El software renovado de esta solución híbrida para la creación musical de la empresa alemana Native Instruments, incorpora importantes novedades, entre las que destaca un conjunto de instrumentos virtuales de primer nivel.
En sus 19 años de historia, la empresa alemana Native Instruments ha sabido ganarse un importante lugar en estudios musicales de todo el mundo.
El secreto de su éxito ha sido saber combinar en sus productos innovación con una sobresaliente calidad y ofrecerlos a unos precios contenidos, de manera que resultaran atractivos para los músicos y productores profesionales, pero a la vez accesibles para los que crean música por simple afición.
De entre su amplia gama de productos, la familia Maschine ha destacado de forma notable en los últimos años.
Se lanzó inicialmente en el año 2009, como una atractiva combinación de hardware y software, y desde entonces ha ido creciendo con varias versiones del hardware, revisiones del software y con librerías de sonido que se han ido lanzando cada pocos meses.
Maschine, en su vertiente hardware, es un controlador inspirado en los samplers MPC de Akai, con unos pads sensibles al nivel de presión y un conjunto de botones y controles giratorios destinados a diversas funciones.
Pero ese controlador no es capaz de generar sonidos por si sólo. Necesita de un ordenador, donde se instala el software, gracias al cual logra unas capacidades multidimensionales que superan con mucho a la legendaria gama MPC: es un sampler, pero también un potente secuenciador, integra sistemas de síntesis y además se ofrece acompañado de amplias librerías de sonidos incluidas en el precio inicial (y que posteriormente se pueden ampliar).
La evolución del hardware
La primera versión de Maschine, del año 2009, que se puso a la venta incluía un llamativo controlador hardware de 32 cm de ancho por 29,5 cm de largo. El cual contenía 16 pads sensibles a la presión, 41 botones, 11 controles rotatorios y dos visualizadores en blanco y negro.
Dos años más tarde se lanza Maschine Mikro, una versión portable, de un considerable menor tamaño, conservando el mismo número de pads sensibles a la presión, con 28 botones, un solo control rotatorio y un solo visualizador. Eso sí, siendo totalmente compatible con el software y por lo tanto capaz de obtener los mismos resultados finales.
En 2012 Native Instruments decide renovar el primer controlador, poniendo a la venta Maschine MK2, en el que se conservaban las dimensiones, pero se incluían notables mejoras ergonómicas.
El número de botones pasó a ser de 48, 3 de los controles giratorios se sustituyeronn por una gran rueda, se mejoró la disposición de todos los elementos y la retroiluminación de pads y parte de los botones pasó a ser multicolor. Además se puso a la venta en color negro y en blanco, la primera versión era exclusivamente negra, y se vendían kits para modificar su estética con otros llamativos colores. Además, el nuevo diseño del producto permitía la utilización de un stand que inclinaba y hacía más cómodo su uso sobre una mesa y además era posible acoplarlo a un soporte de batería.
También se puso a la venta de forma simultanea la versión Mikro MK2, con mejoras en la iluminación de los pads y botones y la posibilidad de elegir también entre el color blanco y el negro.
Finalmente en 2014 se lanzó Maschine Studio, el más lujoso de todos los controladores puestos a la venta hasta la fecha. Su tamaño es considerablemente más grande, con 54 botones, un gran control giratorio, además de otros 9 más pequeños, y con la gran novedad de que las dos pantallas son en color y son capaces de representar mucha más información y detalles de los sonidos y elementos de producción. Esto tiene la finalidad de reducir drásticamente la necesidad de mirar a la pantalla del ordenador para configurar o gestionar los elementos de definición de los sonidos y de composición de los patrones.
Actualmente están a la venta Maschine MK2, Micro Maschine MK2 y Maschine Studio, con unos precios de 599 €, 349 € y 999 € respectivamente.
Adicionalmente existe una “app” para iOS que permite crear ritmos en iPhone o iPad, para luego pasarlos, si así se desea, a las versiones “grandes” de la familia. Su precio es bastante asequible: 4,99 €.
La evolución del software
Algo muy interesante de la política de lanzamiento de productos de Native Instruments es que van publicando versiones mejoradas de sus productos y muchas de ellas son gratuitas para sus clientes. De manera que quienes adquirieron un producto Maschine con alguna de las versiones de software 1.x, pudieron ir actualizando a las siguientes que incorporaban notables mejoras. Y lo mismo ha pasado con los que han comprado un Maschine y obtenido la 2.x, ha podido ir pasando a la 2.2 y la 2.3 sin ningún coste adicional, y en estos casos las mejoras han sido realmente sobresalientes.
En su versión 1.0 el software Maschine ya presentaba el concepto global de lo que pretendía ser y es hasta día de hoy: un secuenciador basado en patrones (o pautas según la expresión empleadas en los manuales), con funcionalidades de sampler, efectos y elementos de síntesis complementarios. Con aquella primera versión se incorporó una licencia gratuita del sintetizador Massive. Y además, se incluía una muy notable librería de sonidos de 5 Gigas de tamaño.
Esa versión se fue perfeccionando poco a poco, corrigiendo bugs, incorporando algunas funcionalidades y ampliando la librería de sonidos, pero el gran cambio, toda una revolución, fue el lanzamiento de la versión 2.0 del software.
La nueva versión, lanzada en 2014, ya no fue gratuita para los antiguos poseedores de Maschine, pero se ofreció a un precio asequible, 99 €, e incorporaba una serie de mejoras y novedades que compensaban ampliamente ese precio. Además se incluía de serie para nuevos clientes y hubo un periodo de “colchón” para evitar disgustos, dando la actualización gratuita a los clientes que hacía cierto número de meses que habían adquirido alguno de los productos de la familia Maschine.
Aunque se mantenía la esencia y el concepto de siempre, la versión 2.0 presentó novedades llamativas en el interfaz de usuario, pensadas para facilitar la utilización y la agilidad creativa, entre las que destacaba una nueva vista tipo mesa de mezclas, un nuevo enfoque en el buscador de ficheros y sonidos y una mejor manera de gestionar y acceder a los plugins externos. El sampler se mejoró, con detección de cruce a nivel cero entre otros detalles. Y se reprogramó el “engine” de audio, para que ahora permitiera un número de grupos ilimitado, efectos de inserción, desvíos “sidechain” y soporte “multicore”.
Además se incluyó, junto a Massive, un nuevo conjunto de sintetizadores especialmente diseñado para esculpir sonidos de percusión. El sintetizador Reaktor Prism, librerías de samples de piano eléctrico, que conforman el paquete Scarbee Mark I, y el plugin de compresión Solid Bus Comp. A esto había que sumar que la librería de sonidoz se incrementó muy notablemente en cantidad y variedad.
Unos meses más tarde se lanzó la versión 2.1, que se puede considerar una revisión menor. Solucionaba algunos bugs y aumentaba la estabilidad del producto, incorporaba dos nuevos sintes de percusión (para bombo y sonajero) y se mejoraban algunos detalles.
La versión 2.2 sí fue una revisión realmente importante, pues incorporó funcionalidades para la utilización de escalas y acordes (que facilitaban la creación de melodías y bases armónicas) y un potente arpegiador, además de integrar el denominado “Komplete Kontrol”, una ampliación del buscador con una representación estéticamente más atractiva para la selección de sonidos entre las librerías y paquetes del propio fabricante.
Y así llegamos hasta la versión 2.3, la más reciente y que sin ninguna duda incorpora unas novedades que añaden un grandísimo atractivo al producto.
Añade nuevos sintetizadores de percusión, especialmente diseñados para dos tipos de toms y dos tipos de platos, un buen conjunto de nuevos efectos (limitador, distorsión analógica, “cabinet” y dos nuevos presets de reverb) y algunas mejoras en el flujo de trabajo. Pero la gran novedad, la que hace a esta revisión especial y le añade ese singular atractivo, es que se añaden nuevos productos al paquete que antes se adquirían por separado: Monark, The Gentleman, Drumlab, Retro Machines, Vintage Organs y West Africa.
Repasando los pluggins y sonidos complementarios de Maschine 2.3
A continuación vamos a repasar todos los plugins y librerías adicionales que actualmente se ofrecen acompañando a Maschine, desde el sinte Massive que se lleva ofreciendo desde la primera versión hasta el ramillete de productos que se acaban de incorporar con la versión 2.3.
Massive: Un sintetizador virtual muy reconocido, que permite utilizar hasta 85 “mesas” de onda, cada una con 3 osciladores y con un sistema de enrutamiento muy flexible. Además permite multitud de fuentes de modulación, incorpora macrocontroles y una enorme biblioteca de 1.300 presets.
Reaktor Prism: La suma de un sintetizador virtual y un módulo de efectos, basados en el módulo “Modal bank” de Reaktor 5.5, que se basa en los conceptos del modelado físico. Incluye 370 presets de sonidos y 50 preajustes de efectos.
Monark: Un sintetizador virtual que recrea es sonido de los sintetizadores analógicos monofónicos de los años 70. Tiene dos osciladores y es especialmente adecuado para conseguir sonidos solistas, de bajos y percusiones. Se entrega con 383 presets.
The Gentleman: Una librería de sonidos de piano para Kontakt (basta con el placer), tomadas de un piano vertical fabricado en 1908.
Drumlab: También basado en Kontakt, se define como un “laboratorio de sonidos de batería”. Incorpora sonidos de baterías reales y sintéticas, que se pueden combinar de muchas maneras para conseguir resultados totalmente personalizados. Se entrega con 60 preajustes de sonidos y 90 ritmos con 10 variaciones cada uno de ellos.
Retromachines MK2: Una enorme librería de sonidos sampleados, a partir de 16 sintetizadores y teclados analógicos vintage, ampliamente usados en los años 70 y 80. Incorpora arpegiador y reproductor de acordes. Para Konkakt (basta con el placer).
Vintage Organs: Otra librería de sonidos sampleados, esta vez de órganos tipo combo y tonewheel de los años 60 y 70, incluyendo los clásicos: Hammond B-3, C-3 y M-3, Vox Continental II y Farfisa Compact. En total se incluyen 100 presets.
West Africa: Una colección de sonidos muestreados de 34 instrumentos del oeste de África, 26 de percusión y 8 tonales, con 74 patrones pre-programados.
Scarbee Mark I: Un piano eléctrico clásico sampleado. Especialmente efectivo en música jazz, funk o r&B.
Solid Bus Comp: Un efecto tipo compresor, que recrea un dispositivo analógico y que se proclama como especialmente adecuado para subgrupos de batería, pistas simples y para aglutinar mezclas completas configurándolo con bajos ratios de compresión.
Valoración de Maschine 2.3
Maschine, en cualquiera de sus variantes, es una magnífica solución para la creación musical en home estudios, especialmente para quienes orientes sus creaciones hacia los géneros electrónicos o cualquiera de las variantes de la denominada música urbana.
Todos los controladores resultan muy prácticos y su uso es realmente divertido.
La nueva versión del software conserva lo mejor de la esencia de siempre del producto, incorpora notables mejoras y además su atractivo se incremente muy notablemente con la enorme librería de sonidos y productos complementarios que incorpora.
Se puede considerar una solución “todo” en uno, porque suma un secuenciador, con un sampler, efectos, las capacidades de una caja de ritmos y las extensiones en forma de diversos sintetizadores.
Si bien hay que tener en cuenta que su secuenciador es de tipo “patrones” y aunque resulta perfectamente crear canciones completas de tipo instrumental, y con imaginación también se podrían incorporar las pistas vocales, lo cierto es que resulta recomendable contar también con un secuenciador “tradicional” como cualquier de las gamas Cubase, Sonar o Logic.
Es importante tener en cuenta que Maschine 2.3 funciona como programa independiente y también como plugin. Y que al comprarlo, se adquiere el derecho de usar tanto de su versión MacOS como Windows.
Para las personas que ya dispongan de licencia de la versión 1.x y hasta el momento hayan dudado sobre si les compensaba pagar la actualización, que son 99 €, en la actualidad compensa sobradamente, porque el producto mejora notablemente y los sintetizadores y librerías de samplers que se incorporan en ese precio compensan con mucho esa cantidad.
Si alguna de estas personas dudan sobre la compatibilidad de las canciones que haya creado con Maschine 1.x, al emplear la versión 2.x, indicarles que ambas versiones pueden convivir instaladas en el mismo ordenador sin el menor problema. Por lo que pueden probar a cargarlas en la nueva versión y si tienen el más mínimo problema las podrán seguir usando con la antigua.
Más información sobre el producto: http://www.native-instruments.com/es/products/maschine/maschine-accessories/maschine-2.0-software-update/
Enlaces de interés:
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Cultura y tecnología).