En España los periodistas que se dedican a escribir sobre música, cine o en general sobre el arte en alguna de sus expresiones, se encuentran en una difícil situación laboral.
Suelen trabajar en la modalidad “freelance”, es decir, son profesionales autónomos que colaboran con distintos medios y que entregan artículos a unos u otros según el momento, algo que les lleva a un alto grado de inestabilidad laboral y económica.
A parte de este problema profesional, resulta que de forma progresiva, y cada vez más alarmante, su labor crítica e informativa basada en la independencia y en el conocimiento de la materia sobre la que escriben, está siendo sustituida por una suerte de publicistas que con escasos conocimientos y muchas ganas de favorecer a ciertos intereses económicos copan el espacio, que aunque escaso, antes ocupaban ellos en prensa y otros medios de comunicación.
Y no se trata de un enfoque personalista, de personas concretas que escribieran en medios concretos, sino de toda una forma de entender la cultura que está siendo desplazada por otra directamente ligada al negocio.
Ante esta situación varios periodistas han unido sus fuerzas para crear la asociación PEMOC (Periodistas Especializados en Música, Ocio y Espectáculos), con la que pretenden tener una mínima infraestructura legal y un buen nivel de unidad para afrontar sus problemas y lograr dos objetivos principales: dignidad como trabajdores y respeto como profesión.
Ahora mismo se puede considerar que están dando sus primeros pasos y la asociación está en fase de crecimiento y configuración, aunque ya han hecho algunas acciones concretas, siendo las que más han trascendido su manifiesto sobre Operación Triunfo y la lista que regularmente distribuyen con un puñado discos recomendados.
Todo este planteamiento suscitó en nosotros una gran curiosidad y recientemente nos pusimos en contacto con ellos para conocer en detalle qué es PEMOC y cuáles son sus objetivos:
En primer lugar, nos gustaría que nuestro interlocutor se presentase ante nuestros lectores y nos comentara qué le llevó a involucrarse en esta asociación…
Soy Ricardo Aguilera. En la actualidad escribo en La Luna (El Mundo), Marie Claire, GEO y Rolling Stone. Llevo más de veinte años en la profesión, buena parte de ellos haciendo radio (Radio Cadena Española, Radio El País, Radio 3, EFE Radio).
También he trabajado durante años en el desaparecido Diario 16, así como en numerosas revistas. Música, cómics y televisión son los temas habituales de mis colaboraciones. Soy vicepresidente de PEMOC y miembro fundador, aunque en una asociación como esta la importancia de los “cargos” es muy relativa. De hecho, contesto a esta entrevista a título personal, puesto que no es un texto consensuado, aunque espero reflejar las ideas de una mayoría de nuestro colectivo.
El motivo por el que decidimos montar esta asociación es porque pintan bastos: la información musical en los grandes medios está cada vez más sesgada hacia el lado de la publicidad, menos regida por el criterio, la libertad y la profesionalidad; hay cada vez menos trabajo y peor pagado, las condiciones laborales -sobre todo las de los free-lance, la mayoría del colectivo de periodistas musicales o de cultura- son insoportables; la música pasa por un momento delicado en cuanto a la falta de difusión de géneros que no estén englobados en el “mainstream”… Literalmente, nos sobran los motivos.
Sabemos que una serie de razones relativas al estatus profesional y a la necesidad de respeto hacia la figura de los periodistas culturales han llevado al nacimiento de PEMOC. Pero nos gustaría saber cuál fue la chispa que hizo que se dieran los primeros pasos para la fundación de la asociación.
Creo que ya está contestado en la anterior respuesta. Pero si lo que queréis es la anécdota, ahí va: a la salida de un concierto, tres amigos -y sin embargo colegas- hablamos de la posibilidad de juntarnos para hacer fuerza ante lo mal que estaba el panorama. Hablamos con otro grupo más de compañeros y, tras muchas horas de discusión y meses de preparación, acabamos por dar un paso adelante.
¿Qué entidad legal tiene PEMOC en la actualidad? ¿Cuántos socios pertenecen a ella?
Es una asociación legalmente constituida en el registro de asociaciones, con unos estatutos estándar que están a la disposición de quien desee leerlos. Aunque no he revisado la lista de altas desde hace unas semanas, ahora debemos andar por los 50 socios, más o menos.
Para formar parte de la asociación, ¿qué requisitos hay que cumplir?
Básicamente, formar parte de la profesión.
Escribir, comentar e incluso criticar sobre música, literatura o sobre arte en general, es algo difícil y delicado, ¿qué puede certificar la validez de una opinión?
Nada o todo, depende. Como lector procuro no fiarme de nada incondicionalmente, aunque siempre hay firmas que me parecen más solventes que otras en función de su conocimiento del terreno que pisan. Creo que la única forma de realizar una función crítica adecuada es, precisamente, tener un criterio con bases bien asentadas. Estas bases nunca surgen de las manías, del fundamentalismo ni de las filias o fobias, sino del conocimiento exhaustivo del medio, de la serenidad, de la profesionalidad, de la capacidad de trabajo y de la capacidad de mantener en buena forma los dos sentidos primordiales: el común y el del humor.
¿Es necesaria realmente esa labor y actitud crítica ante las creaciones artísticas?
Creo que nunca está de más la reflexión ante el hecho artístico. Por otra parte, en un mundo en el que arte y negocio van forzosamente de la mano, la función de un especialista debe tender cada vez más a ser la de un guía que ofrece diversos caminos en medio de una espesa jungla de contenidos.
El manifiesto que lanzasteis sobre Operación Triunfo tuvo bastante repercusión; ahora con casi un par de meses de perspectiva ¿qué habéis logrado con su difusión? ¿qué tal resulto aquella concentración en la que se cambiaban discos de O.T. por discos “de verdad”?
El fenómeno de O.T. es un buen indicador de por dónde van los tiros en el mercado nacional de la música. Nos parecía -y nos sigue pareciendo- que es muy lamentable que el grueso de la música que se escucha y se vende en este país provenga de un programa concurso de la televisión: eso da el índice de la cultura musical que hay en España. Nos parece también muy peligroso que un programa como O.T. haya copado la parcela musical en el “prime time” de la televisión pública, pues ello indica que una empresa estatal, cuya titularidad pertenece a todos los ciudadanos que soportamos con nuestros impuestos su funcionamiento, apuesta por un negocio privado no solo para ganar dinero, sino que en ese afán dejan de lado la puesta en pantalla de cualquier otra música -mayoritaria o minoritaria- que pueda haber en el mercado. Creemos que una de las funciones de la televisión pública es ofrecer -en buenas horas, no en la franja de la marginalidad horaria- programas de una mínima calidad cultural, y no lo están haciendo. Por otra parte, O.T., con su arrasadora aparición, está corrompiendo el funcionamiento interno del mercado musical, que si no era un ejemplo de perfección antes de que llegara la Academia, no ha hecho si no empeorar. La búsqueda de “pelotazos” de rápida asimilación por el público, basándose en productos prefabricados, es un camino que acabará pasándole factura a la industria, sin duda. O.T. ha pisado muchos callos, y nadie ha querido tirar la primera piedra, fundamentalmente, por miedo. Si nosotros hemos dicho lo que otros no se atrevían es porque nada tenemos que perder en el envite y porque creemos que esa es precisamente nuestra función: ejercer una lectura crítica de la realidad musical. Habláis de “logros”. Bueno, no hemos conseguido gran cosa, ni ese era nuestro propósito: O.T. goza de buena salud, a la gente le siguen estropeando el oído con su infame karaoke y el negocio marcha viento en popa. Pero, por lo menos, no hay un silencio omnipresente y cómplice: alguien -nosotros y las más de mil firmas de músicos, productores, managers, profesores de música, periodistas y particulares que nos apoyaron- dijo lo que pensaba: O.T. es un negocio que apesta y TVE no tiene vergüenza. Con respecto a la fiesta puedo decir que vino un número razonable de gente para lo menesteroso de la convocatoria, alrededor de 300 o 400 personas. Hubo música en directo, algo de cobertura mediática, el personal se lo pasó bien y cambiamos unos cuantos discos. No esperábamos otra cosa.
En relación a esto, me sorprendió muchísimo y me dio mucho que pensar el artículo de opinión que Miguel Martínez publicó en el número de Enero de la revista Rock De Lux. En él se hacía una dura crítica de la asociación y del manifiesto sobre Operación Triunfo ¿qué opinión os merece ese artículo?
Me remito a lo que escribió Diego Manrique en Rolling Stone sobre el asunto. Resumiendo, no creo que entendieran bien de qué iba la cosa. Lo más importante no es si Bisbal es mejor o pero que Luis Miguel, sino la televisión pública, que no permite que tengamos más música que la de O.T., exceptuando los programas marginales de las dos de la madrugada. Con respecto a la búsqueda de un pedigrí de autenticidad entre los miembros de PEMOC, la gente que apoyaba la convocatoria o si hay músicos que a uno le pueden parecer iguales o perores que los de O.T, ¿qué decir?. Pues que con fundamentalismos de vuelo corto, intransigencia pagada de sí misma e incapacidad para que los árboles dejen ver el bosque no se va a ninguna parte.
En concreto se citaba explícitamente a Eduardo Guillot, quien decía ¡Pero si Carlos Tena ha sido jurado de “Lluvia de Estrellas”! El caso es que es algo realmente difícil de entender que gente que firme un manifiesto contra Operación Triunfo haya participado activamente en programas como ese, en el cual el espíritu era el mismo, aunque el nivel de éxito resultara muy distinto¿cómo asume PEMOC estas contradicciones?
Para empezar, en PEMOC no pedimos certificados de buena conducta. Para seguir, nos da igual lo que haga cada uno de sus miembros, si está de acuerdo con lo que la asociación decide; o si, sin estarlo, acata las decisiones tomadas por mayoría. Y para acabar, Lluvia de Estrellas, aparte de lo que cada cual pueda opinar sobre su calidad como programa, nunca ha pasado de ser lo que es: un concurso televisivo. Si hubiera trascendido, mediante oscuras maniobras de la administración pública, para convertirse en la banda sonora exclusiva de la España del siglo XXI, probablemente hubiéramos tenido que decir lo mismo que en su día dijimos de O.T.
Algo a lo que me ha llevado a pensar todo esto, el manifiesto y las críticas, es la falta de unidad entre los periodistas musicales. Nace una asociación para intentar defender sus derechos y en los primeros pasos se tiran los trastos unos a otros ¿ha afectado esto al proyecto PEMOC?
No. Cada cual es muy libre de pensar lo que quiera. Me hubiera parecido muy sospechoso que toda la profesión se hiciera una piña de la noche a la mañana porque unos cuantos estemos intentando sacar adelante una asociación. El mundo -no sólo el del periodismo- está lleno de enfrentamientos personales, opiniones divergentes y muchas ganas de dar la bronca al de en frente sin apenas atender a sus razones. ¡Qué se le va a hacer! En PEMOC estamos intentando seguir el camino contrario. Entre nuestros miembros hay muchas discusiones sobre todos las cuestiones que tratamos, pero intentamos sacar conclusiones, acercar criterios y, desde luego, no tirarnos los trastos a la cabeza. Personalmente, eso es lo que me parece más positivo de esta experiencia.
De vuestra declaración de intenciones, del manifiesto sobre O.T. y algunas cosas más que he leído, se deduce que defendéis la importancia de una crítica profesional e independiente. Desde vuestro punto de vista profesional, ¿qué opináis de las páginas web y de las publicaciones y medios en Internet que ha lanzado a escribir sobre música, o sobre otras disciplinas artísticas, a una nueva hornada de personas que de momento se mueven en el amateurismo?
A mí me parece estupendo: ¡por algún lado hay que empezar! Lo único que siento es que las cosas estén de tal manera que uno no pueda introducirse en esta profesión cobrando como dios manda, sino a través de acercamientos tan marginales como trabajosos y faltos de una remuneración en condiciones.
Para personas como las que hacemos la Factoría del Ritmo, que damos vida a una página ajena al ámbito comercial habitual y que de vez en cuando aportamos artículos a otras publicaciones ¿qué atractivo tiene PEMOC? ¿tenemos cabida dentro esta asociación?
Desde PEMOC sólo os podemos ofrecer más trabajo y la misma pasta, o sea, ninguna. Cuando queráis hablamos y os contamos nuestros proyectos para este año. Si queréis participar, estupendo.
PEMOC tiene un aspecto de reivindicación laboral muy importante. Nos gustaría que nos explicarais las principales desprotecciones a las que se enfrentan los periodistas culturales y qué objetivos concretos tiene PEMOC en este aspecto.
En la legislación laboral española hay una laguna importante en lo que se refiere a las condiciones de trabajo de los free-lance, que componen la mayoría del colectivo de periodistas musicales. Queremos entrarle a este asunto de la mejor manera posible y con la asesoría legal pertinente, pero para lograrlo antes tenemos que crecer como asociación. Otro aspecto importante es el de los derechos de la propiedad intelectual de nuestro trabajo, cuestión especialmente espinosa en lo que se refiere a Internet. Estamos en ello.
Tenemos entendido que vais a crear una página web, que será uno de los principales puntos de conexión entre los socios, ¿en qué va a consistir esta web?
Será un punto de encuentro virtual entre los socios de cara a discusión de proyectos y votación de los mismos. Queremos que sirva también como medio de expresión público de PEMOC y, por supuesto, como soporte para el TOP que elaboramos mensualmente, así como de los artículos de fondo que lo acompañan. Habrá más contenidos, pero tiempo al tiempo.
También sabemos que desde hace unos meses hacéis circular una lista de discos recomendables realizada por los miembros de la asociación. Contarnos en que consiste esta lista, cómo se hace, qué valor se le tiene que dar.
No es más que “nuestra lista”. El valor que se le pueda dar es el que le merezca a un lector cualquiera nuestro criterio. El TOP lo elaboramos de una forma muy simple: todos los meses los socios eligen diez discos con una valoración correlativa, luego se cruzan las listas y se obtiene el resultado. Procuramos que sean discos de reciente aparición en el mercado y poco más. Cada cual elige los que quiere y nadie mete mano en los resultados, cosa por otra parte imposible, ya que todos conocemos las votaciones del resto a través de nuestra dirección de correo, de manera que si hubiera algún intento de “dirigir” la lista, nos daríamos cuenta.
Y nada más, dejar espacio para si deseáis añadir algo más.
Hay poco que añadir, aparte de agradeceros el interés por PEMOC. Si alguien quiere preguntarnos algo más, que nos escriba a mailpemoc@terra.es, nuestra dirección de correo electrónico provisional mientras acabamos de fabricar la dichosa página web, que nos está dando mucho trabajo.
Entrevista: F-MHop.
(Fecha de la publicación: 20/02/2003)
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 15 (sección: Entrevistas).
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