo cántabro formado por veteranos músicos de la región, que en este proyecto ofrecen un combinado de música electrónica y funk. La actuación se celebró con tal puntualidad (a las cuatro de la tarde) que ninguno de los miembros de La Factoría del Ritmo, y muy poco público, pudo verlos, por lo que no os podemos dar testimonio de su actuación.
El siguiente grupo fue El Columpio Asesino, que interpretó un repertorio lleno de referencias a The Clash, Pixies y Sonic Youth. No estuvieron nada mal, aunque durante las primeras canciones les costó entonarse.
Luego vino el turno para Maga, a quienes les pasó algo parecido… aunque finalmente sí convencieron y demostraron que son un grupo que merece la pena.
Los problemas para “entornarse” dando un concierto a pleno sol, no fue algo que afectó solo a grupos españoles, pues a Ocean Color Scene le sucedió algo similar… Aunque cumplieron y dieron satisfacción a sus seguidores más fieles.
En cuanto a Morcheeba, lo mejor fue su nueva cantante: Daisy Marley.
The Faint fue el primer grupo que dio una actuación en plena noche y tal vez fueron los triunfadores del festival… su fusión de electrónica y rock funcionó muy bien e hizo disfrutar al público, que para estas horas ya era muy numeroso.
El grupo “principal” de la jornada eran The Chemical Brothers, que ofrecieron un espectáculo… en el que la música tal vez no fuera muy en directo (cualquiera sabe con tanto “aparatejo” y tanta luz), pero donde la gente disfrutó.
Tras este concierto la marcha se trasladó a las carpas de música techno, en sus diversas variantes, pero en esta primera noche nadie de nuestro equipo se decidió a dejarse seducir por estas corrientes musicales.
LOS CONCIERTOS – SÁBADO DÍA 10
La jornada la inició Hacia Donde, un grupo liderado por un jugador del equipo de la ciudad (que en esta nueva temporada se ha marchado a otro clubs) y al que nos perdimos por la temprana hora de la actuación… En todo caso parte de nuestro equipo les vio en el concierto de presentación del festival y no dicen nada bueno de ellos. Es evidente sus influencias de ¡¡La Oreja de Van Gogh!! y mucha gente sospecha que estaban en el cartel del festival por decisión directa del Ayuntamiento. Desde luego lo cierto es que no pegaban nada con el resto de grupos.
Sí que llegamos a tiempo para ver a Sterling, un grupo mallorquín con una cantante que cumple bien su labor y además se gana al público con su simpatía. Repasaron canciones de su primer disco y tocaron un tema nuevo. Estuvieron bastante bien.
Desde Nueva Cork, The Fever, fueron una de las mejores bandas del festival… Geremy Jasper, su cantante, está lleno de carisma, tiene buena voz y en conjunto dan una buena caña… además es muy curioso el batería, que con un escuálido instrumento solventa la parte rítmica de forma notable y muy entusiasta.
Manta Ray tuvo problemas al principio del concierto… parecían un tanto desconcertados… tal vez porque un equipo de trabajadores golpeaba en las primeras canciones sin cesar las vallas de al lado del escenario para fijarlas. Pero luego fueron centrándose y al final merecieron una valoración positiva de su actuación.
Los Planetas ofrecieron un concierto correcto, aunque sin sorpresas para quienes ya los ha visto en otras ocasiones.
Ya en noche cerrada salieron a escena Sonic Youth, quienes ofrecieron un repertorio un tanto hermético, pero que demostraron que son grandes y merecen el respeto y reconocimiento del que gozan.
El siguiente grupo fue <Rinôçerôse>, que ofrecieron una tanda de canciones festivas y accesible. Fueron bien recibidos después de la música más difícil de Sonic Youth. En la actuación además participaron varios cantantes invitados.
Con esto terminó la noche en el escenario “grande” y la fiesta se trasladó a las carpas.
De entre los DJs que participaron, los miembros de nuestro equipo asistieron a la actuación de 2 Many DJ?s, super-divertidos, y a las sesiones de Vitalic, Nathan Fake y Felix Da House Cat. Que en general ofrecían sesiones cada vez más duras según avanzaba la noche.
No te pierdas la galería fotográfica: “Santander Summer Festival 2005 – 8 y 9 de Julio. Playa de Rostrio”.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 20 (sección: Reportajes).
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