La Fuga: Concierto – Sala Aqualung (Madrid) – 10/12/2005

Tras mucho tiempo esperándolo, por fin llegaba el momento de poder disfrutar con uno de los mejores directos posibles a cargo de una banda que ha sabido no solo mantenerse durante gran cantidad de años en lo más alto sino forjar una historia envidiable a base de trabajo y esfuerzo, los cántabros La Fuga han conseguido ser uno de los grupos nacionales más respetados.

El grupo liderado por Rulo ha sabido ofrecer discos directos llenos de rabia, pero ante todo han demostrado ser una formación con ideas, donde han ofrecido lo que han querido en cada momento, sin importar tendencias o modas, por ello y quizás porque siempre les ha gustado disfrutar con lo que hacían, llegó el momento de dar un paso importante pero arriesgado en su carrera y así nos ofrecieron hace unos meses “Negociando Gasolina”, un disco donde el cambio musical era sustancial, fuerza pero muchísima melancolía se daban la mano en su trabajo más personal, el cual les ha valido el reconocimiento de crítica y público.

Tras lanzar un disco de la talla de éste, muchas eran las ganas de poder degustar sus nuevos temas en directo, y más aún, en una ocasión tan especial como esta, en la que la banda se disponía a grabar su primer DVD en directo. La sala Aqualung era el lugar elegido para su descarga.

Con gritos de “Esa Fuga, esa Fuga eh, eh…” el cuarteto inició el bolo de manera arrolladora. Acompañados de un buen sonido, que precisamente era de las cosas que tenía ganas de comprobar dada la acústica de la sala. Empezaron la actuación con una de sus canciones de su disco “Calles de papel”, que lleva por título “En Vela” coreada al unísono por todos los asistentes. El set list elegido para la ocasión fue un recopilatorio de todos sus trabajos. Desde el primer momento pudimos ver un público apelotonado en las primera filas para saborear en primer orden los primeros minutos de una descarga muy esperada.

Aunque allí había gente incondicional de la banda, muchos esperábamos los temas de su nuevo trabajo, para ver que tal funcionaban en directo, tras su aclamación en estudio, y así pudimos degustar in situ “Buscando en la basura”, sin duda uno de los cortes más atractivos de su último disco, y el cual fue acogido de gran manera, pero sin duda alguna serían “Las olas” o “El Manual” las que supieron calentar aún más el ambiente, la gente saltaba y empujaba en la zona baja de la sala, mientras el resto del recinto se uniría a la fiesta cantando y dando palmas, mientras coreaban los estribillos con un Rulo que no paró de moverse de un lado a otro, y animar a su gente para que les apoyaran en su cometido, todo unido a la gran personalidad del resto de miembros, con Nando y Fito inundándonos con su potencial guitarrístico. Por supuesto, los temas viejos fueron acogidos de gran manera, así tuvimos una buena ración con cortes de la talla de “Hasta nunca” o “Pedazo de morón” con los que el respetable aprovechaba para saltar y empujar en las ardientes primeras filas.

Cansada de tanto movimiento, me desplacé a un lateral para poder degustar algunos de los mejores temas de “Negociando gasolina”, véanse el emocional “Abril” al que Rulo supo dar mayor intensidad, o la impresionante “Baja por diversión”, así como, “Amor de contenedor”, sensibilidad y dureza unidas, las cuales fueron las que mejor sonaron.

Como era de esperar, la recta final de su actuación se reservó para aquellas canciones que marcan una época y la carrera de un grupo, por eso fueron recibidas con grandes aplausos y el apoyo coral de todo el público, me refiero a “Por verte sonreír” apabullante en directo y “Miguel”. Así llegábamos al obligado bis, volviendo con los tres últimos temas de la noche, “Pá Volar”, “Heroina” y “Pà qui pá allá”, con los que Rulo hizo hincapié en dar las gracias a ese maravilloso y fiel público, que en todo momento llevó en voladas al grupo. Con esto y un bizcocho, Rulo se despidió definitivamente del respetable dejándonos con ganas de mucho más, como deben hacer los grandes músicos. Siempre nos quedará el consuelo de volver a sus álbumes.

En definitiva fue una gran noche que nos dejó con buen sabor de boca, y que esperamos se pueda repetir no en mucho tiempo. A veces, es posible que unos 3000 corazones latan a la vez…