Un músico navarro que funde la tradición musical de su tierra con las posibilidades expresivas del jazz. Acaba de publicar un precioso trabajo en el que ha contado con tres mujeres para acompañarle en esa sugerente grabación.
En La Factoría del Ritmo sentimos predilección por los discos que se salen de lo común y “Los Pendiente de la Reina” desde luego lo hace.
Este álbum está firmado por Josetxo Goia-Aribe, un músico navarro que ya tiene cinco plásticos publicados y en los que siempre ha desarrollado un original concepto en el que la música tradicional de su tierra y el jazz se encuentran y se funden en un abrazo, lleno de ternura, pero también de atrevimiento.
Josetxo toca el saxofón, también compone, y en éste disco se ha rodeado de tres mujeres para conformar el cuarteto con el que ha afrontado su último trabajo. Ella son Estixu Pinatxo, voz, Sorkunde Idígoras, pianista, y Luisa Brito Guveia, contrabajista.
“Los Pendientes de la Reina” hace alusión en su título a una vieja anécdota familiar y en su gestación se partió de textos clásicos y populares como fuente de inspiración, a los que se añadió la personal fusión de jazz y ritmos populares navarros que practica Goia-Aribe. Un trabajo ciertamente original, que suena muy bonito, y en el que han colaborado Guillermo McGill (batería y percusiones) y Diana Campóo (voz).
• Informándome para preparar esta entrevista he visto que tienes cinco discos y cada uno de ellos con un planteamiento muy original y radicalmente ajeno “a lo comercial”… ¿La satisfacción de hacer la música que de verdad sientes compensa cualquier aspiración de fama o dinero fácil?
¡Sin duda alguna!. Creo que al final se trata de que te vayas a dormir tranquilo con ese sentimiento del deber cumplido.
De todas maneras lo “comercial” es una palabra muy estigmatizada y a veces esto no lo tengo tan claro y no sé si es justo del todo. Me explico: Cuando uno hace música la hace porque le divierte le apasiona y le llama ese mundo, y creo que siempre hay un elemento de sinceridad y honestidad en el fondo. Si la música que te sale hacer y los elementos que añades para que esta sea de tu satisfacción (cosmética de estudio) resulta que es comercial en función de las variables del mercado pues te iras a dormir tranquilo; sin duda, y si además te hace sentirte bien …pues cojonudo. Esta idea -no nos engañemos- de artistas que no vendemos y no somos famosos al uso, que a veces parece que vamos de meta-auténticos que no hemos caído en el aro, y bla bla me parece sinceramente algo muy aburrido. Ahí andan los celos, las envidias, la desacreditación fácil al otro, se lapida fácil… Y esto no me gusta, yo lo he hecho, y me he dado cuenta que son muy malos acompañantes de ruta. Cada uno hace lo que puede.
Otra cosa es -y aquí si que me enfado y mosqueo- que los poderes públicos, los medios de comunicación y la cultura en general debería de mostrar al público todas las estéticas musicales. O sea la igualdad de oportunidades. Y esto no es así. Aquí debería de haber algo que ya existe en otros países que se llama intervencionismo; en fin nos hemos ido a la política, claro.
• El curioso título de éste disco “Los Pendiente de la Reina” parece ser una metáfora de su contenido, o al menos del sentimiento general que quiere transmitir ese contenido… ¿Lo puedes explicar para nuestros lectores?
El título corresponde a una historia pequeña, familiar, que alguien me contó en una sobremesa. Es un canto a los pequeños detalles; pequeñas cosas que no cotizarán jamás en bolsa y que nos hacen enternecernos en un momento dado, y además nos dan energía para componer e idear situaciones en el pentagrama.
El título hace referencia a unos pendientes de fantasía que lleva un gigante de cartón piedra y que se mueven de una manera especial en un espacio festivo lleno de gente y que pasan desapercibidos mientras se mueven al ser bailados. Esto pasa en Sanfermines con mogollón de gente alrededor; y una mujer se quedó prendada hace ya un siglo de este detalle, detalle local pero a la vez universal sin duda. Yo he desvelado el secreto con permiso de los familiares.
• Por cierto… ¿Porqué el título del disco en castellano si el contenido está interpretado en euskera?
La cita era en castellano y he respetado la fuente. Además suena bonito. Mucha gente en estas tierras ?lo voy a decir, y me la juego- padece una servidumbre a un nacionalismo cada vez más trasnochado tal que lo habría traducido. Aquí hay mucha manía en esto. La paella es con azafrán y los chipirones en su tinta.
Los demás temas excepto uno son en lengua vasca simplemente porque soy bilingüe y así lo vivo. Me parece sano y saludable que un padre vascoparlante que le habla a su hijo en esta lengua le diga: “begira begira muttiko horra “los pendientes de la reina” harat hunat” (Mira mira chaval cómo se mueven “los pendientes de la reina”).
• Las composiciones musicales son tuyas, aunque están inspiradas en poemas de varios autores, clásicos y modernos, y en melodías tradicionales… ¿Cuánto de inspiración y cuanto de creación netamente propia hay en estos temas?
Inspiración, supongo que siempre. Hay temas con claros guiños de ojo a melodías tradicionales en las que les he dado una vuelta de rosca; otros son textos que he musicado y que musicalmente podrían partir de la nada, pero esto ya sabemos que no es así. Llevamos más información de la que imaginamos en la mochila. La genialidad es para los genios.
• En tu banda te acompañan tres mujeres… ¿El hecho de que fueran todas mujeres es algo casual o lo buscaste intencionadamente, intentando aliarte con una sensibilidad especial que te pudieran aportar?
Me gusta trabajar con mujeres, tenemos tanto que aprender de ellas! Hubo cierta intención, sí. La pianista Sorkunde Idígoras ya la conocía y fue la primera persona que contacté, luego la voz y resulto ser también una mujer que descubrí cantando “de una manera comercial” en una televisión autonómica Estitxu Pinatxo, y a la hora de buscar las manos al contrabajo busqué la presencia femenina en este instrumento ya que hace unos años vi al saxofonista Lee Konitz tocando con Helene Labarriére (contrabajista francesa) y aquello me cautivó, ver a una mujer tocando el contrabajo. No sé… me gustó, y entonces me presentaron a Luisa Brito. Y así, todo mujeres, rompiendo estereotipos que ya es hora, ¿no?.
• Escuchando tu disco me parece muy claro que tu propuesta encaja con toda naturalidad en ambientes de jazz… ¿pero alguna vez has actuado ante un público más proclive al folklore?. Si es así… ¿cómo ha sido la experiencia?
Mira esto es un rollo porque el “jazzero” dice que lo que aquí se escucha es folk/nuevas músicas… Y claro el de Folk dice que este disco es jazzero. Chico! Y luego vienen los programadores de conciertos y más de uno -me consta- ante esta duda optan por achantarse, por no programarte; ¡¡toma!!. Otros arriesgan viven la apuesta, programan música, no el éxito del momento; hay que decir que en este pequeño mundo de músicas no comerciales también se da la comercialidad. ¡¡Cuántos discos míos y colegas permanecen en las estanterías de las oficinas de programadores de festivales de música con el cerofan sin abrir!!. A ver programadores que estáis leyendo esta entrevista, ¿es verdad o no?. Otra vez topamos con la dichosa frase de “Igualdad de oportunidades”.
En fin nos sigue encantando lo que hacemos y eso es lo importante.
• Según he leído cuando tenías 17 años tocabas la gaita y te recorriste un montón de pueblos de tu tierra… ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Te ha dejado marcado?
Fue una experiencia a años vista maravillosa, y contra mas pasan los años esa experiencia se torna mas rica.
Íbamos a tocar a los pueblos de Navarra 2 gaitas (1ª y 2ª voz) y un tambor con un repertorio popular de jotas, pasacalles, murgas, danzas, dianas, etc. etc. Llegábamos al pueblo y no había un horario fijo, nos llamaban las cuadrillas y tocábamos por la calle hasta la madrugada, siempre con ellos, gente encantadora, contagiosa, generosa, con un sentido del humor y una espontaneidad fuera de serie, la gente bailaba con unas coreografías dignas de ser testimoniadas, era curioso ver cómo se movían, cómo cantaban jotas, coplas; era lo popular en suma, la espontaneidad llevada a la quinta esencia; y yo tocaba y observaba y era como una película.
Ahora está todo mas estereotipado, piñon fijo, la gracia se elabora en casa, antes se improvisaba más; la gente era más artista. Y supongo que todo eso me ha influenciado para la música y para la vida claro.
• ¿Y como fue tu trayectoria posterior para que llegases al fascinante mundo del jazz?
Yo me cansé de tocar la gaita, el último año (tocaba la 2ª voz) me ponía a improvisar y a inventarme melodías, simplemente porque ya me aburría. Mi compañero de 1ª voz me empezaba a fruncir el ceño por que me iba de picos pardos y vi que aquello se me hacía pequeño, limitado dada la inquietud que musicalmente sentía. Un buen día escuché la improvisación que Sonny Rollings hizo en St Thomas y aquello me dio un vuelco. No me podía creer que era una improvisación. Finalicé los estudios de clásico en saxofón con premio fin de carrera en San Sebastián, luego me fui a Paris 4 años y volví para casa en el 1996, hasta la fecha y desde entonces tengo 5 discos debajo del brazo. Mi compañero de 1ª voz (el gaitero) cuando me ve tocar se siente orgulloso, y yo de él.
• También eres profesor en Musikene… ¿Cuál es tu labor allí?
Tengo una asignatura que es realmente preciosa y dura a la vez. Se llama “Jazz y músicas improvisadas” y se puede cursar durante 4 años y esta destinada exclusivamente a alumnos de corte “clásico”.
Es un trabajo interesantísimo. Enseñar a una arpista, violín, oboe, violoncello, etc, etc. a improvisar en un blues, o en un bolero… Enseñarles quién era Monk o Michel Portal y en definitiva verles improvisar sin atril, con su partitura interior al final de curso, atónitos… yo el primero. Parto de una inocencia que es oro. Mi deber es pulirlo. Es un alumnado con gran curiosidad y eso es lo importante.
Estoy realmente encantado.
• El nuevo álbum se ha publicado con Errabal Jazz… ¿Qué aporta hoy en día a un álbum como el tuyo publicarse en formato CD y distribuirse en el canal de tiendas? ¿Ves un futuro próximo en el que Internet lo copará todo?
¡Uf!. Sí, sí, yo creo que Internet va a ser quien venda y esta vendiendo a la postre. Ahora bien, una vez más y lo decimos bien alto, los precios de los discos deben de bajar. Yo creo e igual soy un iluso, que la tienda no desaparecerá. No sé, o sí.
Es la tertulia estrella entre músicos. Vivimos un momento convulso en este sentido.
Yo admiro a gente como Errabal, que dicho sea de paso sin ellos no estaríamos haciendo esta entrevista.
• ¿Estáis llevando estas nuevas canciones al directo? ¿Dónde se os podrá ver próximamente?
El 1 de julio pasado hicimos una actuación en el Baluarte de Pamplona para RNE en directo. El 11 de julio en Pamplona, el 28 del mismo mes en Bera de Bidasoa, el primer fin de semana de octubre en el festival de Jazz de Las Palma sin concretar del todo, el 28 del mismo mes en Burlada (Navarra) en un congreso de estudios europeos, y bastantes cosas sin cerrar; al fin y al cabo el disco lleva escasamente un mes y se trabajará la programación de conciertos a final del otoño; de aquí al invierno gran parte del pescado esta ya vendido.
• ¿Te gustaría añadir algo más para nuestros lectores?
Que si les parece contarme algo que me den un toque a…
…y que gracias por haber llegado hasta aquí. Un abrazo
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 23 (sección: Entrevistas).
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