Su primer grupo, La Cabra Mecánica, le trajo momentos muy felices y el cariño del público. Ahora inicia una nueva etapa más introspectiva, en la que explorar nuevas ritmos y bebe de otras fuentes de inspiración.
Lichis fue el líder de La Cabra Mecánica, un grupo que estuvo activo desde mediados de los años 90 hasta el final de la primera década del nuevo siglo. En esos años publicaron seis discos y lograron un gran reconocimiento, con algunas canciones que se auparon en las listas de éxitos y entraron a formar parte de la memoria colectiva de todo el país: “Felicidad”, “Reina de la mantequilla” o “La lista de la compra”, en la que colaboraba la cantante María Jiménez.
Una vez disuelta aquella banda, Lichis se dedicó a ganar tiempo al tiempo, para que nuevas ideas fueran fluyendo y abordar en un futuro próximo una nueva etapa de su carrera artística. Pero en ese periodo no se retiró sin más, sino que estuvo realizando labores de producción musical en grabaciones de discos de otros grupos y se enroló en La Pandilla Voladora, un “supergrupo” de vida efímera en la que participaban Albert Pla, Muchachito Bombo Infierno, El Canijo de Jerez y Tomasito.
Finalmente, en 2014, sintió que había llegado la hora de retomar sus propios proyectos e iniciar una etapa en solitario. Así, a finales del pasado año llegó “Modo avión”, un disco grabado en Nueva York, con músicos norteamericanos de gran prestigio y con Joe Blaney como productor.
Con motivo del lanzamiento de este trabajo, hemos tenido la oportunidad de entrevistarle:
Han pasado diez años desde el último disco de La Cabra Mecánica en estudio y seis desde el fin de ese proyecto. ¿Dejar pasar todo este tiempo era necesario para que espíritu se renovara totalmente y pudieras iniciar una nueva etapa?
Así es. Han sido años explorando en el repertorio tradicional del Blues y el Country, estudiando música, produciendo discos, tocando el bajo con diferentes grupos hasta encontrar y solidificar las coordenadas que guían mi música actualmente.
Durante estos años te has dedicado entre otras cosas a producir a otros grupos. ¿Qué te ha aportado ese trabajo junto a otros artistas? ¿Analizar la música de otros, y ser capaz de orientarles, también sirve para ver con cierta distancia la propia?
Producir es una experiencia muy enriquecedora, siempre es más sencillo encontrar soluciones a la música de otros, además te contagias del entusiasmo del artista y por supuesto encuentras inspiración para tu propio trabajo.
Tuviste también un “supergrupo” junto a Muchachito Bombo Infierno, El Canijo de Jerez, Tomasito y Albert Pla. ¿Cuál fueron los resultados de esa experiencia?
Fue una experiencia muy divertida y un honor trabajar con gente de tantísimo talento. Pude realizar la gira como bajista y me ayudó a salir del pozo en un momento muy complicado. Guardo buenos recuerdos de todo aquello.
El repertorio de La Cabra Mecánica era bastante variado, aunque parte del público probablemente sólo se fijó en los hits más conocidos, que eran muy festivos. ¿Qué parte del público de La Cabra Mecánica crees que conectará con tus nuevas canciones?
Supongo que conecto ahora con la parte de público que conocía bien el repertorio de La Cabra y posiblemente no con quien conocía sólo los puntuales éxitos.
El disco lo has grabado en Nueva York, Joe Blaney en la producción y con un puñado de músicos de verdadera excepción. ¿Qué tal la experiencia?
Trabajar con Joe ha sido un sueño, me sentí muy cómodo a pesar del miedo escénico ante lo enorme del proyecto y sus protagonistas, he aprendido muchísimo y me ha cambiado como músico y artista.
¿Fue complicado reunir a ese plantel de músicos para que trabajaran contigo?
No, casi todos andaban por NY en esas fechas trabajando con sus proyectos personales y tocando en jams,Hubo mucha entrega en las sesiones de grabación y mucha conexión musical y personal. Detrás de esos curriculums impresionantes había unas personas increíbles.
¿Conocían algo del rock de nuestro país?
Han grabado con algunos artistas españoles y latinoamericanos. Conocen algo de la música de aquí, algunos habían escuchado previamente a La Cabra lo que me sorprendió, me decían que mis canciones les parecían puro Rock Americano pero cantado en castellano.
Una vez de regreso, parece ser que tuviste que buscar un sello discográfico para editar el disco y finalmente has creado el tuyo propio, aunque con un acuerdo de distribución con Warner. Mucho ha cambiado la industria musical en estos años… Antes lo normal es que los sellos se hubieran peleado por publicarlo. ¿Cómo ves el panorama actual de la música profesional? ¿Crees que en unos años se llegará a una normalización, o aún caerán muchas empresas y muchos profesionales verán que la música ya no puede ser su medio de vida?
Ha cambiado todo bastante. Ahora soy yo quien invierte en mis proyectos y toma las decisiones lo que favorece que el resultado final de mis discos sea el que yo quiero y además la responsabilidad de la marcha del proyecto es mía y asumo los retos y los resultados. La gente de Warner me ayuda muchísimo y la relación es muy buena, están muy implicados, pero ahora soy yo quien lleva el timón ayudado por una buena tripulación.
No tengo ni idea de por dónde irán los tiros en el futuro. Lo que veo es que los músicos están reivindicándose como antes no lo hacían y hay enfrentamiento entre nosotros, algo que aunque parezca paradójico, creo que aportará muchas cosas buenas para el futuro
Al escucharte en nuevas canciones se percibe un cambio en tu interpretación vocal… ¿Eres conciente de ese cambio? ¿Ha sido algo buscado o espontáneo?
Estuve unos años cantando Blues y Country y dejándome empapar poco a poco de nuevos colores sin forzar, dejando que todo se fuera interiorizando de forma natural. Es cierto que me aburría mi forma de cantar y este cambio me motiva mucho y me descubre mucho de mí mismo.
En estas canciones te orientas hacia el rock clásico y el blues… ¿En esta etapa de tu vida esos estilos son los que mejor reflejan tu sentir interior?
Sí, me siento identificado con ese desgarro melancólico y esa furia amable que la música anglosajona sabe plasmar mejor que la de otras culturas.
La portada y el diseño en general son fantásticos. La portada la ha hecho el legendario dibujante Max. ¿Qué nos puedes contar sobre su aportación al resultado final del disco?
Fue muy sencillo trabajar con él. Le mandamos el disco para que lo escuchara tranquilamente y nos quedamos con la primera idea que mandó porque creo que dio en el clavo. Con alguien con tanto talento es muy fácil conectar y compartir ideas y conceptos.
Ahora que ya está publicado el disco, vas a comenzar una extensa gira por todo el país. ¿Qué nos puedes contar de los músicos que te van a acompañar durante esta gira?
Es una banda formada por músicos habituales en mi vida y alguna nueva incorporación. Es una apisonadora rock sin concesiones. Son gente con mucha experiencia en directo y estudio y con cientos de proyectos musicales a la espalda, músicos muy completos y con pocas tonterías en la cabeza, algo difícil de encontrar a veces.
Videoclip del tema “Horas de vuelo”:
Enlaces de interés:
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Entrevistas).
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