Nacho Vegas: El hombre que casi conoció a Michi Panero

Formó parte de Manta Ray, en una época especialmente interesante del grupo, y con su carrera en solitario ha cosechado éxitos gracias a sus dos primeros discos (“Actos inexplicables” y “Cajas defíciles de parar”). Ahora acaba de editar su nuevo álbum, “Desaparezca aquí”, y hace unas semanas, como preámbulo lanzó este EP, “El Hombre que casi conoció a Michi Panero”, un plástico en el que incluye un corte adelanto del nuevo disco y tres temas que no irán incluidos en aquel.

Hace un par de años pude ver a Nacho Vegas en directo y recuerdo que al acabar la actuación un tipo cincuentón del público comentaba… “me espera otra cosa, es como Bob Dylan”. Y lo cierto es que, con grandes diferencias, ambos tienen algunas similitudes… Y tal vez la principal es que Nacho desde luego no es un buen cantante… Tiene una voz justita, que gusta por su normalidad y sobre todo porque la utiliza para defender letras personales, con una capa de ambigüedad que se puede penetrar con un poco de esfuerzo. También ayuda, en hacerle atractivo, los arranques melódicos en el que se deriva un cuerpo constituido por letras interpretadas entre el susurro y el recitado. Sin olvidar que todas sus canciones están arropadas por producciones llenas de detalles y adornos de gran variedad de instrumentos (de las que hasta el momento siempre ha sido responsable Paco Loco).

En resumen, éste es el estilo habitual de Nacho y también el que emplea para las canciones que se incluyen en éste EP… En “El hombre que casi conoció a Michi Panero” reconoce su sintonía con el poeta y esboza retazos vitales entre la melancolía, la amargura y el paso del tiempo. Es el tema más atractivo del EP, con unos extensos “arranques melódicos”, y una producción llena de elementos que desembocan en una tormenta final con cierto aire circense (recurso que ya ha utilizado en otras canciones anteriormente).

“Autoayuda (Versión Toro Loco”) es más desnuda, con la guitarra siendo la protagonista en lo musical y Nacho cantando de forma que parece dirigirse al oyente en un tú a tú, en ambiente tranquilo e íntimo.

“Chucho Malherido” eleva la energía, con un protagonismo de la guitarra inicial que evoluciona hacía una producción con un montón de instrumentos… momentos circenses (el trombón tiene ese efecto), Nacho silvando, y metales apuntalando, para después devolver la canción a un aparte final similar a la inicial.

En cuanto a “Canción el Extranjero” expone la voz como principal protagonista, con un fondo de punteo de guitarra. En ella Nacho cuenta más que canta una historia de encuentros y despedidas.

Un EP para completistas de Nacho, con una primera canción realmente buena, y que sirve de aperitivo de los que nos deparará su nuevo álbum.