Un nuevo álbum en el que esta banda puntera del metal internacional vuelve a demostrar que son grandes. Evolucionan con buen pie y entregan otra colección de sensacionales canciones.
Al igual que Anathema o Paradise Lost, de Katatonia bien puede decirse que es único en su especie, y no es que queramos ponernos aquí darwinistas. A partir de ahí son muchos los subgéneros que podemos atribuir (doom, death, black, gothic…) a su metal inteligente y prodigioso, que no es sino la suma de todos ellos y más. Lo cierto es que tras "Viva Emptiness", discazo con el que nos deleitaron en 2003 y donde pusieron el listón muy alto (incluso para ellos mismos), esperábamos expectantes lo que estaba por venir, esta nueva entrega con una producción impecable que no sólo no defrauda, sino que además es otra obra maestra en la intachable trayectoria de los noruegos. Hablamos, claro está, de "The Great Cold Distance", auténtica pieza de relojería que no te quedará ni frío ni distante y que, sin ser una continuación de sus predecesores más inmediatos, supone un paso adelante en el arte imparable de otro de los grupos reinventores del metal actual. En este último trabajo Katatonia abandona en parte el trasfondo doom que podíamos percibir en muchos de sus otros discos y se decantan esta vez por un metal más rápido e intenso que incluye un sonido más grave, guitarras más incisivas y pesadas, ritmos trepidantes y una densidad instrumental que deja menos lugar a concreciones. Buen ejemplo es el primer corte, "Leaders", uno de los temas más acelerados y contundentes que consigue insuflarnos esa sensación tensa y temerosa que no te abandona hasta la última canción. De alguna manera, dicha congoja se debe a que en este álbum los de Katatonia prefieren no recrearse en los momentos delicados (algo que les dio mucho juego en sus anteriores entregas) sino que los supeditan al ritmo impaciente y guitarrero del que ya hemos hablado con cambios bruscos sin apenas estados intermedios. En este sentido se suceden las doce inmejorables composiciones de "The Great Cold Distance", de las cuales podríamos destacar "My twin" (simplemente impresionante) o "Follower" (montada sobre una base de bajo y batería inusitada) Chapó por lo tanto para una banda a la que poco o nada se le puede pedir a estas alturas, salvo que vengan a España para que podamos disfrutarlos en directo.
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