Obituary, que aunque con ciertos cambios en la formación, siempre han sido considerados una de las bandas más emblemáticas e influyentes del Death Metal de corte americano. En definitiva, disfrutamos de un concierto simplemente aceptable.
Hace una década el Metal estaba en pañales en la ciudad de Vigo. Tanto es así que, por aquel entonces, que nos visitaran bandas como Entombed, W.A.S.P o los mismos Obituary, eran un auténtico fenómeno que revolucionaba al sector metalhead de la ciudad, máxime cuando ese tipo de bandas se encontraban en mejor forma que hoy en día. Trece años después y con una salud metalera bastante más boyante, es inevitable que los más veteranos de la escena viguesa no sientan una especie de deja vu cuando, a tres palmos de su nariz, se plantan aquellos viejos Obituary, que aunque con ciertos cambios en la formación, siempre han sido considerados una de las bandas más emblemáticas e influyentes del Death Metal de corte americano.
Únicos en su especie, Obituary son y serán aclamados allá por donde pasen. El logotipo de la banda es tan mítico que es de obligada estampación en cualquier “chupa” que diga ser heavy y su vocalista John Tardy es el espejo perfecto donde mirarse si lo que se pretende es ganar un concurso de “growls”. El numeroso público que se dio cita en la Sala Mondo recibió a los de Tampa de manera más que afectuosa, elevando la temperatura del local hasta que la humedad alcanzó límites sub-tropicales. Muchos de los presentes eran testigos de aquella lejana visita del 97, supervivientes de la escena extrema, portadores de una bandera donde las letras DEATH METAL se estampan con sangre. Para unos pocos era la primera vez que veían a una banda de la talla de Obituary, de la que se oraban tantas alabanzas en los prolegómenos del show, mientras que para la mayoría, cosas como Obituary ya no son una sorpresa habida cuenta de los numerosos conciertos a los que actualmente se pueden asistir, pero que siempre se acogen con gusto y cariño. Resumiendo: la expectación era máxima.
Cuando entramos en la abarrotada sala, los teloneros Exquisite Pus estaban descargando una especie de Death Metal, onda Cannibal Corpse en versión bastante mediocre, más si cabe siendo el nivel del Brutal Death tan elevado como es en la actualidad. Los murcianos hicieron un poco el bestia, pero ni la pericia como músicos ni el sonido que sacaban de sus amplificadores me convencieron en demasía. Mucho ruido para una orientación muy clásica, propuesta demasiado arriesgada cuando últimamente lo que se lleva es la chatarra de Dying Fetus o Cerebral Bore. Puede que dentro de unos años estemos ante una sensación del Death patrio y tenga que comerme estas palabras, pero por lo pronto prefiero ser honesto y motivar a la banda para que siga mejorando, algo que sin duda harán si tienen más oportunidades de telonear a bandas como Obituary.
Tras una espera que fue corta pero que se hizo larga, Obituary hicieron acto de presencia con todos los integrantes menos John Tardy, escondido tras las cortinas. La pareja de hachas Trevor Peres y el criticado Ralf Santolla junto con la sección rítmica formada por Terry butler y Donald Tardy fueron los protagonistas del tema apertura, ejecutando la instrumental “The Redneck Stemp”, ya habitual de los set list de la banda. Ritmos machacantes que ganan en intensidad con cada embestida, pocas florituras, mucha mala hostia. Instalado en la parte central de la sala, rodeado de gente de la escena local como algunos componentes de Aphonnic o Dantalion que no quisieron perderse el espectáculo, llegaba a mis oídos un sonido bastante nítido y aceptable. La hiper saturada guitarra de Trevor Peres solamente desquició a los que se situaron en las filas principales, según palabras de los propios testigos, que además tuvieron que lidiar con un ambiente que se caldeó desde los primeros temas. La salida a escena de John Tardy provocó los aplausos del personal, que lo venera como uno de los mayores rugidores del Death Metal. El león va viejo y eso se nota desde el primer corte en el que lo vemos desgañitarse la garganta haciendo gestos raros. A falta de pocos días para la finalización de la gira europea, a Obituary se les nota cansados y un tanto ausentes en el escenario, limitándose estos a tocar un tema tras otro sin apenas descanso.
El concierto que Obituary dieron esta noche, giró hacia terrenos clásicos, lo cual ante la notable falta de intensidad mostrada fue todo un acierto. Lo mejor de todo fue disfrutar de Donald Tardy y su increíble pegada en cortes como “Find The Arise” o “Chopped In Half” (aunque no me gustó nada el solo de casi diez minutos casi al final del show, bastante del montón y ciertamente aburrido). También me pareció notable la actuación de Ralf Santolla que sacó un muy buen sonido de su guitarra. Al ex- Death, Deicide, entre muchos otros, le han caído palos continuamente desde que ocupó el puesto del añorado Allen West. Los solos de Santolla sonaron altos y limpios, excesivamente limpios dirían algunos, demasiado heavys. Es verdad que se echó de menos algo más de putrefacción en esos dedos, pero hay que saber reconocer cuando encima de un escenario hay un buen músico.
El que esperara ver a los Obituary más clandestinos, el que se roció el pelo con loción anti piojos por miedo a una migración en masa de estos bichos desde la greñas de John Tardy, o el que pensara que aquello iba a ser más bestia que una explosión de una plataforma petrolífera de BP, está claro que se equivocaron de sitio. Los Obituary de hoy son lo más parecido a una banda de Rock And Roll con gruñidos y riffs más densos…vamos, tampoco he descubierto la pólvora. Fue poco el protagonismo para “Darkest Day”, su último disco, el cual no se hechó de menos. Sí fueron mejor recibidas “Insane” y “On the Floor” de “Frozen In Time”. Pero como comentaba antes, la gente se lo flipó de lo lindo con sus temas más clásicos. Yo personalmente esperaba con impaciencia “Final Thoughts” de “World Demise”, para mí, el último gran disco de la banda, del cual, no sé si por despiste o que, no soy capaz de recordar si tocaron “Don´t Care”, aunque juraría que no lo hicieron. Me llevé cierta desilusión por la interpretación de John Tardy a las voces, muy flojo toda la noche, si bien era algo que me esperaba tal y como iba trascurriendo el asunto. Otro de los discos esperados era “Slowly We Rot”, cuyos temas fueron los más aplaudidos junto a los de “Cause Conflict”. Representaron muy bien este clásico del Death Metal con “Intoxicated”, “Till Death” y “Slowly We Rot”, la cual dejaron para finalizar.
En definitiva, disfrutamos de un concierto simplemente aceptable. No hubo pega por el sonido, ni por la ejecución de los temas y mucho menos por el set list elegido, pero sí que es cierto que hace más o menos un año pude ver una versión bastante más bestia de Obituary en el festival Ilha do Ermal en Portugal, y esto era algo que también se comentaba cuando la gente abandonaba la sala. Como se diría en el argot futbolístico, “se sudó la camiseta” y eso es lo importante; hacer piña, juntarse unos cuantos colegas para dar muestras de que la escena metalera de Vigo goza de buena salud, algunos hicieron el garrulo tras meterse entre pecho y espalda algún que otro litro de cerveza, lo cual no deja de animar la fiesta y en general vivimos un día de comunión y encuentro entre los que amamos esta música. Todo ello gracias a unos anfitriones de lujo que de repente nos hicieron hablar y recordar tiempos de cuando algunos no teníamos ni la mayoría de edad.
Fotos por: Jesús Figueirido
Be the first to comment