El periodista, escritor y guionista Manuel López Poy publicó el pasado verano un libro dedicado a Elvis Presley, la icónica figura del rock que fue fundamental para su popularización masiva.
Manuel López Poy tiene publicada una abundante bibliografía dedicada a tendencias musicales y grandes artistas, además de haber guionizado numerosos cómics, como el recién publicado “Blues – La Novela Gráfica”, participado en documentales y escrito libros del género novela negra.
En este libro dedicado a Elvis se enfrentaba al reto de aportar algo distintivo frente a la gran cantidad de obras previas dedicadas al cantante de Memphis. Y lo ha conseguido tirando de oficio, optando por ofrecer un texto de fácil lectura, que da una visión muy equilibrada entre los aspectos personales y las facetas musical y cinemátográfica del artista.
En la siguiente entrevista podremos conocer los entresijos de la elaboración de “Elvis – El hombre y el mito”:
Por edad y generación no disfruté de la música de Elvis hasta décadas después de su muerte. Y cuando pienso en Elvis siempre recuerdo este pedacito de letra de la canción “Fight the power” de Public Enemy, uno de mis grupos favoritos: “…Elvis was a hero to most / But he never meant shit to me, you see / Straight up racist that sucker was / Simple and plain…”. Esa referencia me sirvió para profundizar en la historia del rock and roll, fijarme en los artistas negros coetáneos de Elvis, en los artistas precursores del rock, casi todos negros, y comprender el doble rasero con que la industria trataba a los artistas blancos y negros en los Estados Unidos en los 40, 50 y 60. Me resultó muy útil para profundizar, descubrir artistas y poner sus aportaciones en perspectiva. Pero también me costó mucho tiempo darme cuenta que la frase de Public Enemy era injusta, que por la información que existe de Elvis nunca fue un racista, sino que sentía muy profundamente la música que le inspiró y tenía un gran respeto por los artistas negros… Tú que has estudiado a fondo la vida de Elvis… ¿Tenían comportamientos o actitudes que, al menos a los ojos de hoy, se podrían considerar racistas?
Yo creo que ni a los ojos de hoy ni a los de entonces, pero siempre hay que tener en cuenta el momento histórico. Estamos hablando de los años 50, una época de dura segregación racial, que separaba radicalmente a los negros de los blancos con una frontera tan invisible como infranqueable… para los negros, porque los blancos sí que podían acudir a los locales de los afroamericanos. Y eso precisamente fue lo que hicieron Elvis y toda la primera hornada de músicos blancos de rock, atraidos por el rhytm & blues negro.
Elvis pasó su infancia conviviendo con sus vecinos negros en Tupelo y su primera juventud visitando los locales de música negra de Beale Street, en Memphis. De hecho, hay testimonios como el de Sam Bell, un amigo afroamericano de Tupelo, en el que cuenta que en los cines los negros iban al piso de arriba y los blancos a la primera planta, pero que una vez dentro, Elvis siempre subía a ver la película con él y sus amigos. El propio Little Richard le calificó en una ocasión como un integrador, pero nada consigue acallar esos eternos rumores de racismo.
En Elvis se dieron cita un conjunto de singularidades que le convirtieron en un mito que resiste el paso del tiempo. Pero hubo mucho de casualidad en su descubrimiento… Si Sam Philips hubiera situado su estudio de grabación en otra localidad, si se hubiera decantado por hacer otro regalo de cumpleaños a su madre, si la secretaria no se hubiera fijado en él, si Sam Philips hubiera sido menos paciente cuando decidió probar con él… Elvis habría sido un desconocido que probablemente nunca hubiera iniciado una carrera musical. ¿Crees que la industria musical de aquel momento habría generado otro mito similar, con otro artista blanco propulsando el rock and roll hacia la popularidad masiva?
En esta vida el azar decide bastante más que nosotros mismos, aunque en lo que expones haría una sola salvedad: es muy poco probable que Sam Phillips se hubiese instalado en otra ciudad. Era un individuo con un olfato especial para rastrear músicos de blues y rhytm & blues y Memphis era el lugar donde había más por metro cuadrdo.
Pero sí, sin duda hubiese salido otro Rey del Rock. Era un momento de ebullición. El rock ‘n’ roll llevaba germinando más de una década en huerto del rhytm & blues y había un montón de chavales blancos dispuestos a tocar y grabar aquella música. Nunca sabremos cuantos lo hicieron y no pasaron de un concierto en su barrio. Pero Elvis lo cierto es que para la industria musical era el tipo perfecto en el momento justo. Un blanco que cantaba como un negro una música mestiza que entusiasmaba a una juventud que por primera vez en la historia tenía poder adquisitivo y buscaba una voz propia frente a la conservadora generación anterior, golpeada por la Segunda Guerra Mundial. La industria musical, apoyada en la del cine y la naciente televisión, no podían dejar escapar una oportunidad así.
¿Cuánto crees que debe la aceptación masiva del rock and roll a nivel mundial al surgimiento de Elvis Presley?
Yo más que el al surgimiento, diría que, al lanzamiento, porque mientras está en Sun Records, Elvis es una figura conocida en algunos estados sureños y poco más. Es cuando firma con RCA cuando comienzan los lanzamientos mundiales, con un importante soporte publicitario, y Elvis consigue que el rock ‘n’ roll, que desde el estreno de Blackboard Jungle en 1955, con Bill Haley y su Rock Around The Clock en el incio de la película, se estaba convirtiendo en un fenómeno entre un sector de la juventud, se consolide y se extienda hasta el último rincón del planeta.
No debe ser fácil enfrentarse a escribir un libro sobre un artista del que ya se ha escrito previamente tanto antes como Elvis… ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro? ¿Qué objetivos te planteaste para que tu libro fuera diferente a otros escritos sobre Elvis?
La idea me la planteó la editorial Ma Non Troppo poco después de publicar mi anterior libro con ellos, “Rebeldes del Rock”. Al principio se me hacía un poco cuesta arriba porque, como dices, sobre Elvis se ha escrito miles de libros y algunos, como la biografía de Peter Guralnick, son tan exhaustivos, que es prácticamente imposible aportar novedades biográficas. Lo que yo me plantee fue un trabajo de divulgación, narrando lo fundamental de su vida y su obra, contándolo de la forma más amena posible y aportando mucha ambientación histórica de su época, para poder aproximarlo más fácilmente a las nuevas generaciones que se acerquen a su figura por primera vez.
Algo que queda claro en el libro es que Elvis era una persona bastante dócil e influenciable. Muy apegado a sus padres, que se dejó manipular por su manager y que sintonizaba con los valores estadounidense del momento. Algo que contrasta con la idea de rebeldía vinculada al rock and roll. Y también con los escándalos que provocó en su ascenso a la fama, aunque tal vez fuera involuntarios. ¿Cómo valoras la personalidad de Elvis? ¿Hasta qué punto crees que representa esa rebeldía que impregna al rock and roll?
Por mucho que la estudies, es muy difícil valorar a alguien que no conoces personalmente, e incluso a veces, ni así, pero yo creo que fue uno de los millones de juguetes rotos por la industria del ocio desde que se masificó justo cuando Elvis empezaba su carrera. Sus primeros años sí tuvieron atisbos de una cierta rebeldía, más personal y generacional que contra el sistema, como la mayoría de los primeros roqueros. Pero el perfil de Elvis no era el de un rebelde como Jerry Lee Lewis, sino el de un buen chico bastante pegado a las faldas de su madre… y la muerte de ésta le dejó a merced de un circulo personal y empresarial para el que era la gallina de los huevos de oro. Es muy difícil que un chaval tan joven e inexperto pudiese manejar aquella inmensa eclosión de fama y dinero.
En el libro explicas muy bien la gran importancia que tenía el cine para Elvis y como tenía el propósito de convertirse en un gran actor. Pero que las elecciones de los papeles siempre le llevaron a hacer películas de segunda, rentables a corto plazo, pero de escaso valor artístico. ¿Tenía Elvis madera para, con las elecciones correctas y un mentor adecuado, haberse convertido en un gran actor?
Creo que sí, o al menos esa es la impresión que da en algunas de sus primeras películas, como “Love me Tender” o “King Creole”. Incluso en “Charro”, el western estrenado en 1969, cuando ya arrastraba una fama de actor mediocre, defiende con mucha solvencia el papel de pistolero solitario, enfrentado a la justicia y a sus antiguos compañeros de banda, esta vez sin cantar un solo tema.
Si hubiera sido el gran actor que aspiraba ser, con la importancia que tuvo el cine en el siglo XX… ¿hoy le recordaríamos como un gran cantante o como estrella del cine?
Eso es hacer de pitoniso, pero quizá le recordaríamos como una de las primeras estrella del rock que se acabó convirtiendo en estrella de cine.
En la elección de esas películas tuvo una influencia fundamental el Coronel Parker, el manager de Elvis, que le llevó hasta el estrellato, pero que muy posiblemente le limitó en muchas ocasiones y se preocupó bastante poco de su salud… Si no hubiera aparecido Parker en la vida de Elvis, ¿habría logrado los niveles de fama que logró?
En las presentaciones del libro siempre comento que, en el ascenso de Elvis a la fama, era el coronel Parker el que llevaba la escalera. Para bien y para mal, Elvis dependió del coronel para llegar a ser el rey del rock. Lo demás es terreno de hipótesis.
En la película de HBO se transmite la idea de que la actitud del Coronel Parker fue determinante en el rápido deterioro de la salud de Elvis, que falleció con solo 42 años. Tú que has estudiado bien su vida… ¿Hasta qué punto fue Parker determinante en sus adicciones y deterioro?
Desde luego en su iniciación al consumo de anfetaminas y en sus nefastas costumbres alimenticias, no tuvo nada que ver. Las últimas las tenía ya de serie y a las pastillas se aficionó en el ejército. Fue su entorno de amigos, la llamada Mafia de Memphis, el que le proporcionó siempre todos los fármacos que quería. Lo que sí es cierto, es que el coronel no intentó parar esa degradación, ya que al final sin fármacos no podía actuar y eso, que la máquina de hacer dinero parara, era impensable.
En la película Elvis de HBO apenas hay una mención al cine de Elvis, hay diversas licencias biográficas y por otra parte se ha hecho un gran esfuerzo en la caracterización de los personajes y en captar la esencia de su personalidad. ¿Cómo valoras tú la película Elvis de HBO? ¿Te parece más ajustada a la realidad que “Bohemian Rhapsody” de Queen o “Rocketman” de Elton John?
A mí la película me gustó y creo que es un biopic muy bien hecho. Obviamente no es un documental, ni una película biográfica, sino una recreación ficcionada, que es lo que son los biopics. No puedo compararla con las otras dos porque no tengo tantos datos de Queen o Elton John como para saber en qué medida se ajustan o no a la realidad.
Un fenómeno muy curioso, que tratas en el libro, es de los imitadores de Elvis, que fue algo muy anterior a su muerte. Entre ellos siempre me ha llamado la atención El Vez, que, en lugar de ser un imitador mimético, ha desarrollado una curiosa personalidad propia. ¿Cómo valoras a El Vez? ¿Le consideras un imitador, sin más, o que tiene entidad como artista con su propia personalidad?
Tiene una personalidad propia y no le considero un simple imitador, sino un artista que se inspira y apoya en Elvis y su música para desarrollar algo nuevo. De hecho, su trayectoria es más larga que sus discos presleynianos, pero fue su personaje inspirado en el rey del rock el que le lanzó a la fama.
Otro fenómeno surgido en torno a la figura de Elvis es la explotación turística de Graceland. Explicas en el libro que esa explotación ha ido creciendo con los años y hoy en día incluye museos, hoteles y tiendas que rodean a la mansión. ¿Crees que el tirón de Elvis caducará en unos años cuando las generaciones próximas a la etapa de vida del artista vayan diciendo adiós? ¿O crees que la figura de Elvis es tan potente que superará los próximos relevos generacionales?
Nada es para siempre y saber cuánto durará la fascinación casi mística con la que algunos acuden a Graceland es bastante difícil, pero lo lógico es pensar que vaya reduciéndose progresivamente hasta quedar en una figura histórica de la cultura popular. Y como los negocios no entienden de sentimientos, el día que deje de ser popular y llenar la caja, pues el tinglado de Graceland desaparecerá… pero vete a saber cuando!
Eres un gran conocedor de la música popular del siglo XX, por lo que antes de escribir este libro seguramente ya sabías muchísimo sobre la vida de Elvis. ¿Ha habido algunos rasgos que hayas descubierto al preparar este libro y que te sorprendieran?
Lo cierto es que no. Había leído hace tiempo las biografías de Guralnick y Ray Connolly, y en ellas está todo lo sustancial.
Publicas libros con cierta frecuencia, además de escribir en revistas, has dirigido un documental, escrito guiones para cómic… ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Está punto de salir una novela gráfica sobre la historia del blues, editada también por Ma Non Troppo, y estoy trabajando en una biografía en cómic de Valle-Inclan, en gallego, y otra sobre el Vaquilla.
Pues finalizamos, dándote las gracias y dejándote espacio por si desas añadir algo más para nuestros lectores…
Nada más que daros las gracias de nuevo por el apoyo que me prestáis.
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Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 26 (sección: ).