La gira de presentación de su nuevo álbum "Cronolanea" llevó a Lori Meyers y sus trabajadas melodías pop a la Sala Heaven de Santander, confirmándose como un grupo de referencia dentro del panorama pop español
Precisamente por la mala suerte que precedió a la primera actuación de Lori Meyers en Cantabria (fechas aplazadas y suspensión de conciertos hasta conseguir fijar una fecha y un concierto en el que el sonido dejó bastante que desear), se pusieron muchas esperanzas en esta segunda oportunidad para ver al cuarteto granadino en directo en la región.
Tras tres LPs y dos EPs publicados en los últimos cuatro años, con su último disco “Cronolánea”, el joven grupo, se ha reafirmado en una posición preferencial dentro del pop español integrando a la perfección la herencia musical de grupos melódicos de los 60 como Los Ángeles o Juan y Junior, con las vanguardias del pop más actual.
El set del concierto de Santander incluyó todas las canciones del flamante disco, intercalando algunas de las canciones más pegadizas de sus predecesores. Para la puesta en escena, los cuatro componentes habituales, contaron con el refuerzo en la sección rítmica, teclados y guitarra de dos de los mercenarios del ejército de músicos granadinos.
Al igual que en “Cronolánea” abrieron el concierto con la introducción musical de “Intromisión”, una canción concebida como apertura, compuesta por una primera parte exclusivamente instrumental en la que los seis músicos fueron tomando posiciones y una segunda parte en la que Noni añade su voz. Tras un breve saludo, continuaron realizando una demostración del sincronismo musical con “Sin Compasión”, para después realizar un parón rítmico e interpretar los primeros y delicados compases de “La búsqueda del rol”.
Después fue “Copa para dos” la primera canción que incitó al público a corear junto con Noni su pegadizo estribillo “Porque todos es tan difícil… con lo fácil que es…”. “Mujer esponja”, de su primer disco, fue el primer paréntesis musical dentro de las canciones de “Cronolánea”. Le sucedieron “Cúmulo de Despropósitos” y “El Secreto Mejor Guardado”, canción en la que Alejandro tomó las riendas como voz principal.
Lo volvería hacer tres temas más tarde para interpretar “Un Mundo por Delante”. Con “Tokio ya no nos quiere”, otra canción de su disco de debut, consiguieron que el público participara de nuevo masivamente coreando el estribillo “si te quieres venir… que sea porque no te da igual…”, llegando al final de este tema a uno de los momentos más intensos del concierto propiciado por una delirante combinación de guitarras distorsionadas y las dos baterías al máximo rendimiento.
Tras la tempestad, la calma y la sensibilidad del comienzo de “Transiberiano”, para llegar a su delicioso final en el que el resto de la banda armonizaba las cinco notas que se repiten desde el sintetizador. Precedido por “Funcionará”, llegó el turno al repaso de su discografía con “El Aprendiz” y “Dilema” dos de las canciones del “Hostal Pimodan” que se encargaron de ir encaminando la recta final del concierto que se cerró con la crudeza y rebeldía de “Alta fidelidad”, matizadas por el cambio del registro de voz de Noni. El tiempo de vises lo inauguró la balada “Saudade” interpretada de nuevo por Alejandro. Seguida por el ritmo vitalista de “Luces de Neon” con la que completaron todas las canciones de “Cronolánea”, cerrando definitivamente el concierto con dos canciones que poco a poco se irán convirtiendo en unos clásicos de la banda como son “Viaje de Estudios” y “La Pequeña Muerte”.
La segunda visita de Lori Meyers a Cantabria dejó un buen sabor de boca, consiguiendo una muy buena respuesta del público, que esta vez pudo bailar y corear sus canciones, y quitarse la espina de la anterior visita en la que actuaron en el teatro Tantín. La banda granadina con “Cronolánea” se confirma como referencia dentro del pop español y lo demuestran con creces mostrando su calidad musical y espontaneidad en sus conciertos.
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