Crónica clandestina por Santander, Reinosa, Santander, y paradas en las estaciones de autocares de Vitoria y Bilbo. Contiene breve comentario sobre Nel Tardi, de "TreboleSka".
1.-El perro.
22:30h de la noche, una menos en Canarias, pero eso no importa ahora. No llevo ni música para escuchar ni nada para leer. Ya estoy en el autocar. Estación del Norte de Barcelona, martes 23 de febrero de 2010. Poca gente. Peña del Este de Europa, algún africano y una vieja que se despide de una rubia de unos veintitantos años guapísima. Antes de irme de casa he escuchado algunos temas de un disco de Sol Lagarto y me despedí de Viky. El perro llevaba un bozal de alambre. Un pastor alemán fiero, salvaje, entrenado para morder y matar. El segurata lo cogía con con la cuerda alrededor de su cuello para detener el ataque. Elevado sobre sus dos patas traseros la bestia llega sobre la cabeza de su factible víctima, un hombre negro borracho, supuesto mangui y presunto carterista. Gritos, chulerías, ladridos.
Ya nos vamos, arranca el autocar. Pasaremos por Lleida, Vitoria y Bilbo de madrugada. Mañana entrevista en Onda Cero Cantabria y la actividad en la Asociación juvenil Eureka a eso de las 20 horas.
El partido del Barça contra el Sturgart acaba 1-1. No es mal resultado. Un ruido en el maletero izquierdo del vehículo delata que nos hemos comido otro bache de esta puñetera ciudad en obras todos los días y a todas las horas, pero ¿cuándo arreglarán algo? Llora un bebé. Paramos en la estación de Sants. 20 minutos para que suban “cuatro gatos”, je,je. La eficacia no es la norma en la empresa.
El gran Hotel de Catalunya queda ahora a mi derecha. Al final sólo otro día más. Más hambre y miseria sin moralejas. En un bar de Barcelona asesinaron de madrugada a martillazos a una anciana y a su hijo de 50 y pico de años. Las empresas políticas recargan la ruleta rusa con todas las balas de nuestra pánfila pobreza. Derroches de despido libre van ordeñándose. El bebé llora otra vez.
2.- Lleida
En la oscuridad no se ve el río que atraviesa Lleida. Área de descanso a eso de las 02:25h de la madrugada. Bocatas. Dos. En Lleida bajaron dos personas. Una comitiva de caminoes hace guardia fuera del restaurante. Jarras de zumo de unos cinco litros en la barra. Taconean dos sudamericanas camino del lavabo. Prosigue en Catalunya el homenaje, más patriótico que versificado, al genial Salvador Espriu -maestro entre poetas y poesía-. Nos vamos. 03:15h. Hoy ya es miércoles.
3.- Euskadi.
En total duermo unas cuatro horas. Recorremos a buen ritmo las calles de Vitoria. Estoy emocionado. Por 1ª vez en Euskadi. Sí, ya lo sé, estoy de paso y no caminando, pero a mis 47 años es sumamente importante. Tengo los ojos del bebé clavados en la nuca. No llora y me va a servir como inspiración para un lúgubre microcuento de terror.
Solitarias calles que atravesamos mudos. Silencio de madrugada en una urbe desconocida. El chino que se subió también en Barna trata de fumarse un cigarro a escondidas. Le hago un mohín de disgusto que el tipo entiende. En el Aérea de servicios ha petado una tragaperras. En la estación de Vitoria pienso en el escritor y amigo Patxi Irurzun que se desconectó de golpe de mí, como tantos otros, ¡qué cosas!
Parques, calles, casas. Las ruedas del autocar pisan Bilbo a eso de las seis de la mañana. Distingo una ría. Es hermosa. Casas, más barrios. Hay más luz y más movimiento. Nuevos pasajeros, jóvenes, con ganas de cháchara y risas. Sobre las ocho llego a Santander. Duermo un par de horas en el hostal y leo en el ciber que mis dos micros son retirados del concurso de la editorial jesuita SMS sin explicación como otros que eran también muy buenos. Seguro que ya se sabía el ganador antes de la convocatoria, je,je.
En Onda Cero Cantabria la profesionalidad de Hugo Lebaniegos y de su equipo técnico crea un ambiente agradable en una entrevista sobre mi gira dentro de las actividades que ya conocéis.
Libros, bandas, sonidos, historia sociomusical contemporánea de España, la precariedad de la profesión periodística y en particular del periodismo musical, la investigación expuesta en el libro, las escenas musicales hoy en día, los “actores profesionales” del periodismo musical desde principios del siglo pasado centrándome en los soportes mediáticos a partir de los años 50, entrevistas, reportajes, reseñas. Hablamos y hablamos en directo casi durante quince minutos, lo cual es un puntazo. Por cierto, muy buena la crónica que se publica ese mismo día en papel en El Diario El Montañes.
Me encantan las buhardillas de algunas casas de Santander. Unas más arregladas que otras, y algunas hechas trizas, en ruinas, con la típica despreocupación municipal. Cuatro mujeres en el bar que me tomo una caña al lado de un ciber fuman y hablan de sus amigas y de sus vidas. El bar me resulta agradable, plantea una decoración y estética de motivos egipcios y ya estuve en mi anterior minigira en 2008. Las croquetas y tortillas de patatas son muy buenas. La cerveza está fresquita, llevo dos días sin probar una, je,je, por el largo viaje. Ésta me sabe a gloria. Por cierto, una chica superembarazada apenas cabe en una silla.
4.- De gira.
Mi buen amigo Florián me invita a comer, todo un detalle, en un restaurante muy chulo y elegante, asequible de precio, con una amena decoración de diferentes motivos sin recargar el espacio. Por las noches parece ser que hay música en directo y el menú se dispara a 20 euros, pero ahora es muy barato para lo bien que nos dan de comer.
La gente de Eureka ha sido muy amable y hasta nos han invitado a patatillas. Una veintena de personas y quince más fieles, je,je, o alguna más, han seguido nuestra primera actividad conjunta. F-MHop ha estado genial pinchando sonidos punkys europeos. Un público brillante de distintas edades. Al final charlamos unos minutos y saludo a Patricia responsable de La Libre, donde en 2008 presenté mi ensayo sociomusical anterior y un libro de microcuentos de terror y de miedo.
Por la noche, en el mismo bar del mediodía, doy las buenas noches a todo el mundo, incluídos dos policías nacionales -hombre y mujer-. Hay que ser educado. Enfrento la noche, y el cansancio, con un bocata de pincho de tortilla de patatas. He pedido dos, pero el encargado tenía razón, se la doy, y dos eran mucho, je,je. En la puerta un borracho gesticula. Me duermo minutos más tarde en el hostal pensando en Viky, mi compañera.
Al recoger la maleta del hostal Cabo verde vuelvo a saludar a Mario San Miguel, cantautor cántabro que ayer me presentó Florián. Su compañera me sonríe, no me acuerdo de su nombre, bueno, no me la han presnetado tampoco. Sí que recuerdo que el día 12 actúa en la FNAC de Barcelona en un bolo acústico y en breve comentaré su disco. Antes he leído y comentado algunos mails de NOCTE, la Asociación de escritores de Terror de España, llenos de infos y conocimientos de las mejores plumas del género.
Por otra parte, sigo sigo sin respuesta al respecto de las contrataciones de alguna de mis dos sagas de novelas. La cosa está jodida de momento.
Café con leche, croisán, andén 14 ó 15 camino a Reinosa. Minutos antes por la calle dos mujeres se saludan cargadas de bolsas. Una de ellas dice que todas las mujeres son clones las unas de las otras porque siempre van cargadas. Es una genial comparación en una desgraciada realidad significativa.
Leo algo sobre Rosa Díez. Parece ser que sigue trapicheando en cualquier tema con tal de sumar adeptos a su causa política que es ella misma. El verdugo de la dictadura cubana deja morir a un preso político de hambre en uno de sus talegos.
No llueve, ya llego al andén. Bueno, 5.70€ el billete. Es carillo. Me vienen a la memoria fragmentos de mi niñez cuando cogía autocares en estaciones cansinas para ir aValladolid o a Salamanca. No deja de ser emocionante para mí, eso es seguro. Como emocionante fue volver a escuchar a F-MHop, de sus ideas, proyectos, estudio de música. También se habló de algunos libros en la charla de ayer en Eureka y sobre uno en particular con un chaval que gira entorno al anarkopunk.
Hoy he vuelto a pensar en la fascinante novela titulada El viaje intimo de la locura, escrita por Robe Iniesta, fundador, letrista y vocalista, alma mater, de Extremoduro. Un viaje nada errante, retorno a unos orígenes también simiescos, sin errores. Un discurso ético y estético también.
6.- Reinosa.
Compruebo que hay en Santander una nutrida e intelectual población africana…, ya salimos para Reinosa. 1ª parada y paisajes. Árboles esquilados, otros más jóvenes -pura rama-, peñasco, montaña, zona industrial -pálida, como cualquier otra-. PeñaCastillo. Casas desperdigadas como pastillas de AVECREM, una conversación en francés de dos africanos, unas cuantas estudiantes en flor con ojos de promesas de fin de semana y un sucio hotel de nombre Casablanca.
Ya tengo ganas de llegar a Reinosa. Más verdes en árboles con sus edades. Línea férrea, un río de agua limpia. Se nota que estamos en tierras de pasto entre caballos y vacas. Veo también un pabellón deportivo en Torrelavega con nombre colonial: La Habana Vieja. Ahora he llegado a un momento intenso al atravesar Los Corrales de Buelna, el pueblo donde vive un grana amigo mío al que no conozco físicamente y con el cual nos hemos editado escribiendo cartas durante más de una década. Su nombre es Ángel Pérez Silos. Poeta y periodista musical y autor del imprescindible Miles Davis, del jazz al rock, publicado en VOSA POP, en Madrid, allá por los 90 del siglo pasado. Hablamos por teléfono en 1998, en febrero también, al fallecer mi padre.
Una nave circular con cúpula. Estación de autocares de Reinosa. Viernes 26 de febrero de 2010. Ya regreso a Santaca. Frío ayer, muchísimo frío. Zaira, nueva amiga, que sabe de Geología, y que quiere estudiar periodismo -pobrecilla, je,je-, madre de dos hijos, me contaba a eso de las 23 horas, o antes, lo del glaciar que asedia a Reinosa. La actividad en el espacio del Ayuntamiento, antiguo casino víctima de un incendio, fue entrañable. Unas doce personas. Alberto, técnico del Ayuntamiento de la city, maestro de ceremonias, se curró la presentación con sangre literaria y musical, antes había comí en una sidrería un execelente cocido montañés y carne a la zamorana. La presentación estuvo fluída, divertida y se hizo corta. Hubo intervenciones, hablamos bastante sobre música, venta de libros, periodismo, España, educación, sonidos, vendí y firmé unos cuantos libros, y cené con Zaira e Isidro -escritor, cantante, feriante que hace juguetes, con tres libros autopublicados-. De nuevo España, política, vida, recuerdos, este manto espeso de niebla de horrores y hambres, hay que reinventarse. Ese caballo, la heroína, que cabalgó por España en los setenta y en los ochenta del siglo pasado a saco creando rutas de lápidas, yonquis y SIDA. Dolor, esperanza, risas, punk, las calles y una buena cena de bravas y huevos rotos con chorizo, despedidas y demás.
En Tipo cuatro horas hablando con el buenazo amigote que es PIN, excelente gaitero. Me despido mentalmente de Reinosa contemplando una buena ganadería -vacas- que pacen mansas rumiando su historia. A mi izquierda esos hermosos caballos me hacen sonreír por su palidez. Control de la Guardia Civil a la salida de Reinosa. Las montañas cubiertas de nieve. Hoy hace menos frío.
7.-Pin y Trebole ska.
Tradición, raíces, modernidad, sonido clásico cántabro, fusión con ska, aleación jamaicana con sección de vientos y de percusión, Pin a la gaita, muy actualizados, rápidos, buena bataca y saxo. Un cóctel instrumental de ritmo fresco, bailable, revindicativo, identitario. Pin nos mece con la gaita de manera amena, profunda, ágil, compás y flechazos sonoros y letra crítica con sus momentos de mozas y mozos. Un viento instrumenal bien racionado el de esta banda cántabra de nombre
Trebole Ska y su trabajo Nel Tardiu. Escalada experimental de folk, ska y rock, expresando sensaciones y sentimientos, guitarras hardcoretas y punkarras en un 2º corte del cd muy bueno. Con una morena en la palestra y acelerándose el ritmo para poguear en el tercer tema. Bataca y gaita impactantes e imponentes y el Guti con un bajo rápido a impulsos rítmicos parlanchines con las guitarras en un instrumental de folrock cañero con el latón de un viejo tema y ska en el 4º para un guerrillero emblemático. Y despedida a eso de las 20 horas de otro buen amigo.
¿Y el viaje de vuelta? Lluvia, Bilbao medio dormido y durmiendo todo el viaje, escribiendo, eso sí, algún microcuento. Es lo que tiene la edad…
Bueno, saludos y por si no nos volvemos a ver, salud y poesía, salud y anarquía.
Barcelona, 01-03-2010
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