Fue el segundo álbum de la banda y en él colaboraron figuras míticas de nuestro rock, como Carlos Pina, El Drogas, Alfredo Piedrafita o Aurora Beltrán, entre otros.
Segundo gran disco de Lilith, donde cuenta con numerosísimas colaboraciones de figuras consagradas del rock nacional de la talla de Carlos Pina de Panzer, Aurora Beltrán (Belladona, Tahures Zurdos), El Drogas y Alfredo de Barricada, Fernando de Reincidentes, Oscar y Roberto de El Último Ke Zierre e Iker de Dikers. Todo un aval, junto a su incansable gira predecesora, presentando el primer disco, “No te R.I.N.D.as”, de la trilogía. Con respecto al primer trabajo, este segundo disco tiene muchas más presencia del hard rock 80, sin olvidar la rabia punk del debut discográfico. Un “crossover” y planteamientos perfectos para una banda, que tiene muchísimas influencias artísticas, sin complejos, ni miedos a ser encasillados. Entre otras cosas, porque a pesar de las influencias, han desarrollado una estupenda seña de identidad entorno a su cantante Agnes, bien arropada por la instrumentación de la gran base rítmica, de sonido muy pesado, muy denso, por parte de Rafa al bajo y Joan a las baquetas, acompañados por la templanza y buenas dosis armónicas, bien suministradas por la guitarra de Albert en los solos y pasajes rítmicos de las canciones.
Como buenos discos pertenecientes a una saga o colección de discos, en si mismos se pueden considerar conceptuales. Se centran en aspectos reivindicativos, sobre todo de cara a reclamar un lugar más digno en el rock de las chicas y en la sociedad en general, escenificado a la perfección por Agnes. Porque si hay algo de cierto en esta historia, a pesar de los años, es que siguen habiendo muchísimos tópicos entorno a la figura femenina, sustentados en dobles morales, religiones y consumismo compulsivo. Incluso, llevados al género masculino, que no tendría porque ser ni opuesto ni contrario a estas influencias maléficas y hacer causa común. Hace unos años a nivel social se empezó a hablar de “igualdad de géneros” por la violencia, mayoritariamente machista, pero oportunistamente usada como pañuelo de usar y tirar por la prensa amarilla y rosa, por políticos; y como no, por supuesto por algunos anónim@s abducid@s por la cruel tendencia. De ahí, pasábamos al “liberalismo sexual”, ya no se trataba de sexo, se trataba de opciones y tal vez el siguiente paso evolutivo pasara por un cambio de actitud en general, sobre todo en base al respeto y apertura de mentes. Mentes muchas, aún abyectas y reacias a dar su brazo a torcer.
Mientras tanto, habrá talentos como el de Agnes que nos despierten el sentido, a veces atrofiado, de la conciencia social a todos los niveles y veamos más allá de nuestra nariz. Y habrá canciones que trataran de temas que van más allá de buscar que rime un buen estribillo o una letra fácil, como “Hijas de Lilith” o “Pelis porno”, centrados en buscar la acción y reacción de la mujer. Una mujer que desde tiempos inmemoriables ha sido vejada desde la religión y ámbitos con ademanes sectarios y siempre interesados en mantenerlas en segundo plano, de ello, tratan las denuncias sonoras hechas canciones como “Dios” o “Guau!”. Hay espacio para ir introduciéndonos en ámbitos más líricos como “Nana” o la balada “Olvido”, que me recuerda mucho a las que se hacían en los 80, contundencia sónica, dulcificada por la letra y la interpretación de Agnes en este caso, buenas elecciones, justo antes de acabar de despedirse en el disco, con la que normalmente lo hacen desde los escenarios en la gira que les lleva a presentar este nuevo disco por todo el territorio estatal, “Adiós”. Antentos a la despedida curiosa de Carlos Pina a colación de este tema. Un disco como muy bien definen ellos mismos 200% Lilith y a partes iguales ROCK con mayúsculas. Esperamos el tercer disco con impaciencia, salud y larga vida.
Dos videoclips del grupo…: