Pando: El loco soy yo…

Una singular personalidad artística es la que se esconde tras el pseudónimo Pando, un compositor, cantante y guitarrista inglés, que ha vivido muchos años en Zaragoza y que crea música por puro placer, totalmente al margen de la industria, pretensiones comerciales o cualquier tipo de militancia de ningún tipo.

Ahora acaba de publicar su tercer disco, una colección de once temas en los que hay blues, country, folk, doop woop y godspell. Y  que lo ha grabado con la ayuda de dos músicos amigos: Jaime de la Peña (violín y saxo) y Javier García Vega (tuba, guitarra y coros).

Uno de esos artistas para descubrir y disfrutar en minoría (aunque se merece que esa minoría algún día no lo sea tanto):

Formaste parte del grupo Kerkoff, con el que publicaste dos discos… ¿Qué nos puedes contar de esa banda? ¿Fue tu primer grupo?

Conocí a Antrón (o sea, Bronco Framus), un zaragozano, en Edimburgo. Nos entendimos bien musicalmente y unos años más tarde me decidí a visitarle en Zaragoza para formar un grupo. El primer músico reclutado fue el bajista holandés Raul Kerkhoff. Fue mi culpa llamar al grupo Kerkhoff, en el estilo pretencioso de grupos de los 70 y 80, con nombres apellidos (por ejemplo Argent, Bon Jovi y tal). Éramos un grupo divertido en directo, pero tal vez demasiado irónico y asilado de cualquier corriente para el panorama musical en España, ¡y los discos se vendían una mierda!

El segundo disco no fue muy satisfactorio para mí, aunque tiene sus momentos buenos. Sí, supongo que era mi primer grupo de verdad.

Tras disolverse ese grupo comenzaste tu carrera en solitario… ¿tus nuevas ideas necesitaban de total autonomía para sacarlas adelante?

En realidad grabé y publiqué mi primer disco Pando, antes del segundo de Kerkhoff, pues tenía muchas canciones y como los demás en Kerkhoff estuvieron componiendo temas también, no podía incluir tantos míos como en el primer disco, que eran casi todos mis temas.

Escuchar tus canciones es encontrarse con un caleidoscopio musical, con un montón de estilos entrelazados… ¿cómo construyes tus canciones? ¿toda esa mezcolanza está presente en el embrión de la idea o son condimentos que añades posteriormente?

No creo que haya muchos estilos diferentes en mis canciones. Al contrario, me parece que son demasiado similares. Es cierto que me gusta variar tempos y compases, canciones serias o ligeras e instrumentales, pero esto no quiere decir diferentes estilos musicales.

Entre los estilos que más te gustan, sé que se encuentra la música hawaiana, que además se palpa en tus canciones… ¿qué tiene para ti de especial ese tipo de música?

Durante unos años me sentí como un evangelista para la música antigua hawaiana. Simplemente porque era tan desconocido. Pero fue muy importante en su día. Hoy lo escucho poco, ¡pero siempre tendrá un trocito en mi corazón¡

¿Nos puedes recomendar algún grupo o disco de música hawaiana?

Sol Hoopii era el rey de los steel guitarristas hawaianos. Casi toda su obra a partir de finales de los años 20 es fantástica.

¿Qué nos puedes contar sobre el resto de tus gustos musicales?

¡Uf! Jazz más que nada, también rock, Hip Hop, country y todos los puntos medianos. Bop como Charlie Parker y Dizzy Gillespie, fusión como los Mahavishnus o John Scofield. La a pedal steet guitar es mi instrumento favorito. Mingus, Zappa, Gil Evans, Pat Martino… rock psicodélico de los 60… folk, rock británico de los 70… bluegrass.. John Hartford, Steely Dan, Litte Feat, Richard Thompson… Brasil en los 70, Congo y Etiopia también, Bembeya Jazz, Lee Perry… ¡es difícil saber donde parar!

Los 80 me parece una época espantosa en general, aparte de algunos discos de rap a finales. La producción destruyó mucha música con la tecnología tan mala de entonces, los teclados y efectos baratos japoneses. Tampoco soporto el bacalao, ni el indie-pop – el culto de tocar mal me parece infantil. En cuanto a música clásica, sólo suelo escuchar cosas del siglo XX, Stravinsky, Prokofiev… ¡soy muy maniático!.

Hasta hace un tiempo vivías en España, pero ahora te has trasladado a vivir a Londres… ¿qué ha sido para ti lo mejor, musicalmente hablando, de vivir en España?

Creo que hay un alto nivel de músicos en España, pero hay poco que me interesa, aunque el Hip Hop ha mejorado mucho en la última década por ahí. Lo siento, ¡que mal educado soy!

¿Tienes pensado trabajar con músicos londinenses a partir de ahora?

Estoy tocando últimamente de vez en cuando en directo con realmente un gran músico, llamado Stu Ritchie. Pero poco, necesito una patada en el culo.

Tu tercer álbum se ha publicado muy recientemente… ¿a qué periodo pertenecen tus nuevas composiciones?

Son viejas canciones ya, de hace dos o tres años. Tengo muchísimas nuevas (y mucho mejores, ¡claro!) que debo grabar, sino las voy olvidando.

¿Qué nos puedes contar de los músicos que han grabado el disco contigo?

Pues son todos amigos de Zaragoza y buena gente. Rafa Domínguez es mi George Martin, pero más barbudo y corpulento. Es muy musical y nos entendemos de puta madre. Jaime Lapeña, el violinista, ha tocado y sufrido conmigo todos los bolos de Pando y ya estuvo en Kerkhoff. Javi García toca principalmente trombón, pero también toca la guitarra española estupendamente. Tocó durante años junto con Rafa en el grupo de Bunbury y Dani Garuz ¡es una leyenda del pop español!

¿Vas a presentar tu nuevo álbum en directo?

¡No! Me encantaría volver a España para hacer conciertos, pero siempre prefiero hacer algo nuevo, no karaoke.

¿Desarrollas alguna otra actividad artística paralela a tu carrera como Pando?

¿Qué carrera? Poco. Muy de vez en cuando hago cosicas musicales comerciales para la tele o Internet. O con mi amigo Social Skills, a ver si publicamos disco algún día.

¿Te gustaría añadir algo más para nuestros lectores?

Que no dejéis a vuestros niños a solas con curas. Y cuidado con el alcohol, la maría es más saludable.

Nota: La entradilla de esta entrevista “El loco soy yo… dicen que el loco soy yo” hace referencia a la canción “El loco soy yo” del rapper Tremendo, en la que mira al mundo y describe incoherencias para luego recitar irónicamente y con cierta amargura  “El loco soy yo… dicen que el loco soy yo”.