Con los sentimientos a flor de piel, estos punks catalanes afrotan la crisis con un puñado de canciones que no dejan títere con cabeza.
Con un mensaje a bocajarro y una música bronca, Kasparrata nos ofrecen un disco que parece un depurativo para estos tiempos de crisis.
Formados en Barberà del Vallès, en la provincia de Barcelona, a finales de los años 90, en estos años han tocado por toda España y grabado cuatro discos, donde siempre ha primado el sonido punk, aunque con algún acercamiento al hardcore.
El cuarto de esos trabajos es este “Eurotanasia”, lanzado a finales del pasado año tras conseguir financiación con una campaña de crowfounding. Se trata de un disco breve, le falta 1 segundo para los 30 minutos, con 8 temas en los que se despachan a gusto con la situación actual.
El primer corte, “Godman Sucks”, se inicia con una pequeña sucesión de samples a la que sigue un amplia introducción instrumental llena de energía, que desemboca en todo un himno descriptivo de esta terrible crisis: “Crisis global, A tomar por culo el bienestar”. Con un tono apocalíptico en el mensaje, y mucha potencia en lo musical, se antoja un tema fantástico para interpretarlo en directo.
Le sigue “Culpables”, una rabiosa estampida de guitarras galopantes, con letra en catalán, en la que se arremete contra los grupos de poder que están llevando la sociedad al colapso.
“Swastika TV” habla de la conocida como “TDT Party”, describiendo con descarnada crudeza la ideología y pretensiones de la programación de contenido más político de esos canales.
“No se puede parar” versa sobre la necesidad de salir a la calle a exigir lo que se está perdiendo por las malas decisiones de los despachos. También sobre la represión que se cierne sobre quien muestra abiertamente su desencanto. El estribillo deja claro el mensaje de fondo: “¡No se puede parar! La calle vuelve a reventar”.
“Expresidente” comienza con un sample de Groucho Marx, para dar paso a ácida descripción sobre los mecanismos que aúpan a los candidatos dentro de los partidos tradicionales y como tras su etapa en activo, los presidentes se benefician de grandes ventajas muy alejadas de los recursos que pueden tener los ciudadanos para salir adelante (se centran en los presidentes, pero la situación es parecida para otros muchos cargos políticos). Todo ello con un estribillo pegajoso y un corte de mangas verbal final.
El racismo se trata en “Apartheid”, un cañonazo dedicado a los largos años oscuros de Sudáfrica, cuando la minoría blanca explotaba sin compasión a la mayoría de los habitantes originales de aquellas tierras.
“La tarantela” está dedicada al abuso de las drogas y a las vidas que rompen, en la canción más tranquila, relativamente, de todo el disco, donde transmiten de forma escalofriante su atractivo, de corto recorrido, y sus terribles consecuencias.
El disco se cierra con “Niños secuestrados”, una tema desbocado en el que relatan la parte más depravada de un sector muy determinado de la Iglesia Católica, cercano al poder en la etapa de la dictadura franquista y que de forma extrema llegó a estar involucrada en los terribles casos de bebés secuestrados.
“Eurotanasia” es un disco rudo, pero absolutamente disfrutable, con una energía rebosante que contagia al oyente. Remite tanto a las grabaciones históricas del Rock Radical Vasco de los 80, como a leyendas del punk ibérico como La Banda Trapera del Río o Tarzán y su Puta Madre Buscan Piso en Alcobendas. ¿Qué más se puede decir? Que si te gusta el punk no te lo pierdas y si está crisis te tiene acorralado, este disco no te salvará, pero te servirá de desahogo y sabrás que no estás sólo.
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