Desde que allá por diciembre del año 1998 saliera a la luz el primer LP de Nacho Mastretta llamado “Música de Rayos X” este músico santanderino y polifacético no ha parado. Ha seguido sacando discos, ha hecho bandas sonoras de películas y cortos, música para el desfile de un conocido diseñador español, etc.
En poco más de tres años ha pasado de ser el humilde técnico de sonido de la sala “El Sol” de Madrid a ser un compositor que ya empezamos a asociar con cierta frecuencia al término “banda sonora”. Ha creado un estilo tremendamente peculiar que combina el jazz con el lounge, saxos desafinados entonando bandas sonoras de películas que en ocasiones nunca existieron (en otras sí).
Tras asistir a su primer concierto en Valencia (en la Sala Roxy), nos surgió la curiosidad de qué es lo que estaría haciendo Nacho Mastretta en estos momentos.
Lo que a continuación se plasma, es el extracto de una larga conversación con una persona tremendamente modesta que sabe muy bien dónde está situado.
Nuestra llamada sucedió a la buena noticia de su contratación para poner música a la Gala de los Premios Goya de este año. Dentro de poco tendremos noticias sonoras y televisadas de él.
Ya han pasado cuatro años desde Melodías de Rayos-X (diciembre, 1998). En estos momentos, ¿cómo ves a Mastretta?
Desde entonces lo que he experimentado es un cambio muy importante. A partir de 1999 he empezado a vivir de la música. Desde que acabé la carrera de piano con 19 años me he dedicado a la composición, pero por entero a ello desde el 2000. He sido preparado (por mis estudios) para componer. Voy encaminado a tener una personalidad y expresarme lo más claramente posible partiendo de los gustos musicales, porque antes que músico soy “devorador de música”. Antes, cuando estudiaba en el conservatorio mi influencia era la música clásica, después, compositores que me han ido marcando a lo largo de mi vida y los he ido asimilando: influencias de música europea, mejicana, música negra, música mediterranea y todo esto lo que te da es un cierto estilo.
De mis primeros discos lo que veo es que se notaban más todas esta influencias. Ahora lo que trato es de ocultar toda esta música que me ha ido marcando y crear mi propia personalidad.
De aquí en otros cuatro años, ¿cómo te ves?
Pues ahora estoy en una postura peculiar y apartado de la industria, lo que me da toda la libertad del mundo y eso es lo que me gusta. No puedo estar dentro de la industria porque no hay libertad.
En este año hemos dado cuarenta y pico conciertos en Francia, Méjico, Italia… he puesto la música a tres películas, a dos cortos y una banda sonora para una serie de la televisión gallega. Hace unos minutos me han llamado para pedirme que ponga la música a la entrega de los Premios Goya. Lo que me gustaría de aquí en unos cuantos años es que todo siguiera así y no tener que volver a trabajar. Seguir viviendo de la música con muchos proyectos. Que siempre sea como este año.
Has dado el salto a EEUU con el sello Minty Fresh (Chicago) que ha publicado un disco que es un recopilatorio de tus dos primeros discos y una minigira por NYC durante el veranos del 2002. ¿Qué tal ha sentado tu música por allí?
Ha sido todo una sorpresa que un sello de EEUU se interese por un grupo indie español. Los de la discográfica me mandan críticas publicadas allí y la verdad es que son muy buenas. La crítica española siempre me ha tratado muy bien, lo que es muy gratificante es que crícicos sin ninguna referencia mía tengan críticas favorables hacia mí, como son los críticos de EEUU.
También has estado en Méjico hace unas semanas, ¿cómo fue todo por allí?
Méjico es un país donde hay mucha cultura musical. Aquí si vas a un concierto y no te gusta, no pasa nada, te vas y ya está, pero allí, si a el público no le gusta un grupo lo echan del escenario abucheándolo (he sido testigo de ello).
¿Cómo es tu relación con el cine?, ¿el cine viene a ti, o tú vas buscando al cine?
En los 80 ya empecé a hacer música para videocreación, aunque esta sea una faceta mía poco conocida. Después, Melodías en Rayos-X recoge todo lo que estuve haciendo durantes los 90, entre lo que se encuentra alguna composición relacionada con el cine. Después Daniel Carpalsoro me vió en un concierto y le gustó lo que hacía y me llamó para la banda sonora de “Asfalto”.
Como quien dice, con lo de las bandas sonoras estoy empezando, todavía me queda mucho que aprender del oficio del cine. La música tiene que estar al servicio de los personajes, de la imagen; no es lo mismo si es de noche que si es de día, etc. Es todo un mundo del que todavía me queda mucho que aprender.
En directo te llevas siempre a Pablo Novoa (guitarra), Miguel Malla (saxo) y Ricardo Moreno (percusión) como formación habitual. ¿Qué añaden estos músicos al sonido Mastretta?
Bueno, recordamos el primer concierto que dimos juntos, que fue el del Sonar del 99 (20 de junio, creo) como nuestro aniversario y lo celebramos con una cenorra por todo lo alto. Tengo mucho en cuenta el trabajo de mis músicos, no sería lo mismo sin las percusiones de Ricardo, que enseguida sabe lo que quiero. Son imprescindibles, son los únicos con los que puedo trabajar en este momento. Además, somos amigos, y eso se nota.
¿Qué música pasa por tus oídos en estos momentos?
Pues llevo casi un año escuchando música clásica. En el conservatorio lo que escuchábamos era puro romanticismo y llegué a aborrecerlo. Ahora, parece que he quitado un poco el perjuicio y he conseguido disfrutar de la clásica que tiene unas virtudes increíbles. Lo bueno de la música clásica es escucharla con todos los sentidos, no escucharla mientras estás haciendo algo, sino escucharla a conciencia. La música clásica te está contando una historia. Lo bueno es ir fijándote en la música. Yo he logrado escuchar música clásica durante cuatro horas seguidas. Me siento en el sofá y escucho música clásica. Como la gente se sienta a ver la tele, pues yo escucho música. Si te concentras puede ser divertidísimo. Además la música de la radio es estos momentos es muy homogénea, no tiene libertad…
Mastretta opina:
Panorama musical español actual:
“Pienso que hay que activar la afición musical. Dar cancha a formaciones y grupos que no sean los de siempre. La música ligera siempre ha existido, lo que preocupa es que sólo exista esa música”.Discográficas:
“Hay que tomar una postura por la música… Hay que hacer que el público se involucre en la música. También sería bueno que un grupo mediático no tenga todo el control sobre la industria”.Sobre las opiniones de algún colega sobre las “nuevas estrellas” triunfantes:
“¿Quien soy yo para decir que la música de los demás es mala…?”.Sobre su música:
“Todavía es muy pronto para decir que mi música es buena o no. Ya lo dirá el paso de los años…”.
Entrevista y fotos: Mario Díaz.
(Fecha de la publicación: 06/02/2003)
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 15 (sección: Entrevistas).
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