Estos pibes están muy, pero que muy pasados de vueltas.
Van sobradísimos en todos los sentidos, con un sonido ultra compacto y una precisión quirúrgica a la hora de ejecutar, sobre todo por parte del amigo Kai, un batería de esos que no abundan, capaz de aplicar de forma muy inteligente su habilidad e imaginación y que es uno de los elementos que más solidez aporta al conjunto.
La verdad es que hay poquitas bandas ahora mismo que se puedan comparar a este mazacote sónico que son Rotten Sound, casi ningún disco que esté dentro de estas mismas coordenadas les hace sombra en cuestiones de técnica, intensidad o calidad.
Qué queréis que os diga, ya sé que resulta sospechoso echarles tantas flores, pero os aseguro que hay que escucharlos para saber de qué estoy hablando. Es difícil resistirse a las perforaciones craneales de “Super Satan”, “Inversion” o “Braindead”, y aún más si están combinadas con temas tan vigorosos como “Alone At Last”, “Drain” o la inicial “Calm”.
Un auténtico huracán este “Drain”, no olvides sujetarte bien los gallumbos no sea que los pierdas por el camino. Quince temas como quince pedradas.
Comentario por: Jorge X.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 9 (sección: Discos, Internacional).
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