En el año 1997 esta cantante americana irrumpió en la escena Hip Hop sorprendiendo a todos con un magnífico disco, “Supa dupa fly”, que logró una satisfactoria acogida entre el público y que fue reconocido ampliamente por la crítica, hasta el punto que para muchos periodistas musicales es uno de los álbumnes esenciales de la historia del Hip Hop.
Parte fundamental del éxito de aquel disco fue responsabilidad de Timbaland, un productor que a partir de entonces se convirtió en una auténtica factoría de éxitos.
Aquel plástico contenía canciones donde predominaba el Hip Hop potente con letras duras, pero también tenía elementos de soul y r’n’b.
Dos años más tarde el mismo dueto, cantante y productor, volvería a unirse para su nuevo trabajo, “Da real world”, un disco donde se aborda un acercamiento a música más digerible, con guiños al pop y al maintream más comercial, que sin embargo contenía unas letras plagadas de sexo explícito.
El disco es un nuevo éxito de ventas, le permite penetrar en mercados distintos al Hip Hop y aunque cuenta con colaboraciones de grande de este género (Eminem, Redman o Outkast en otros) sirve para que parte de la escena Hip Hop rechace a la cantante por considerar que se había entregado demasiado al terreno de la música pop y lo comercial.
Otros dos años después, y estamos en el 2001, Missy Elliot vuelve (como siempre de la mano de Timbaland) con otro disco aún más comercial, “So addictive”, donde el aire r’n’b está absolutamente presente, aparecen incursiones en el drum’n’bass, y donde parece que la intención es conseguir singles que penetren por los poros de los oyente/compradores. El dardo más certero lo consiguieron con “Get ur freak on”.
Ha estas alturas la MC parecía definitivamente alejada de la autenticidad Hip Hop y más preocupada por lanzar cantantes soul (Aaliyah, Tweet, Ms. Jade, etc.) o el éxito de su línea cosmética (sorprendente si tenemos en cuenta que se trataba de una mujer entrada en carnes y no especialmente agraciada) que del estilo musical que le facilitó una posición dentro del mundo de la música.
Pero contra todo pronóstico, Missy Elliot se descuelga a finales del pasado año (con Timbaland como aliado, no podía ser de otra manera) con un álbum directamente conectado con la vieja escuela del Hip Hop y con una nueva imagen gracias a que ha perdido 30 kilos. Este nuevo disco se llama “Under Construction”.
Parece ser que una laguna creativa inicial llevó a la pareja a tomarse las cosas con calma, relajarse y les apeteció escuchar discos de la vieja guardia del Hip Hop: Big Daddy Kane, MC Lyte, Run DMC, Public Enemy, Sugarhill Gang… A partir de aquí surgió la orientación del nuevo disco: un baño en el sonido de los años de esplendor, y también de los de gestación, del Hip Hop. Algo que también se evidencia en la estética, callejera y graffitera, de la carpeta del CD. Pero eso sí, ese acercamiento a las canciones de aquella época no hace que el disco suene antiguo o desfasado, pues lo que han asimilado es el espíritu.
El nuevo álbum vuelve a contar con lujosas colaboraciones (Method Man, Jay-Z o TLC), no desdeña el soul ni el r’n’b ((“P***ycat”, “Nothing out there for me”, “Play that funny” y “Can you hear me”) pero cuenta con un Hip Hop vitalista, excitante y divertido como principal protagonista. Algo de lo que es buena muestra el primer single extraido del disco, “Work it”, en el que se cuenta con la colaboración de 50 Cent y se utilizan como ingredientes guiños varios a la vieja escuela, scratchs a contratiempo, elefantes barritando y un ritmo intercalado de Beastie Boys como conclusión final.
Un buen disco, con canciones divertidas y que reivindica los años más excitantes y callejeros del Hip Hop
Comentario: F-MHop.
(Fecha de la publicación: 20/02/2003)
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