Los Porretas: Las orejas al lobo

Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y que Los Porretas se acercaban a tocar al Festival Rock in Silo de Torrijos (que pretende consolidarse como uno de los encuentros musicales más incipientes de rock en Castilla la Mancha), nos juntamos con Bode y Pajarillo, dos de los miembros con más veteranía en el cuarteto de Hortalezas, para intercambiar impresiones y hablar sobre el pasado y presente del grupo:

¿Cómo están los Porretas? ¿Tenemos Porretas para rato?

Bode: Estamos bien. Viajando y tocando de un lado para otro para presentar el último disco de “La vamos a liar”. Además estamos en el local ensayando temas nuevos para lo que será el siguiente trabajo. Ya sabéis, no nos gusta estar parados ni un momento.

Supongo que el recuerdo de Rober siempre será un acicate e incentivo para seguir en la brecha, no?

Pajarillo: Siempre que nos subamos a un escenario, Rober va a estar por ahí zascandileando entre los amplis, detrás de la batería o donde sea.

Centrándonos ya en los más de 20 años que lleváis al pie del cañón y echando la vista atrás, ¿Qué os queda por hacer que no hayáis hecho?

Bode: Tocar en el Rock in Rio y que nos pagaran bien (risas). Somos de los grupos que cobramos poquito, pero con la que está cayendo, que vamos a pedir…

Vuestras guitarras siempre han tenido un sonido peculiar. ¿de dónde sale ese sonido tan característico de Los Porretas?

Bode: Bueno, a base de tocar vas perfilando tu propio estilo, aunque supongo que en el origen de todo estarán las influencias que te han marcado como Leño, Barricada o, en mi caso personalmente, guitarristas como Gary Moore o Michael Schenker.

Otra cosa característica vuestra son los coros que hacéis en los estribillos, donde participáis todos…

Bode: Desde un principio nos gustó eso de poder cantar todos a la vez y como le damos importancia a los estribillos y nos mola que haya voces, pues todos a berrear…

¿Con quién os hubiera gustado compartir escenario y no lo habéis hecho?

Pajarillo: No tengo muchas preferencias, pero me hubiese gustado tocar con Madonna (risas). En serio, con Toy Dolls estuvimos hablando en su momento o nos quedamos a punto de tocar con Ramones en una de sus últimas giras, hace ya unos años.

¿Tienes alguna canción preferida dentro de vuestro repertorio?

Bode: Es una pregunta difícil. Hay veces que te gustaría tocar una más que otra, pero no puedo decantarme por ninguna en especial.

Si tuvierais la oportunidad de empezar de nuevo, ¿qué cambiaríais y en que os reafirmaríais?

Pajarilla: Bueno, hubiésemos ahorrado algo más dinero y nos hubiéramos preocupado un poco más de nuestra salud (más risas).

De no haber tocado en Los Porretas, ¿con quién os hubiera gustado tocar?

Bode: Me mojo. Venga, con Leño.

Llama la atención que, tras ese periplo de más de 20 años a las espaldas, la formación del grupo siga siendo prácticamente la misma que al principio. Algo que no es muy corriente en el mundo musical. ¿Por qué? ¿Son los Porretas algo más que un grupo musical?

Bode: Bueno, en nuestro caso pasó lo de Rober y lo tuvo que dejar. En su lugar entró Manolo y se acopló sin ningún problema. Si no, pues seguiríamos los cuatro de siempre, seguro.

Pajarillo: Es fundamental el buen entendimiento entre todos, poner las cosas claras y ser compañeros, aguantándonos los unos a los otros con el único fin de ser Porretas.

Aunque a la mayoría de las personas nos gusta la juerga y nos identificamos con vuestras letras, ¿creéis que habéis sido vetados en algún lugar por vuestro nombre o idiosincracia?

Bode: Muchas. Recuerdo que tras un concierto en La Rioja se nos acercó una señora y, preguntando por el cantante, le echó una bronca del copón por la canción de los curas. “Eso de cagüen Dios no se dice”, nos espetó la mujer (otra vez las risas).

Mientras unos publican sus memorias, vosotros incluís vuestras vivencias y anécdotas en vuestras canciones, ¿no?

Bode: Muchas de las cosas que contamos en nuestros temas son reales, aunque algo aderezadas para la ocasión. Los mejores temas siempre salen de historias personales.

Si nos fijamos en la situación actual del país, de la sociedad actual, a la que tanto hacéis referencia en vuestras canciones. ¿Qué opináis? ¿Está cambiando algo (ahí tenemos lo de Podemos, el proyecto privatizador en Madrid ha tenido que ser aplazado, una Infanta en el banquillo, etc)?

Bode: Es que nos están dando muchas hostias. Antes la cosa iba bien pero el aguante tiene un límite. Se ven las orejas al lobo y o te plantas o te quitan todos tus derechos.

Muchos grupos comentan que, tanto que es difícil vender discos a día de hoy, hay que ganarse el pan en los directos, ¿compartís esa opinión?

Pajarillo: Está claro que nuestro medio de vida y sustento son los directos, pues de la venta de discos nunca hemos podido vivir. Nosotros no somos un grupo de superventas, entonces vivimos del directo para nosotros sobrevivir y que disfrutéis vosotros y nosotros.

Hemos vuelto a los principios, con el auge de los conciertos en salas pequeñas. ¿Se acabó el boom de los festivales?

Bode: El tema de los festivales está de capa caída. Antes había festivales en muchos pueblos, algo que estaba de puta madre, con muchas ayudas institucionales. Ahora ya no queda nada de eso y para sobrevivir tienes que hacer mucha carretera y, principalmente tocar en salas pequeñas.

¿Seguís bebiendo cerveza o le dais al kalimotxo?

Pajarillo: Le damos a la cerveza, al kali y, de vez en cuando, al whiskito o un riojita con queso.

Bode: Sí hombre, además yo en mi bodega servía kalimotxo con Rioja, para que tú veas.

Para acabar, ¿han creado escuela los Porretas en el rock nacional?

Bode: Yo creo que sí, hemos marcado nuestro estilo y ese huequito siempre nos pertenecerá. Y por ello estamos muy orgullosos.

La Factoría del Ritmo quiere dar las gracias a la organización del Festival Rock in Silo, al grupo y a la gente de Asalto Sonoro por las facilidades dadas para poder llevar a cabo esta entrevista.

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