Uno de los encuentros que más satisfacciones ofrecen a los aficionados al metal cada año: grandes grupos de todas las épocas reunidos para ofrecer unas jornadas inolvidables.
Este gran evento auspiciado por Marcos Rubio y el gran equipo de Sufriendo y Gozando, si se ha caracterizado en algo, ha sido por el hecho de año tras año, tratar de superar el listón auto-impuesto, por la gran calidad de los artistas que congregan miles de personas con la consigna del rock por bandera. Con el único afán de preservar el legado dejado por las verdaderas leyendas del rock de nuestro país y algunos de los artistas internacionales que han marcado una época en el género. Esta tercera edición no ha hecho más que confirmar la regla. No se escatimaron recursos, ni se repararon en gastos, cuando se ha querido dar un empujón espectacular al festival, apoyado en una buena gestión de las contrataciones y unos medios técnicos acordes al nivel artístico de los grupos presentes en la localidad costera de la región murciana. Dándole un cariz totalmente grande e internacional a esta cita, que tuvo que ser desplazada la ubicación del recinto a un lugar más apropiado, por la masiva repuesta por parte del público rockero. Que siempre fiel a sus grupos respondió como se esperaba, incluso hubo bastantes medios de prensa extranjeros desplazados desde Italia o Noruega. El despliegue de medios de prensa fue total y radios como TNT o Concierto Para Ellos, apoyaron desde el primer momento el buen ambiente creado en los recitales durante los tres días de festival. Hubo entrevistas previas, retransmisiones en directo desde el backstage y como siempre los artistas firmaron y se hicieron fotos con sus fans en un stand preparado para tal efecto. La magia que allí se respiraba, contagió a todo el mundo en Puerto de Mazarrón, en unos días atípicos y muy especiales para todos. También hubo reencuentros inesperados y muy celebrados, con Mariscal Romero por ejemplo, hacía tiempo que no coincidíamos y es curioso, pero en parte, gracias a él también hoy día podemos disfrutar de bandas tan emblemáticas como las que se dieron cita en Mazarrón. No sólo por la labor de difusión a lo largo de estos años, en los medios de comunicación, sino por creer en muchas de las bandas y editarlas en sus comienzos en el sello Chapa. Sin lugar a dudas, es parte de la historia viviente del rock español y memoria histórica más reciente de la cultura popular y rock.
El jueves 21, arrancaría el festival con grupos de la zona como los espectaculares Cobretti, cuya imagen y sonidos ochenteros fueron perfectos para abrir boca en un marco tan especial. Ya tuvimos la suerte en Málaga, de presenciar un exitante bolo junto a Devil’s Dandruff y Def Con Dos, hará un año aproximadamente, en plena feria de Málaga. Luego, Badana y Medina Azahara se encargarían de cerrar la noche, como grandes reclamos para la fiesta de presentación.
El viernes 22, fue otra jornada sin desperdicio, donde descargarían los novedosos Atlas, con el aval de poseer una formación que representa el alma de los añorados Niágara. El grupo gaditano SPHINX, que paso a paso se abre camino en el nada fácil mercado del heavy nacional, con grandes discos a sus espaldas, como “Mar de dioses” y aquella gloriosa versión de Queen “I want it all”. La superbanda Harakiri, que pese a la ausencia de Lili (ex- Sangre Azul, ex- Tritón), tiene un plantel formado por músicos de la talla de Miguel Angel López (ex- Silver Fist), Juan Olmos (Zyclope, LDSL, Punto de Mira) que sustituyó a José Castañosa “Lili” en el micro y la colaboración excepcional de Juan Marquez de Coz. Los rockeros Beethoven R. que desplegaron su glam a unas horas muy tempraneras para el tipo de show al que nos suelen tener acostumbrados. Y que tanto, prensa como público supieron reconocer y alabar, a lo largo de las siguientes horas que aún restaban para finalizar el evento, con el aliciente de que algunos miembros de dicha banda intervendrían en el resurgir de Bella Bestia sobre el escenario de Mazarrón y como broche final a tan magnífico festival. Todos, estando sensiblemente preocupados por el estado de salud de Pepe Mari, que como sabréis sufrió un infarto, lo que no le impidió continuar en ambas formaciones, al menos en el periplo veraniego, con ciertas precauciones, pero con el entusiasmo y la actitud intactas. ¿Y qué decir del Chino “Banzai” o los poderosos Muro? Auténticos legados del rock patrio y más concretamente, del heavy más auténtico madrileño, de las últimas tres décadas. Toda unas instituciones en nuestro rollo rockero. Y escribiendo sobre Madrid, Barón Rojo también presentó su más novedoso “line-up”, que tan buen sabor de boca nos dejó en la sala Vivero (Málaga) en el arranque del año. Dándonos a conocer entonces los nuevos fichajes, Rafael Díaz y Tony Ferrer a la base rítmica, orquestada por la siempre infatigables y afiladas guitarras de los hermanos De Castro. Kreator presentaba su nuevo trabajo y un sinfín de bandas más, como Asfalto, Ñu o los incansables Suaves; sobre todo en estos últimos, generaron algo más de expectación. Especialmente, teniendo en cuenta que el año pasado, hicieron correr el rumor de su extinción como banda, precisamente en la anterior cita del festi; pero en esta por ende, aún tendrían que descargar en la Manga del Mar Menor, de esta queridísima Murcia heavy.
El sábado 23, Barbarian fueron los encargados de abrir la jornada de clausura, difícil misión, pero no imposible para una banda muy compacta, que también empiezan a tener su público entre los aficionados al heavy. Les seguirían formaciones algo más asentadas, como Angelus Apatrida o Azrael, que a lo largo del tiempo, han ido cogiendo las tablas necesarias, que tan buenas actuaciones y discos les han procurado a día de hoy y de paso les hizo ganarse un hueco por derecho en esta tercera edición del festival. La banda de Manuel Manrique (ex- Sobredosis), Mr Rock también tocarían a esas difíciles y soleadas primeras horas del día, junto a 3 Inches Of Blood, a los cuales tuvimos la suerte de recibirlos hace bien poco en Málaga, junto a los también participantes en el III Leyendas del Rock, Exodus. Dejando tanto en la sala malagueña Vivero, como en los escenarios cercanos a la playa de Bolnuevo un fantástico recuerdo.
Los duros de Avalanch, muy motivados, con su peculiar estilo épico-medieval cañero, cercanos a sonidos power-metal, salieron al medio día, en una jornada que se empezaba a dilucidar tan amplia, como agotadora. Cumplieron a rajatabla su papel y no dejaron insatisfechos a ninguno de sus fans. Lujuria y la presentación de su nuevo plástico “Licantrofilia” en una edición peculiar y nada habitual; hoy día, es decir el añorado vinilo, marcó el previo a su actuación y posteriormente, la interminable firma de discos. El grupo donostiarra “Leize” se le esperaba este año de manera especial y es que su actuación estaría fuertemente marcada por la memoria de su gran amigo, Stefan Vanhoute. Cuyo cuerpo fue hallado sin vida, el año pasado en las inmediaciones del recinto preparado para la segunda edición. Temas emblemáticos de la formación vasca como “Buscando…Mirando” o “Acosándome”, sonarían rabiosamente estupendos, en el grupo liderado, por el guitarra y vocalista, Félix Lasa.
Formaciones legendarias del heavy patrio como Sobredosis o Panzer, refrendaron su potencial un año más. La banda de “Sasa” presentó un tema nuevo, en la onda del grupo y muy en sintonía con su especial estilo. De nuevo, temazos como “Dinosaurios del rock”, “Alíate” o “Chico” fueron momentos muy álgidos en su actuación. La banda liderada por el incombustible Carlos Pina, trajo como novedades importantes este año a su base rítmica más clásica: Rafa Ramos a la batería y Fernando Díaz-Valdés al bajo. Y aunque su participación se presumía, mucho más especial y emotiva, que en ediciones anteriores, subió muchos enteros en esta nueva edición del “Leyendas”. Se puede decir con la boca bien grande, que Panzer volvieron a ser unos “Dioses del rock, Al pie del cañón”, como en los buenos tiempos. Singles clásicos del género, como “Galones de plástico” o “Sube un escalón”, nos transportaron a los tiempos, de los héroes verdaderos, de este rollo en los 80, en nuestro país.
De “héroes” he hablado, ahora le toca al “silencio”… Y para silencio, el descrito en los bellos versos de la balada “Al otro lado del silencio” de Angeles Del Infierno. El grupo vasco afincado en Miami y siempre a medio camino entre México y USA, con alguna escala en España. Juan Gallardo, Robert Alvarez y los nuevos miembros reclutados en el continente norteamericano, durante estos años, dejaron muy buen sabor de boca, en unas tierras, donde desde épocas lejanas, en los albores de aquellos “Mazarrock”, hicieron un “Pacto con el diablo” y se les adora como verdaderos dioses del metal. Perlas como “Maldito sea tu nombre” o a la accidentada “666”, debido a los fatídicos fallos del equipo de sonido, a última hora, que aún así no deslució la fantástica actuación de los de Lasarte, Guipúzcoa.
Tokyo Blade hicieron una actuación notable y de todos los integrantes originales, tan sólo pude reconocer al guitarrista Andy Boulton con unos típicos atuendos indios, que adornaron, al igual que la puesta en escena, si cabe la analogía, una muy cuidada actuación. Realmente, UFO y Saxon, que se podría decir que eran parte de la amplia representación internacional este año. No sólo cumplieron con creces las expectativas, sino que además dieron lo mejor de sí, rememorando así, viejas lides en la piel de toro. Y para clase y calidad, nuestros queridos Bloque. Venían con una formación muy trabajada, en la cual, tres de sus integrantes originales: Juan Carlos Gutiérrez (voz y órgano), Sixto Ruiz (bajo) y Juanjo Respuela (guitarra), brillaron como una supernova. Y como sólo Bloque podría hacerlo, “recogiendo lo que sembraron en su día” por propias palabras de Juanjo justo antes de saltar al escenario, pusieron su arte a disposición del respetable. Si hubo un momento digno de resaltar sobre cualquier otro, realmente emotivo y especial en toda la regla, fueron las palabras que Juanjo Respuela dedicó a la memoria de nuestro gran amigo Juanito “El verdadero silencio” y la verdad sea dicha, una canción que pareció estar hecha en aquel preciso instante, a la medida de este gran seguidor del rock en castellano en nuestro país y en especial, la música progresiva de los años 70. Entre el gesto de los Bloque y el aura de buen rollo que acompañó durante toda la actuación a la banda cántabra, por un instante, se desplegó una energía tal que aún me sigue poniendo los vellos de punta.
Se había creado una gran expectación por ver el montaje final y actuación de Bella Bestia, siguiendo con la línea de casi todo el festival, sobre todo teniendo en cuenta, lo singular de muchas de estas actuaciones. Pero sinceramente, aunque sea un poco a toro pasado, hoy para disfrutar del presente de esta histórica formación de heavy rock y glam, apenas necesitan un poco de rimel y rocanrol sobre el escenario, porque realmente, la energía y la diversión la ponen ellos, sin tener que recurrir a ambulancias, ni jaulas al más puro estilo Thunderstick de Samson. Lamentablemente, parte de toda esta parafernalia que solían llevar consigo antaño, hubiera maquillado, nunca mejor dicho, aún más si cabe, su gran bolo en las playas del litoral murciano. Bueno, ya que las rejas no se pudieron instalar a última hora, al menos, no faltaron ni bombas, ni fuegos de artificio y por supuesto, el colorido glam, que estos simpáticos chicos, veinticinco años después, siguen derrochando en los escenarios, con sus pinturas de guerra y la licra por bandera, sinónimos de salvaje contraste, entre los ritmos más duros y las poses más provocativas. Con todos estos alicientes, nos hicieron disfrutar con temas emblemáticos como “Clasificado XXX”, “Ardiendo en la noche” o “El gran mago”. No faltó la pequeña dosis de trasgresión, con “Un puntapié en el trasero” dedicado a los típicos detractores de turno, y es que no son “santos” de devoción para algunos, que no los ven tan “duros”, en fin, ellos se lo pierden. O tal vez su necedad les pierda y los ciegue. Porque una cosa es que no te guste un grupo o estilo concreto, pero eso no quita para despotricar sin razón y hacer de la crítica destructiva su principal arma. Cuando además esta formación es tan poco usual en nuestro país, que me llama la atención que además de por su arte, la mezcla de diversas facetas, entre posiblemente, destaque por lo visual, su estética glamourosa, no obtuviera mayores cotas que las que en su día alcanzó. Aunque lo principal, es que siguen teniendo una gran legión de seguidores, más abiertos de mente que lo que suele abundar en este “Imperio de paletos” que diría el Molina. Pero estaba claro, que este tercer año del festival “Leyendas del Rock”, si se estaba caracterizando por algunas causas, esas eran el tremendo empeño sincero por agradar y derroche de pasión, por parte de las bandas participantes, como la que me ocupa en estos momentos. No faltó, la preciosa balada “Háblame”, que en la voz de Pancho sonó muy bien y por supuesto, fue dedicada al chico con síndrome de Down, Rubén, que permaneció durante gran parte de la actuación atento a las evoluciones de su admirado grupo. Otro temazo, que bordaron para mi gusto, fue “Nosotros no”, donde Pancho y el veterano bajista José María San Segundo, también conocido como Pepe Mari, dieron el do de pecho. José Luis Sáiz, guitarrista compañero junto a Jose Maria en Beethoven R. y también incorporado desde hace unos años, al plantel de Bella Bestia, estuvo muy metido en su papel y nos brindó una actuación extraordinaria, a las seis cuerdas.
En general, al “line-up” actual, se le vio muy metido en su papel. Inclusive, Enrique Ballesteros, apareció de forma sorpresiva y fugaz para hacer un cameo con su antigua banda. Otro músico de leyenda, habría que puntualizar. Incansable “bataka” en mil batallas y discos relacionados con bandas de los 70 y 80 como Blue Bar, Coz, Ñu o los primigenios Bella Bestia, así lo avalan. Esperemos que Bella Bestia, sigan luchando por sus sueños y esta banda tan especial para muchos, incluido el que suscribe, nos siga obsequiando pronto con suculentos trabajos y nuevas actuaciones.
Epitafio:
La pérdida de un buen amigo y gran ser “musical” en general, en el más amplio sentido de la palabra. Con una dimensión y carisma importantes, siempre nos trastorna y nos destroza interiormente. Pero, además la memoria de nuestro querido Juan Rodríguez Rivas, “Juanito”, nos llevó en volandas a cubrir uno de los más espectaculares festivales, hoy día en el país. Gran seguidor de “clásicos” como Miguel Ríos, Módulos o Asfalto. sin olvidarme, a los Ñu de José Carlos de Molina, Rosendo, Gualberto, Bloque, Barón Rojo o sus especialmente admirados Tako, harán que mientras los acordes de estos artistas resuenen por los escenarios nacionales o en los “tocatas” de nuestra casa, tu recuerdo se hará más intenso. Un gran recuerdo, de un gran ser, melómano, guitarrista de vocación y coleccionista apasionado de los adorables vinilos, siempre estará presente entre nosotros. ¡Va por ti Juani! tus familia y amigos de siempre, tendremos un hueco reservado en nuestros corazones.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Reportajes).
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