Tenía mucha curiosidad por conocer la música de este grupo, del que había oído mucho hablar, pero del cual no había escuchado nada, así que en cuanto recibí el single adelanto de su nuevo album lo coloqué en el posavasos a ver qué pasaba.
Y la verdad es que lo primero que sentí fue un calambre. Y es que empieza mal el CD con Vengo, una balada totalmente prescindible, con una letra bonita, pero que podría muy bien haber cantado su paisana Rosana. Supongo que quedará muy bien en las radios comerciales y les abrirá algunas puertas, pero para mi gusto personal no dice nada de lo que verdaderamente se cuece en el grupo.
Es con el segundo tema donde puede uno disfrutar de los palmeros. Babilonia es una mezcla de ritmos africanos, reggae, raggamuffin, y guitarras rock en según qué partes. Una pieza donde se empieza a ver que estos chicos pasan de etiquetas, que han escuchado mucha música y no tienen miedo de mezclar. Después de escuchar esto uno les perdona la anterior balada (a condición de no volver a oírla) y se lanza con curiosidad a ver por dónde nos sorprenderán en la última canción de este single.
Aguacate es otra buena canción. Empieza con toques pop pero regado con algo de funk y el encanto de un wah wah bien tocado. La letra, aunque es poco ingenua, tiene bastante encanto y va muy bien con la música.
En resumen, un grupo con muchas ideas. Si bien es cierto que se respira un cierto aire comercial, también es cierto que tienen calidad de sobra. Ojalá (y nunca mejor dicho) todos los grupos con los que nos martirizan las radios comerciales tuvieran la mitad de las ideas compositivas que este cuarteto insular.
Comentario: Félix Vera
(Fecha del artículo: 12/4/2001)
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