La Fuga: Concierto en Bilbao – 27/05/2006

Está claro que este es el año de La Fuga y es que parece mentira el salto que estos cántabros han conseguido en cuestión de meses. El caso es que para lo bueno y para lo malo, han conseguido hacerse un hueco entre las bandas actuales para colocarse en las listas de ventas, hacerse famosos a un nivel mucho mayor del que pensaron, a pesar de que muchos habíamos visto tiempo atrás su calidad, y conseguir llenar salas de mucha mayor capacidad.

Poco a poco y disco a disco, han pasado de ser una banda pequeña de rock a una de las formaciones más queridas y seguidas de España, y es que el grupo liderado por Rulo ha sabido convencer a base de discos inteligentes. Tras el buen sabor de boca que dejó la formación en su anterior paso por Bilbao, se esperaba con ganas una nueva visita, a la que por fin hemos tenido el gusto, una vez más, de asistir.

Mucha era la expectación generada por la banda tras la salida de su primer disco en directo, y no que creo que haya una sola persona que saliera de la Sala Santana decepcionada. El grupo se ha consolidado como una de las más seguras apuestas en directo y sus actuaciones se cuentan por rotundas victorias, testimonio que podemos dar todos los que reventamos la sala el sábado pasado.

Nada mejor que “Majareta” para empezar y caldear el ambiente, tema donde se pudo comprobar el buen sonido, algo que afortunadamente reinó a lo largo de toda la actuación. Rulo demostró su calidad como frontman, tan eléctrico y dinámico como siempre, muy bien durante todo el concierto, además de contonearse y animar al público incansablemente, manejó su voz como quiso, cantando y manteniendo la garra todo el show.

El resto de la banda también rayó a gran altura, cortes como “Mendigo”, “Mi canción”, o “Miguel” terminaron por enganchar irremediablemente a un público que observaba la actuación con avidez e interés. Tras “Pedazo de morón”, llegó otro de los momentos donde La Fuga se desenvuelven con admirable soltura, una de las canciones lentas y emocionales, “Hasta nunca” sonó genial, la guitarra de Nando inundó el ambiente de sentimiento, sirviendo de antesala perfecta para uno de sus temas nuevos de más calidad, “El Manual”, canción que se llevó multitud de aplausos. Tras “Despacito” y “Heroína” llegó el momento emotivo de la noche con “Luna de miel” cantada por Rulo solo en el escenario.

Es de admirar que además se curren su puesta en escena, el fondo cubierto un inmenso telón, y un bonito juego de luces aportaron un toque especial a muchas canciones; se agradece que se preocupen de estos detalles.

A partir de ahí, fueron cayendo un trallazo sobre otro: “Las Olas”, “Madrid”, “baja por diversión”, “Conversación, habitación” o “Por verte sonreír”. Antes de irse y para acabar de satisfacer al público, salieron con un “Amor de contenedor” que les quedó brutal, “Trampas al sol” y “P´aquí P´allá” con la que cerraron una noche en la que demostraron que son los números uno, cosa que el público supo recompensar.

Este cuarteto ha tenido que caminar muchos kilómetros para llegar a donde hoy se encuentran, los pasos con los que recorren su particular maratón cada vez son más firmes, su directo puede servir de ejemplo, cada vez más potente y adictivo, y sin duda un gran aval para seguir conquistando fieles. Grandes.