Un álbum para los amantes de los sonidos oscuros y los nostálgicos del after-punk/rock de los 80, aunque con un contenido un tanto irregular, donde destacan positivamente algunos temas.
Desde Barcelona nos llega este primer disco de Vyvian, pero que no os engañe lo de "primer", ya que esta banda está formada por veteranos de la escena rockera barcelonesa (con miembros de Mishima y Ego:trip): Dani Acedo a la voz y al bajo, Dani Vega a las guitarra e Isra Zubeldia a la batería. Para esta puesta de largo, VYVIAN han contado con Lluis Cots, batería del grupo Madee, como productor y, con su ayuda, han conseguido un sonido perfecto para el estilo que practican los catalanes. Un bajo omnipresente y unas guitarras y baterías repetitivas que acompañan a la profunda voz a lo largo de todo el disco.
Para que os hagáis una idea, Vyvian son una mezcla de grupos míticos como Joy Division, Echo and the Bunnymen o incluso los primeros The Cure, con bandas más actuales como Interpol o los The Killers más oscuros.
Pero vamos a lo que vamos. "Life in Hysteria" consta de doce temas más uno escondido y no llega a los 50 minutos de duración. Tal vez eso ayude a digerir el disco con más facilidad, ya que en algunos momentos se hace demasiado lineal. Desde el comienzo con "Romantics and Politics" hasta el final con "Wake Up", la propuesta de Vyvian se antoja un tanto monótona. Seguro que esta colección de canciones hará las delicias de cualquier apasionado de bandas como las antes citadas, pero en general deja un poco frío.
A su favor hay que decir que tienen algunos temas que suben la calidad media del disco notablemente. "Avant the laisse", por ejemplo, es un temazo de esos que no te quitas de la cabeza en unos días, con un estribillo tremendamente pegadizo. El lado más bailable de la banda está representado por "Let you go", la única concesión que Vyvian hacen a la pista de baile en el disco. Aunque la palma se la lleva "Friend", una canción que bien podrían haber grabado Joy Division en su momento y que no desentonaría ni en sonido, ni en calidad.
En definitiva, un disco para los enamorados de los sonidos oscuros y los nostálgicos del after-punk/rock más ochenteno.
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