Roy Ayers en un versátil músico fundamental en la historia contemporánea del jazz y del funk que nos llega hasta este siglo XXI, además, considero, que sus fundamentos electrónicos son base para la cantera de hoy en día y muy apreciado su estilo en toda Europa.
Roy Ayers, nació en Los Angeles, California, en 1940, es vibrafonista y cantante. Os puedo asegurar que su voz es un manantial de habilidades y extensiones casi corales.
Comenzó a tocar jazz con el pianista Phineas Nowborn y formó en 1963 un cuarteto de jazz. Sus ritmos van del swing, impecables, eso es cierto, el jazza, el funky, o el rap, trabajando con bandas como The Roots. En los 70 fundó el combo "Roy Ayers Ubiquity". El trabajo que nos ocupa es "Virgin Ubiquity II, Unreleased recordings, 1976-1981". Casi 6 años, 13 temas en 46´44´´. Una felicidad de sonido. "Holiday" es el primer corte (3m44s) que apaña un ambien relajado setentero. El vibrábono se hace fuerte a los 22s. La voz es limpia y va a compañada de piano y coros. Es una atmósfera en la que el músico especula en una canción que le permite tonos modulados, también muy funky, e ir aumentado el volúmen en una escala concreta. El 2º tema es "I am Your Mind Part 2". Un tema bailable, pegadizo, diferente al trascendentalismo anterior, pero al 1m 18s la voz nos habla, más que cantar, en otra estancia del pasado. La percusión es suave.
Le sigue "Funk in The Hole" (36s). El título ya lo dice todo. Este hace todavía más honor al sonido de la época y es de lo más clásico y contemporáneo que puedas encontrarte. Trompetas y el ritmo correcto para la ocasión variando al 1m 35s en la línea de BSO de cierto detective negro de raíces africanas. Bastante concentrado. Diferente a los anteriores.
"Liquid Love" es una pieza romántica de 3m33s. Sintetiza un inicio noble. Vuelve Ray con su vibráfono al primer minuto. Voces femeninas de fondo para bailar muy juntit@s, eso ya te lo tienes que montar tú. El tiempo, o secuencia instrumental es de un tirón. Sinembargo "Third Time" es más sinfónico, funky, de esos que no se olvidan. El teclado es más lento, base de percusión casi sintetizada. Hoy la encontraremos seguro, reprogramada, esperemos que con espíritu renovador y no en mera imitación. Los tintes de voz son sencillos.
El 6º tema es "Tarzán", que aporta un sonido mestizo. Briosidad negra. Épico, voces que se van remontando, algunos susurros a los 2m24s. Reiteración sin complicaciones, recuperándose a los tres minutos. "I Like The Way" (7º tema), de 3m 26s, es una "suite" de teclados y más fusión instrumental, voz como en los dos primeros cortes, sección de viento todavía más suelta. Queda demostrada en él la versatilidad de Roy Ayers, que comentan fuentes consultadas por este vuestro periodista de las trincheras. Rapidez en toda la sintonía, los instrumentos musicales rapean sin intención de hacerlo.
Superada la mitad del Cd, nos llega "Come to" (3m26s), con el tiempo ajustado en cada tema en la grabación para disfrutar, pero no para llegar al final temático. El sonido es de violín, coralidad coetánea y un cierto aire de intriga. Voz más jazzística que en los anteriores cortes, lo que es de agradecer. A esta canción le sigue "Kwajilori" (full vocal), con plenitud discotequera. Bases correctas, usadas luego en los 80 hasta la paranoia y deformadas por la música en lata. Por eso aquí tienen un encanto especial y un acompañamiento interesante a los 2s y con mucho swing (el tema es cortado a los 3m35s).
"Release Yourself", con un sonido recuperado en los 90, es el 10º tema. En él la voz se estrena a los 60 segundos. Realizado con más envergadura que los de otros grupos que escuchábamos los que nacimos en los 60 allá sobre los 80, o más bien entre el 76-78. Es una canción fuerte de las que hacen bailar hasta a torpes como yo, aunque en este caso sería todo menos baile. Para mí es un "hit" molón".
Se abre paso "Touch Of Class" (3m33s), que es eternamente funky, ¿demasiado? No sé. Va en la línea precursora de los anteriores en estas mezclas. Está construido con tonalidades en las que el vibráfono permitirá un "reprisse", creo que se dice, o se escribe así.
"Widen open" expone ondes musicales de sintetizador. Yo diría que es un cierre perfecto a una docena de temas. Dieferente a los demás sin separarse de su registro me da en la nariz que es el que más me ha atraído. Pieza musical sin discusión alguna. También rebajado sobre los 3 minutos para que el regalo promocional editado en Francia no se arruge.
Lento y oportuno cae "Sunshine (demo)". Un alarde de talento de voz y música desnudo, sin apariencias, directo. Una sorpresa cuando ya me iba a pedir mi 2ª cerveza sin acordarme durante este tiempo del rok, el hardcore, o el punk. Cada cosa es un tiempo en estos años de dolor, lágrimas que es mejor llorar solos para que nadie se cobre un impuesto por consolarnos, ruinas y rencores.
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