Salvajes y potentes.
El concierto se retrasó. Los rumores de que no se celebraría se equivocaron pero estuvieron a punto de ser ciertos. Los problemas del equipo de sonido solo se pudieron hacer frente por la buena voluntad y las ganas de tocar de los grupos. Tuvieron que cantar por el micrófono del discjockey, el sonido resultaba sucio, la voz distorsionada… pero aún así los asistentes (unas 180 personas) pudimos pasar un buen rato.
En primer lugar saltaron a escena los Holiday Fleet, un cuarteto que practica una combinación de funk y metal muy fuerte, potente, convincente y con un directo solvente aunque no profesional. Tal vez se nota un cierto tufillo a los Red Hot Chilli Peppers, pero están a tiempo de resolverlo. Condiciones para poder alcanzar un sonido propio no les faltan.
La gente se lo pasó bomba, haciendo moshing salvaje hasta el batería (Paco, de Los Locos, que era sustituido en estas incursiones por otro a los bombos) e incluso habiendo gente que se subía al escenario para cantar los estribillos con Xuan, el cantante. Hicieron una versión de Living Color y recorrieron parte de su repertorio. Su actuación supo a poco y los entusiastas les hicieron volver a escena para atacar otro tema.
Tras ellos los Psilicon. Si has escuchado su mini-LP tal vez te parezcan un poco flojas sus guitarras, en directo todas las posibles dudas se difuminan al instante. Su sonido es realmente salvaje y potente. Se notan que llevan muchas tablas. Y aunque tuvieron que pelearse con el equipo y con el de la mesa, que desapareció sin solucionar algún molesto chillido, tuvieron el suficiente sentido del humor para que el batería se soltase por soleás mientras se intentaban solucionar estos fallos.
Descargaron canciones de su material publicado hasta la fecha y algún tema que yo no conocía y la verdad es que en directo son sensacionales. Combinando el hardcore con el trash y dejando hueco para toques funk y alguna incursión rapper. La gente también alucinó bastante, con moshing, pogo… y la actitud de los músicos con sus movimientos también ayudó mucho: Matías agitando su melena y Rafa comiéndose el micrófono, crucificándose con los soportes, moviéndose de un lado para otro, en fin desprendiendo energía por los cuatro costados…
Se despidieron con una poderosísima versión de Evil Dead, con una fuerza y unos cambios de ritmo que recordaban al death metal.
Se echó de menos algún bis, pero es que el público, aunque estusiasta, quedó / quedamos un poco cansados de la mala calidad del sonido, aunque esto no fuera culpa de los grupos.
Comentario: F-MHop
(Foto sacada de la revista Metali-K.O., no pertenece a este concierto.)
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 1 (sección: Conciertos).
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