Es el autor de un interesantísimo libro en el que se explican los entresijos del negocio de la música. Los aspectos legales, las entidades que participan y los mecanismos que tienen músicos y compositores para rentabilizar su trabajo.
Josep María Romero es un profesional vinculado a la música desde hace décadas, estudió en el Conservatori de Música del Liceu de Barcelona y ha trabajado en distintos ámbitos, desde el periodístico al discográfico: TV3, Canal 33 o TVC Disc, entre otras empresas.
Una de sus especialidades son los aspectos relacionados con propiedad intelectual, sobre los cuales imparte seminarios y conferencias con frecuencia.
A finales del pasado año se publicó su libro “Todo lo que hay que saber sobre negocio musical”, en dos ediciones, una en castellano y otra en catalán (“Tot el que cal saber del negoci musical”). En esta obra hace un pormenorizado repaso a todos los aspectos del negocio musical que interesan a los compositores y músicos, también a otros profesionales del sector, abarcando el registro de composiciones, la gestión de derechos, el papel de diversos actores (discográficas, editoriales, etc), el funcionamiento de la SGAE, los nuevos canales de distribución, etc.
El libro está escrito con un lenguaje muy ágil y resulta realmente muy útil tanto para quienes dan sus primeros pasos en el negocio musical como para los que ya están inmersos en él, pero quieren conseguir una visión más amplia.
En la siguiente entrevista Josep Maria nos explica sus motivaciones para escribir este libro y también nos da sus visión sobre la situación de la industria y el papel que debe desempeñar la SGAE para ganarse el aprecio de los profesionales y de los aficionados a la música:
“Todo lo que hay que saber del negocio musical” es un título sin duda muy contundente… ¿A quién va dirigido este libro?
El titulo fue una decisión de la editorial, yo no creo que nadie sepa todo sobre nada, pero he de reconocer que ha funcionado muy bien porque es directo y no llama a engaños.
En los últimos años hablar de la crisis de la industria musical es una constante y a la vez, es el momento en que más música se publica… ¿Qué encontrarán los nuevos músicos y compositores en su libro que les resultará útil?
La industria musical está en crisis desde el momento que intenta reproducir los modelos que le fueron validos durante 50 años en un escenario digital que no tiene nada que ver con la era analógica en que nació. Los nuevos músicos encontrarán en este libro el abc de los temas que les serán de ayuda en su carrera de manera clara y amena.
¿Cómo surgió la idea de elaborar este libro… por iniciativa propia o por que gente del mundillo musical le propuso que algo así llenaría un hueco necesario?
En países como Inglaterra, Alemania y los USA desde hace muchos años existen libros dedicados a lo que llaman “music business”, pero en España no existían hasta hace poco. Ese vacío me animó a escribir y compilar toda la información que disponía proveniente de mi actividad profesional (26 años como editor musical en TV3) y de las conferencias que he realizado. Lo que me vino a la cabeza fue: como es posible que no exista este tipo de libros en nuestro país? con la polémica que hay sobre el Canon, por ejemplo. Afortunadamente hoy existe una cierta bibliografía sobre este apasionante tema, incluso la SGAE ha publicado alguno.
Nuestra publicación está especialmente orientada a los grupos y artistas independientes y no masivos… Sabemos que casi todos sueñan con vivir de la música… pero también que la práctica totalidad tiene asumido que la música difícilmente le dará ganancias en algún momento… ¿Cree usted que sabiéndose mover en la industria musical, con un referente como son las explicaciones de su libro, es posible convertir la música en algo rentable?
Este libro no pretende mostrar la formula del éxito, no es su función. Lo que si enseña es al artista que comienza (y los establecidos también) cuales son sus recursos para enfrentarse y sobrevivir en la jungla del llamado negocio musical o “music business” dónde todos (incluidos los grandes) hemos aprendido de nuestros propios errores.
Hasta hace unos años ciertos grupos triunfan en la música a lo grande… hacían grandes fortunas con cierta facilidad y rapidez. ¿Piensa que llegaremos próximamente a un equilibrio donde los músicos puedan llegar a vivir con dignidad de su arte… sin grandes fortunas, pero tampoco sin penurias…?
Los grandes triunfan, pero también pierden. Al fin y al cabo los negocios son despiadados como dice el gran Van Morrison. Muy pocos saben que Michael Jackson ha perdido los derechos de los Beatles a favor de Sony Music debido a la deuda que arrastraba con la discográfica por los elevados costes de producción de sus discos y videoclips. Probablemente por eso se ha embarcado en una serie mastodontica de actuaciones, necesita “cash”, todo esta relacionado. No tengo una bola de cristal y no puedo adivinar el futuro, pero soy de los utópicos que creen que los artistas, músicos, compositores, autores, etc. son currantes y deben ganarse la vida con toda dignidad por el trabajo que desarrollan. No olvidemos que todo el andamiaje del tan cacareado music Business se vendría abajo sin ellos.
Internet y las nuevas tecnologías han dado un vuelco a muchas cosas y sin duda la industria musical se ha visto muy afectada… ¿Cree que las discográficas tradicionales sabrán finalmente reconvertirse o que a medio plazo habrán desaparecido?
Todo empezó con el caso Napster, un genio de 21 años descubrió la formula del P2P. Las discográficas respondieron con demandas masivas y estuvieron perdiendo el tiempo durante dos años, hasta que que se impuso el sentido común: el grupo BMG compró Napster. Desde entonces ha llovido mucho y la industria ha aprendido a base de golpes. El futuro no es nada halagüeño para ellos, las fusiones y despidos masivos, están a la orden del día y como siempre el coste humano es tremendo. Muchos sellos han desaparecido y otros se han vendido a multinacionales que nada tienen que ver con la música.
¿Qué opina de nuevos servicios, como Spotity, que ofrecen una gran cantidad de música gratis en streaming a cambio de escuchar algunas cuñas publicitarias?
Es chocante escuchar 10 segundos de un anuncio de seguros delante de una canción, me recuerda a la radio. Spotify es un buen servicio con un “streamming” inmediato, parece I Tunes pero gratis. Es una formula más.
Con las nuevas licencias Copyleft, y similares, y con muchísima gente dispuesta a distribuir gratuitamente su música en Internet… ¿Cuál cree usted que será el papel de las sociedades de autores, como la SGAE, en los próximos años?
Creo que se están perfilando dos grandes escenarios a nivel mundial. Los defensores del Copyright, entre ellos la SGAE y los propietarios del repertorio favorecido, defensores del orden establecido, y por otro lado el mundo emergente del Copyleft que propugna una nueva filosofía de difusión de los derechos de autor (distribución gratuita de las canciones a excepción de la explotación económica, etc) Un escenario es mas rígido y el otro mas flexible. El conflicto que se puede plantear para un artista que alcance el éxito es: Puedo abandonar el Copyleft ahora y abrazar el Copyright porque me conviene?
En concreto la SGAE se ha ganado una pésima imagen y carece de la simpatía tanto del público en general como de gran parte de los músicos y compositores, al menos en el ámbito independiente y underground… ¿Qué cree usted que debiera plantearse la SGAE para superar esa pésima imagen?
El problema eterno de la SGAE es que no ha sabido transmitir nunca la imagen adecuada a la sociedad. Sus campañas con personajes exitosos han sido nefastas, Alejandro Sanz por ejemplo (pobre chico rico que le piratean). O la de comparar el sexo con el top manta (que absurdo!) por citar otra. Todas estas campañas han producido el efecto contrario entre el publico a pesar de que el horno no está para bollos. Pero ellos continúan con mas de los mismo. Creo que la SGAE debería fijarse mas en las escuelas de música , en la formación, en lo duro que es empezar a ser interprete o autor. En fin mirar más a la base y dejarse de tonterías. A fin y al cabo los jóvenes son nuestro futuro.
Y respecto a las licencias GNU, Creative Commons o contratos con espíritu similar, como Coloriuris, ¿qué opinión le merecen?
Me parecen bien, creo que es una cuestión de filosofía personal. Es asumir que el mundo del copyright te lo va a poner muy difícil y tirar adelante.
La Unión Europea ha debatido sobre la posible ampliación del copyright en las grabaciones… ¿Cree usted que esa ampliación es necesaria?
Creo que la posible ampliación obedece a mantener unos privilegios básicamente a unas cuantas multinacionales y que en el fondo los interpretes ni se enteran ni reciben nada a cambio. Pienso que los actuales 50 años de protección son suficientes.
En la música moderna el sampler es uno de los recursos más habituales y mientras que en Estados Unidos y otros países su uso está muy formalizado en España no es así… el planteamiento teórico de la SGAE es tajante, pero en la práctica muchos artistas samplean sin permiso… ¿Qué opinión tiene sobre el uso de los samplers? ¿Cree que un sampleador también puede ser un artista?
Estoy convencido que un “sampleador” es un artista por definición. La cuestión es tratar adecuadamente el conflicto de intereses que su actividad conlleva.
¿Tiene nuevos proyectos editoriales?
Tengo escrito un libro sobre como utilizar la música en los medios audiovisuales, cine, publicidad, televisión… pero desde el punto de vista creativo. Es decir, porque la canción “Ansiedad” de Nat King Cole, actúa de percutor emocional en la película “Deseando Amar” de Wong Kar Wei ¿. O porque motivos Francis Ford Coppola utilizó la canción “The End” de los Doors en el inicio del film “Apocalypsis Now”? Existe un lenguaje oculto que relaciona la imagen con la música que pocos directores conocen y el público todavía menos. De momento busco editor y estoy abierto a propuestas.
¿Le gustaría añadir algo más para nuestros lectores?
La cosa es muy sencilla, me gusta la música.
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 24 (sección: Entrevistas).
Be the first to comment