After The Carnaval

Zuco 103 está formado por el alemán Stefan Schmid, teclados y productor, el holandés Stefan Kruger, batería, cantante y productor, y la cantante brasileña Lilian Vieira.

Se unieron en el año 1998 y han publicado hasta el momento seis álbumes. Su estilo musical, que funde electrónica y música brasileña, se ha dado en denominar "Brazilectro" y ha creado escuela, siendo varios los grupos que se mueven actualmente en unas coordenadas similares, si bien Zuco 103 sigue distinguiéndose por la calidad de sus trabajos y porque han ampliado su paleta musical, que mantiene esos dos pilares básicos, pero incluye drum n bass, dub y elementos de música afro-cubana y africana.

Su sexto y más reciente álbum es este "Alter The Carnaval", un disco que han grabado en Holanda y Brazil, en el que han dejado atrás el trabajo esencialmente basado en samplers de sus anteriores álbumes y en su lugar han contado con un gran número de músicos, entre los que cabe destacar a Sergio Cavazzioli en la guitarra, bajo y cavaquino (quien ha trabajado con Gilberto Gil) y Marcos Suzano en las percusiones. Con ellos han logrado dar un carácter muy orgánico y chispeante a la grabación, alcanzado además en aquellos cortes en los que no hay instrumentos electrónicos, o esto se mantiene en un plano muy discreto, un resultado que parece de otra época y no desentonarían en una recopilación de temas brasileños de los años 70.

El disco contiene 13 cortes y todos ellos son dignos de ser escuchados y disfrutados, aunque se pueden destacar "Nuca Mais" (primer single, con una preciosa línea vocal y unos destacables arreglos "bossa nova"), "Beija a mim (saudade)" (perfecta para la pista), "The same way" (cadencia seductora), "Pororoca" (un medio tiempo en crescendo), "Cria" (vibrante estribillo), "She" (rugidos electrónicos como base de un ritmo marcado, sobre el que la cantante camina a un paso del rap), "Fulero" (vacilona), "Madrugada" (delicadeza y dub) o "Gringa de Crianza" (minimalismo Hip Hop y coros africanos).

"After the Carnaval" es un álbum brillante, de sonido elegante, con buenas canciones, que suenan llenas de vida y que parecen perfectas para amenizar una etapa feliz o para dar un barniz de buen gusto a cualquier pista de baile.

En este trabajo tampoco se puede pasar por alto el bonito trabajo de diseño hecho en la carpeta del CD. Se trata de un digipack desplegable en tres zonas, con un libreto en que se incluyen las letras. Tanto la carpeta como el libreto están adornados con una buena colección de fotografías, que se corresponden con una serie de bodegones, en los que se combinan instrumentos electrónicos clásicos (un sampler MPC, una caja de ritmos Roland, un Korg, etc.), con frutos tropicales, instrumentos acústicos y algunos objetos más. Un atractivo adicional añadido a la música para hacerse con el original de uno de los álbumes más recomendables de lo que va de año. No te arrepentirás.