Una mujer multidisciplinar, que es periodista, pero también escritora y cantante.
Paula Pitzalis, es una periodista independiente a la vez que cantante lírica de origen sardo. Como periodista, ha publicado “Radio Alter on the Road Communications”, libro auto- producido editado en castellano e italiano hace dos años. Como cantante, se ha formado en canto coral y música sacra en el Conservatorio Pier Luigi Da Palestina, en Cagliari, Cerdeña. Ahora nos presenta su último proyecto musical en forma de disco “No Mendigues Amor” que ella misma presenta como un viaje de reflexión. Un viaje a través de cantos tradicionales que nos llevan desde su isla, Cerdeña, hasta Galicia, desde Catalunya, hasta Latino-América, canciones cherokees, kurdas, armenios llegando, incluso, a obras religiosas y espirituales. Para este disco Paula Pitzalis ha contado con el apoyo y colaboración de muchos artistas y amigos: Manu Chao, Ska-P, Arto Tunçboyaciyan (System of a Down), Horacio “El Negro” Hernández (colaborador con Tito Puente y Carlos Santana), Anouk Chauvet (Color Humano, Fufü-Ai), Tomás Arroyos (Mano Negra, Dusminguet) y muchos más.
“No Mendigues Amor” es también un proyecto solidario: los ingresos generados irán destinados a varias causas: Médicos Sin Fronteras, en su proyecto de ayuda a mujeres con SIDA, a la organización armenia AIWA que trabaja sobre salud y educación en el maltrato de las mujeres armenias, y a la organización de Tom Morello y Serij Tankian “Axis of Justice” comprometida, desde el corazón de la bestia, con personas que viven en la calle en EEUU y que se encuentran sin asistencia médica.
Una pequeña reflexión por Paula Pitzalis
Cuando pensé en este proyecto “No Mendigues Amor” mis reflexiones se dirigían al sentido que tiene la música, a su poder, a los contenidos sagrados y profanos que pueden transmitir las palabras en música. Creo en los ángeles y siempre cuento a mis amigos que tres son los que me acompañan. Un Ángel es el de la poesía y escritura, otro el de la música, y el más “severo” conmigo, es el que me pone en relación con Dios cuando trato de entender los significados de la vida, comunicar con Él para entender más los sufrimientos e injusticias que nosotros los humanos generamos por este planeta terrestre. Pero somos de materia, y de carne y por eso vivo entre la dualidad del amor profano y sagrado. El CD es un viaje de reflexión con el movimiento mismo del planeta, donde se encuentra una Intro y el primer tema “Guantanamera” con unos versos que escribí pensando en mi musa: Horacio “El Negro” Hernández. Es una declaración de amor espiritual, no carnal, porque amar es algo más. Me inspiraron los escritos de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila y a veces pienso en que nosotros los humanos, para entender primero el sentido del amor tenemos que vivir muchas experiencias materiales (sean de dolor o felicidad) para llegar un poquito a entender el amor espiritual. La palabra tiene su valor “semántico” mientras la música te deja una mayor libertad de investigación interior, de gozar por medio de las frecuencias sonoras por cada parte del cuerpo, a través del oído, del contacto de esas olas en la piel hasta generar la danza, baile o movimientos del cuerpo. Una palabra se dirige a su referencia, a su concepto, mientras la música es el percibir del oyente, distinto uno del otro por lo propiamente vivido. Mi musa amada, Horacio “El Negro” Hernández, ha querido participar en este proyecto tocando en tres temas que yo misma he elegido: “Strada”, “Lucrecia Pérez” y “El último viaje” grabando sus “riff” y batería en su estudio de grabación en Nueva York. Otro músico que estimo con un gran respeto y amor musical es Arto Tunçboyaciyan, un gran amigo de Horacio, que me ha dado el permiso de interpretar un tema suyo, “Horacio’s Lullaby” (Uscila), que yo dedico a Josefina la madre de Horacio y a todas las madres que cantan sus nanas en el mundo para sus hijos. Cada tema de ese CD tiene una historia, su historia, pero me encantaría que cada persona que escuche haga su viaje interior de amor, porque cada unos de nosotros somos planetas y universos al mismo tiempo, en esa misteriosa galaxia que llamamos vida.
La Intro es la explicación de unos versos de un salmo y hemistiquio de San Juan que los monjes hace siglos repetían para memorizar la escala musical (Do, Re, Mi Fa, Sol, La, Si). Sakura es una canción tradicional japonesa, es la estación de las flores de los cerezos, el equinoccio musical terrenal, la primavera que comienza al este del planeta tierra, en una tierra que vivió la caída de la primera bomba atómica. El canto Yddish es una dedicatoria al destierro de los judíos y de todas las gentes que dejan sus tierras. Son cantos de paz. Son cantos de amor de mujeres e hijas de la Tierra Madre, Pachamama o Gaya según los antiguos del Mediterráneo. El mago de esa producción artística es Tomás Arroyos y las voces, que acompañarán los temas primeros son de unos hombres que han señalado los últimos momentos históricos del siglo pasado y de hoy. La gran Alma, Mohandas Karamchand Gandhi, Albert Einstein, M.Luther King, B. Kennedy, el estallar de la primera bomba atómica, Neil Armstrong, Nelson Mandela y las lágrimas negras del genocidio Armenio. Se oyen de lejos, pero esas voces que hablan de ciencia, paz o guerra, llegan a la luna también. Así los primeros astronautas en Julio del 1969 cuando pusieron sus pies en el suelo lunar hicieron unos encuentros maravillosos: los extraterrestres. Los extraterrestres son los músicos y los artistas que con sus cantos producen aquellas canciones que acompañan el Amor en este viaje existencial. Planeta Tierra: Paz y Guerra. Genocidios de los siglos pasados, violencias. Genocidios de los tiempos presentes: Armenia, Kurdistán, judíos en Europa, Palestina, mapuches en sus tierras, etc.
Empecé con una nota y todos juntos ahora hemos construido un disco, un motor musical de revolución, como el movimiento que hace cada día y año desde tiempo esa Tierra Madre. Es un canto circular de esperanza a la luna y a la vida.
