La espera se estaba haciendo interminable y algunos ya pensábamos que Redshift iban a ser otro de esos grupos que pasaban a la historia tras un primer disco lleno de buenos augurios.
Afortunadamente, desde hace unos meses ya podemos disfrutar de “Shadowless Citizen”, nueva y espectacular entrega de los madrileños en la que los argumentos expuestos en “I-Scream” regresan en formas altamente evolucionadas. Se trata de un derroche de imaginación que muestra a uno de los grupos más inquietos y creativos de nuestra escena, treinta y dos minutos de ideas en avalancha que dejan en gallumbos a la mayoría de los “grandes” grupos internacionales que se mueven en coordenadas similares. Un trabajo definido por los cambios (los hay de todos los tipos imaginables), pero sobre todo por un trabajo de guitarras de un gusto exquisito y una versatilidad apabullante, gracias a la cual consiguen un sonido muy centrado a la vez que multidireccional en el que confluyen los mejores elementos de cada casa (la potencia del Metal, la velocidad del Hardcore, la virulencia del Noisecore, la inquietud de DC…) previa criba de elementos negativos. También han conseguido hacer sus influencias menos patentes, aunque el espíritu de Unsane, Botch o Suicidal Tendencies sigue estando presente en sus composiciones. La única pega que se le podría poner a “Shadowless Citizen” es una producción un tanto opaca que no termina de convencer, claro que acostumbrados al trabajo del personal de Locate 0 cualquier cosa empieza a sonar chunga. Los suecos tenían a Refused, los belgas a Proboscis y nosotros tenemos a Redshift, es decir, una auténtica máquina de producir Hardcore (en el más amplio sentido del término) cerebral y visceral a partes iguales. Necesario lo mires por donde lo mires. ¡Ah!, y como sorpresita final versión de The Cure. ¿Quién dijo que los hardcoretas son todos unos cerrados?
Comentario: Jorge X.
(Fecha de la publicación: 07/03/2002)
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