Otro libro sobre la historia del rock... pero un libro distinto, escrito desde el corazón, en base a experiencias personales y que invita a la reflexión. Muy recomendable.
Hace unas pocas semanas releí el muy recomendable libro “Historia del Rock – El sonido de la ciudad”, de Charlie Gillet (publicado en nuestro idioma hace poco más de un año por la editorial Robinbook), en el que se hace un repaso pormenorizado de los primeros años de la historia del rock (abarca hasta principios de los años 70), con una profusión de datos admirable, pero también prácticamente asfixiante: un torrente de nombres de artistas, canciones, discos o ciudades, además de fechas y otros datos adicionales.
Acto seguido leí este libro, “Limusina y estrellas – Medio siglo de rock – 1954-2004”, escrito por Sabino Méndez, el que fuera compositor principal en los primeros años de Loquillo y Los Trogloditas, y fue como beber un vaso de agua fresca. En este caso se trata de un texto ligero, fundamentalmente emotivo, escrito partiendo de vivencias personales del autor como puntos de referencia para ir repasando la historia del rock. Me cuesta valorar si un lector profano en estos ámbitos sacará una adecuada visión de lo que ha significado el rock y como ha ido evolucionando, seguramente sí, pero en mi caso, que he leído decenas de libros sobre el tema, su lectura se convirtió en una delicia: un viaje amable, con sentido del humor y cierta ironía, sobre momentos que se han convertido en mágicos en mi imaginación y muy probablemente en la de la inmensa mayoría de aficionados al rock y a la música popular del siglo XX (las primeras giras de Elvis Presley y sus coetáneos, la explosión de la Beatelmanía, el festival de Woodstock, etc). Especialmente son destacables las impresiones que Sabino sacó de sus aventuras personales junto a personajes como Jerry Lee Lewis, Chuck Berry o The Stray Cats. Y dan que pensar sus reflexiones apocalípticas sobre el final del rock: defiende que esencialmente ha muerto, pues la juventud actual (y su rebeldía) ahora ya no está vinculada al rock sino a otros estilos musicales.
En todo caso se trata de un libro muy recomendable, de agradable lectura y que repasa las décadas de los cincuenta, sesenta, setenta, ochenta y noventa, a lo que se añade un epílogo sentimental que da para reflexionar (y hasta para echarse a temblar… o al menos, para dejar caer una lagrimilla por los sueños perdidos).
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Publicaciones).
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