He leído alguna crítica de este libro donde se señalaba su falta de representatividad sobre los artistas de graffiti en Barcelona.
A partir de aquí, la autora construye un volumen grueso, lujosamente impreso y en el que se albergan 1000 fotos de graffittis hechos en la ciudad condal. Un libro que no está pensado para hacer un repaso del género, sino para ver, observar y absorber cada una de las piezas.
Seguramente este libro será más apreciado en el circuito del arte, que del graffiti, pero desde luego sirve para demostrar, una vez más, la grandeza de las pintadas callejeras y de paso para señalar que se trata de arte en estado puro.
Junto al libro, se incluye un DVD con un “travelling” por 525 imágenes de otras tantas piezas.
Un libro espectacular, con un contenido más que apreciable, que estaría que se complementase con un segundo volumen más dedicado a repasar autores y explicar estilos, que a la sola observación de las piezas (algo que por otro lado no está nada mal).
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 20 (sección: Publicaciones).
Be the first to comment