Volvieron y triunfaron, en una gran noche, que hizo que viejos y nuevos seguidores se unieran en torno a una música difícil de clasificar.
En medio de una oleada de conciertos de todo tipo, el inicio de la primavera del 2007 se presentaba apetecible para el público roquero, y la cita con La Fuga en el santanderino Palacio de Festivales era casi una de las obligadas.
Seguramente no haya día en esta vida en que alguno de nosotros no se haya parado a preguntar como es posible que el tiempo pase tan deprisa…¡Y de qué manera! Una reflexión que surge muchas veces a lo largo de nuestra existencia, sobre todo en aquellos momentos en los que se viven experiencias similares, que nos hacen recordar viejas historias que tuvieron lugar en ciertos lares.
Siendo más puntuales de lo que suele acostumbrarse en estos conciertos, a las ocho y media de la tarde comenzaban los reinosanos La Fuga a descargar su vorágine sónica. El aspecto del recinto era totalmente envidiable, repleto de gente y amigos, ansiosos por ver a una banda que nunca defrauda en directo, y que esa noche sonaría de auténtico lujo, siempre con la voz de Rulo inundando nuestros oídos, algo que supo hacer nada más comenzar con “Pa volar” que servía para ir caldeando el palacio de festivales.
Sin duda, el ambiente que se respiraba era magnífico, la gente entregada y un sonido que dejaba disfrutar e invitaba a cantar los temas que ellos iban desgranando; fueron cayendo la mayor parte de éxitos de su repertorio, incluidos en su disco acústico “Nubles y claros”.
Después versionearon a Joaquín Sabina con el tema ‘Donde habita el olvido’ , siguieron con una increíble y sorprendente ‘Madrid’, ‘Buscando en la basura’, ‘El manual’, ‘Abril’… No faltó el recuerdo a una de sus grandes influencias Barricada y Los Suaves,de los últimos interpretaron ‘Sin empleo’, y de nuevo La Fuga encaró la parte final del concierto a través de ‘Lunes de octubre’, ‘Nunca Mais’ o la inédita ‘Naufragando’.
Así sin darnos cuenta y con un calor insoportable, pasábamos a la recta final de su actuación con ‘La balada del despertador’ y su éxito más popular ‘P´aqui p´alla’ que anunciaban ya el final del concierto. Mientras el público ya había perdido su habitual compostura y cantaba, bailaba, gritaba, se ponía de pie y ondeaba banderas de Cantabria…
Pocas bandas son capaces de crear un ambiente tan intenso y enérgico, y quizás por ello han sabido conquistar los oídos de tantos seguidores españoles disco a disco. El público pedía más, así que, tras un mínimo receso, apostaron en los bises por ‘Trampas al sol’, ‘Por verte sonreír’ y la tan reivindicada por los asistentes ‘Primavera del 87’, sin duda uno de los momentos más emotivos de la noche, con todo el Palacio de festivales en pie, coreando el tema al unísono. Y que como siempre, La Fuga quiso dedicarla a la memoria de Gonzalo Ruiz. Los padres de Rulo y Nando, compañeros de trabajo, también se subieron al escenario, a decir unas palabras.
La Fuga volvieron y triunfaron, en una gran noche, que hizo que viejos y nuevos seguidores se unieran en torno a una música difícil de clasificar, donde el buen gusto está muy patente, cierto toque triste, elementos oscuros en el decorado, mucho rock, algún toque de percusión, magníficos violines, y una puesta en escena espectacular, hicieron que todo el personal del palacio jugara a ser músico por unas horas. Grandes, muy grandes!
No te pierdas la galería fotográfica: “La Fuga: Concierto acústico en Santander – 13/04/2007”.
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