Folk sin complejos

Folk sin complejos
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Observaciones: Fotos por cortesía de El Arroyo de los Cagaos

Siempre polémicos, este grupo con raíces mira al panorama sin miedos, empezando con un nombre que ya indica que lo que viene no tiene nada que ver con los tópicos asociados al folk.

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No están aquí para sacudir los cimientos de la industria musical, porque ni si quiera es lo pretenden. El Arroyo Los Cagaos dice que su misión es poner al alcance del público esas otras coplas populares que otros grupos folklóricos no quieren o no se atreven a cantar, pero que pertenecen al acervo popular con tanto derecho como las “bonitas”. Sus letras nos recuerdan que el pueblo lleva mucho tiempo arremetiendo a su manera contra la iglesia y el poder establecido, sin olvidar las preocupaciones eróticas.

El grupo se formó en el norte de Cáceres y forma parte de esa nueva hornada de gente joven que quieren hacer cosas diferentes en el mundo del folk. Grupos como Nel Tardíu (Cantabria) o Atascaburras (La Mancha) demuestran que la nueva sangre tiene también algo que decir en la vieja música.

Finalmente, comentar que el título de la entrevista no es casual. Al igual que cierto whisky segoviano tienen un sabor áspero que les hace incompatibles con las fiestas de la alta sociedad. Pero de igual modo más de uno predica que precisamente éste es su valor.

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• Ya sé que es la pregunta menos original del mundo pero sigue siendo obligado hacerla: ¿podríais contarnos el origen de vuestro nombre?

Carlatos: Pues parece ser que alguien de los más beatos del pueblo propuso que se

llamara arroyo cristalino, a lo que se contestó rápidamente de forma irreverente “el arroyo los cagaos, que ese sí que existe y nadie se acuerda de él”. O algo así pudo ser…

Zamarra: Jua jua… Parece que con el tiempo cada uno de nosotros hemos acuñado una propia versión del origen del nombre. El caso es que antes incluso del año 96, cuando debutamos en un escenario en el por entonces famoso concurso de Rondeñas de Candeleda (Ávila), ya hablábamos de llamarnos así cuando nos liábamos de juerga, en clara referencia a los nombres habituales de los grupos foklóricos al uso, que rescatan en el nombre, al igual que en la música, la parte más bucólica de nuestro ambiente rural. Nosotros simplemente queremos rescatar la parte más divertida, porque, ante todo, para nosotros la música tradicional es un medio de diversión.

• ¿Os traído problemas el nombre?

Carlatos: Problemas, lo que se dice problemas, no, porque lo que hacemos es música

para divertir a la gente. El nombre en sí no se mete con nadie. Otra cosa son las letras…

Zamarra: Se refiere a que tenemos muchas coplillas tradicionales sobre curas, guardias, y cosas así, pero en realidad nada que no lleve ningún rabelista en su repertorio. Sin embargo podemos señalar numerosas anécdotas de gente que ha subido muertos de vergüenza a presentarnos, o incluso una imprenta al hacer un cartel puso.. “El Arroyo los Casaos”, pensando que era imposible que fuera “Cagaos”, suponemos. Por otro lado, sabemos que en algunos casos han llegado a debatir en los plenos si nos llevaban a tocar o no, o que algún grupo político de extrema derecha ha bloqueado nuestra presencia en algún festival.

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• ¿Eso quiere decir que habéis sufrido por tanto algún tipo de censura?

Carlatos: Pues supongo que sí, lo que pasa que nadie te lo va a decir a la cara. Si

no te llaman para dar conciertos en algún sitio puede ser por censura.

Zamarra: Lo que sí que tenemos que decir al respecto es que nunca nos metemos con nadie, que nuestra intención es tan sólo pasar un rato divertido, y que si alguna figura pública no sale muy bien parada es tan sólo a nivel simbólico y no se lo tiene que tomar por el lado personal (excepto quizás Juan Carlos de Borbón). En realidad nos autocensuramos los cantares más fuertes que sabemos, precisamente para que nadie se ofenda ni se pueda sentir mal por meternos con el rey de España, curas, guardias o demás personajes típicos de la música tradicional. De hecho, en todos los sitios a los que vamos se muestran satisfechos, la prueba es que solemos repetir.

• Sois un grupo que levanta pasiones tanto a favor como en contra. ¿Provocáis

o es que la gente se molesta ella sola?

Carlatos: Un poco de las dos cosas, aunque a veces si no hablas la peña se mosquea

también. No hay término medio, o le gustan las letras y se “escojonan”, o

se santiguan y se van indignados.

Zamarra: Yo la verdad no entiendo por qué tenemos la fama de haber revolucionado el mundo de las letras en el folk, la verdad es que los rabelistas y algunos grupos como Candeal, han mantenido la tradición picaresca con letras ni mucho menos más recatadas que nosotros. Lo que sí que tenemos es otra actitud, más gamberra, pero también más divertida, somos un grupo de gente que nos gusta pasárnoslo bien, y esa actitud es la que ha sido revolucionaria, pues el resto de grupos se la han reservado para cuando se bajan del escenario, donde se comportan igual que nosotros, o al menos en cada grupo siempre hay algunos figuras con los que nos juntamos fuera de las tablas.

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• ¿Cuál es por tanto la diferencia entre vuestra música y otros grupos de folk como pudieran ser Eliseo Parra o vuestros vecinos de Manantial

Carlatos: Como dice Zamarra, “las pintas”, tanto musicalmente hablando como la puesta en escena. Tocamos y nos subimos al escenario como somos nosotros, no como los

grupos folklóricos de toda la vida.

Zamarra: Y nosotros somos muy “jevis”… jua jua Además, ellos hacen folk, es decir, versiones arregladas de música tradicional, nosotrosos queremos hacer folklore. Sin dejar de hacer versiones, tratamos de llevar la música tradicional en forma más pura, sin instrumentos modernos ni arreglos complicados, de la forma más parecida posible a como suena en la calle, aunque inevitablemente haya que arreglarla…

• ¿Qué tipo de arreglos hacéis?

Zamarra: En realidad los mismos que cualquier otro grupo foklórico, dobles voces con los instrumentos solistas, preparar principios y finales, y a lo mejor alternar los instrumentos… la principal diferencia es el aire con el que tocamos, más marchosito, pero es como tocamos la gente joven la música tradicional.

Carlatos: A los chicos de la percu nos hacen sudar pero bien… y no te digo nada de Raulato, que toca el cántaro a boinazos, ese sí que lo flipa.

• La verdad es que tocáis instrumentos bien curiosos. ¿cuáles son estos?

Carlatos: Pues mira, yo toco un caldero de hierro, que dejaron de fabricar en el siglo XX, agitándolo por el asa al estilo partocho, pues en otros lugares no lo tocan con ese aire. El resto son los típicos de esta zona, golpes de cántaro para hacer los graves, el almirez, la botella a veces, antes llevábamos incluso una tabla de fregar como sección de madera…

Zamarra: En cuanto a la cuerda tocamos, guitarras, guitarrillos, laudes, bandurrias, violines y flautas… todos ellos instrumentos tradicionales, con mayor o menor prodigalidad por la zona, aunque el violín y la flauta se tocaban mayormente en forma primitiva de rabel y pita, y nosotros preferimos la forma más evolucionada, pero no hemos sido los primeros ni muchos menos en rondar con ellos.

• Alguien os definió como un grupo de folk con actitud punk. ¿Estáis de

acuerdo?

protagonistasCarlatos: Pues me parece que el punk nos queda muy lejos. Lo único que hacemos esdarle un poco de fuerza a la música tradicional de la Vera. Empezamos muy jóvenes, y eso se nota en todo.

Zamarra: Nos hemos criado escuchando AC/DC, no Manolo Escobar o Concha Piquer, y eso se nota en nuestro directo. Pero a la Polla Records o a los Sex Pistos los consideramos tan nuestros como a Metallica o los Maiden. En general estamos recuperando una filosofía popular que recupera valores paganos precristianos reminiscentes en las tierras sometidas al Imperio Romano, tales como la sexualidad, la sátira, la libertad, frente a esa otra cultura del sometimiento que representa la autoridad y la iglesia. ¿Es eso punk? En realidad ambas corrientes culturales bebemos de las mismas fuentes: las ansias de libertad.

• Tengo entendido que no os gustan los escenarios demasiado. ¿Nos podéis

explicar por qué?

Carlatos: Partiendo de la idea que lo que nos gusta es improvisar, tocar y que la gente que nos sigue se implique, el escenario de por sí ya tiene un orden, de horarios, de canciones, etc. Nos gustan los pasacalles, las tabernas y que la gente te hable o cante mientras tocamos. Es decir, nos gusta crear un proceso comunicativo en dos direcciones, frente a la pasividad que genera la industria discográfica.

Zamarra: Pero ya nos vamos acostumbrando a las tablas, lo que pasa que es difícil encontrar el equilibrio entre la necesaria espontaneidad de la música tradicional y la presentación de un espectáculo en público. Nuestra fórmula consiste en tocar casi sin ensayar, improvisar las letras, aunque con arreglos que hemos ido haciendo en la calle, bueno, más bien tabernas, y basándonos mucho en señales auditivas que nos hacemos los unos a los otros, por ejemplo, se acaba cuando se echa una despedida, no cuando hayas contado cinco cantares…

• Todos los grupos evolucionan con el tiempo. ¿cuál ha sido vuestro proceso?

Carlatos: Pues la picardía de ser un grupo. Ya no hace falta ensayar tanto, el miedo escénico es menor (aunque antes lo quitábamos con vino, infalible).

Zamarra: Musicalmente además hemos ido incorporando violín, flauta y guitarrillo, una variante del guitarro que se toca por Levante que nos hicimos construir a medida. También la experiencia nos ha ido enseñando a hacer arreglos y armonías para que la música tradicional, muchas veces repetitiva y cuyo encanto radica en la participación, no suene monótona.

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• A la mayoría de los jóvenes no parece interesarles el folklore popular. ¿Por qué creeis que es esto y cómo les convenceríais para que fueran a un concierto del Arroyo?

Zamarra: Yo creo es que tienen en mente la idea de música tradicional que consagró la dictadura militar a través de los grupos de coros y danzas de la Sección Femenina. Es decir, gente disfrazada, seria, bailando y cantando horteradas… (a los jóvenes acostumbrados al hip hop mucha de la poesía romántica decimonónica de la que se alimenta la música tradicional no ha de dejarles de parecer cuanto menos algo ajeno, sino hortera). Con todo el respeto a los grupos actuales de coros y danzas, y esto les pasa a ellos también, si no participas, es decir, si no cantas o bailas, ser espectador de música tradicional puede ser algo incomprensible, de ahí que se suela decir que haya que mamarla.

Carlatos: Sí, la verdad es que es difícil llegar a públicos que no lo han mamado, (a lo mejor con barra libre), pero si alguien nos ve montando una zambra en alguna taberna, con un chato de vino y escuchando lo que sale de los instrumentos y gargantas, seguro que les gusta. Nosotros le damos la oportunidad de participar, aunque sea arrítmico y desafine, siempre puede templar algo, participar de algún modo.

• Sé de vuestro éxito ante públicos rurales. ¿Qué tal cuando el ambiente es

más urbanita?

Carlatos: Lo flipan, porque aunque todo lo que lleve la palabra rural mola, está claro que hay que vivir en un pueblo para entender lo que dices y lo que quieres que se entienda. La música tradicional es también una cuestión de identidad, de escuchar tus raíces, y los “tomateros” desgraciadamente para ellos, la han perdido…

Zamarra: Yo creo que en muchos sitios se esperan un grupo foklórico al uso, y aparecemos los pelanas… Por otro lado en la ciudad hay gente muy intolerante, me refiero a gente joven, que tan sólo escucha un estilo de música, me refiero a jevi, trance, hip hop, salsa, flamenco, o lo que sea, y no les interesan otras cosas. Si la gente tiene inquietudes por conocer algo mas de lo que produce la industria discográfica, solemos conectar.

• ¿Cuál ha sido el concierto más extraño que habés dado?

protagonistasCarlatos: Con unos alemanes que hacían una cosa rara…

Zamarra: Si es verdad, ese se lleva la palma, creo que nuestros amigos de Discoteca Flaming Star hacían algo así como performance afterpunk postmoderno de Berlín, y nos propusieron una colaboración para un espectáculo en Viandar de la Vera (Cáceres)… los viejos del lugar, si bien ya acostumbrados a nuestra particular idiosincracia, alucinaron con la chica en traje de novia y el cantante travestido, o no hablar del bajo intencionadamente desafinado o las letras en alemán e inglés.

• Estáis grabando vuestro tercer disco. ¿Alguna novedad?

Carlatos: Pues más canciones de la sierra de Gredos, con el mismo estilo. No se

acaban.

Zamarra: Pues sí, una jota, una rondeña, un fandanguillo, un par de canciones rápidas, una o dos lentas, alguna toná bohemia, otra de corro, ¡ah! y de nuevo otra poesía popular… más de lo mismo. Las novedades son nuestros fichajes, Caldero al almirez y Alberto a la guitarra, que sustituyen a algunos de los compañeros que por tener que dedicarse a otros menesteres han ido dejando el grupo.

• Todos vuestros trabajos son autoproducidos. Alguna razón para no publicar con alguna discográfica?

protagonistasCarlatos: Pues no creo que le interese a alguna, y si le interesara a lo mejor somos nosotros los que no queremos.

Zamarra: No vemos ninguna razón para caer en lo que criticamos pactando con el diablo de la industria discográfica, que es la que está matando la música como forma de expresión popular, convirtiéndola en negocio, haciendo que sólo canten los que saben y salen en la tele. Gracias al dinero de los conciertos nos podemos permitir pagar los gastos de producción y podemos difundir nosotros los cds. Tampoco nos interesa que nos consigan conciertos en lugares donde no podremos ir, ya que asumámoslo, un folklórico nunca estará número uno en los cuarenta principales… y aunque lo fuéramos, no queremos cambiar nuestra vida “bucólica” y rural.

Carlatos: Además para llegar más lejos tenemos internet, pues colgamos nuestras propias canciones en lugares donde se comparte información y sofware (es decir, el “emule”)

• ¿Algo que decir a los lectores de LA FACTORIA DEL RITMO?

protagonistasCarlatos: Pues que si pueden que nos escuchen, que si les pilla cerca alguna actuación que nos vean en directo, y que si van por Villanueva de la Vera que prueben el vino de pitarra y traten de hacer migas con la gente que los partochos (que así se nos llama) somos muy sociables.

Zamarra: Además les invitamos a que se pasen por nuestro sitio www.arroyoloscagaos.com y se echen unas risas, o directamente se descargen nuestra música, la copien y, si les gusta, la compartan con el mayor número de gente posible. No se preocupen por los derechos, la música tradicional es de todos.

Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo (sección: ).

Sobre los autores del artículo:

Félix Vera
Escritor, músico y viajero infatigable, ha pasado parte de su vida en Australia y actualmente reside en Alemania. Forma parte del equipo de La Factoría del Ritmo desde el año 1995. Militó como guitarrista en los grupos de rock Containers y Ras con Ras. Ha publicado relatos en diversas revistas y es autor del poemario-rock: "Las Vueltas". Además es uno de los fundadores de la inusual editorial Alas Ediciones, dedicada a promover "literatura que deja manchas".

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