Dos de los miembros de Pollyannna se pasaron seis años tocando juntos, pero fue en el 94, al sumarseles el resto de los miembros, cuando la banda nació.
Pronto firmarían contrato con “Nymphonic Records” y desde entonces estuvieron trabajando duro hasta que en el 95 editaron su debut, de título homónimo al del grupo.
Un álbum donde los cuatro miembros: Frank Giampaolo, voces y guitarra acústica, Adrew Morrison, guitarra eléctrica, Bruce Yolken, bajo y Scott Moreno, baterñian han puesto lo mejor de su creatividad personal para lograr un álbum brillante donde expresar sus amarguras y frustraciones, pero también sus esperanzas.
Los temas, escritos por Frank y Adrew, están repletos de melodías hermanas de las de Lennon y MacCartney pero dejando espacio para arrebatos, en algunos temas, muy cercanos a grupos como Nirvana o Pearl Jam.
Aunque toda la labor instrumental es apreciable, la voz de Frank es muy resaltable, ya que aunque no es virtuosa en modo alguno, es a la vez peculiar y expresiva.
El álbum mantiene un nivel bastante uniforme que deja claro que el grupo no se ha conformado con crear un puñado de buenas canciones y luego rellenar el resto, sino que todos los temas tienen una firme base compositiva e instrumental, por lo cual es difícil resaltar alguno sobre el resto.
Comentario por: F-MHop.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 5 (sección: Discos, Internacional).
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