Si un concierto tiene que ser ante todo un espectáculo y su misión principal es entretener. Entonces, Nach ha dado en el clavo.
Puede que él haya pensado que un concierto protagonizado íntegramente y exclusivamente en solitario pudiera hacerse tedioso. Tal vez, pero desde luego la inclusión de Arma Blanca en su propuesta para el directo, una vez vistos juntos, se me antoja muy acertada.
En la Sala Temple Bar de Santander, y organizado por la promotora Tal Ivan Producciones, cerca de un par de cientos de personas se dieron cita para contemplar sobre la tarima lo que el autor de “Poesía Difusa” había demostrado sobre los surcos.
Los primeros en aparecer fueron Arma Blanca, con tres MCs potentes rimando y con un DJ que realizó una más que destacable labor. Interpretaron un buen número de canciones, donde tuvieron tiempo para hacer alguna inclusión en el drum’n’bass y para demostrarse como un grupo bien conjuntado.
La entrada en escena de Nach fue recibida con aplausos y allí comenzó a repasar su repertorio, principalmente basado en las canciones de su segundo trabajo, secundado por los apoyos de su grupo invitado y con DJ Joaking, también de Arma Blanca, a los platos.
La entrega del público asistente fue entusiasta y Nach se mostró con buena conectividad, sabiendo llevar el concierto con naturalidad y con la humildad suficiente para ceder el protagonismo en varias ocasiones a sus invitados.
La mayoría de los temas fueron cantados sobre bases distintas a las del disco e incluso una de ellas, se tornó en clave drum’n’bass.
A la mitad del concierto Nach pasó a segundo plano y Arma Blanca interpretó un tema para luego lucirse haciendo beat-box… increíbles. Dejaron a todos los presentes con la boca abierta.
Esta parte la realizaron dos de los MCs junto con el DJ, mostrando una diversidad de ritmos, sonidos e ideas que dejó claro que no solo dominaban la técnica, sino que le echaban mucha imaginación.
Después el concierto de Nach continuó, con la temperatura y entusiasmo general muy altos.
Gran parte de las canciones fueron coreadas por el público y cuando llegó el momento de la despedida, tanto Nach como Arma Blanca, recibieron una merecida ovación.
Se entregaron, tocaron a gusto y conectaron con el público. Éste se fue satisfecho, con la seguridad de haber asistido a un buen concierto de Hip Hop.
Artículo y fotos por: F-MHop
(Fecha de publicación: 29/01/2004)
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