Ha publicado un nuevo libro, en e el que ofrece un estudio sobre la importancia de la música en nuestra vidas y como se puede utilizar para potenciar las producciones de radio, televisión y teatro.
Josep M. Romero Fillat trabaja en el departamento de montaje musical de TV3 y Canal 33 desde principios de los años 80, participando en la realización de las bandas sonoras de gran cantidad de programas y en la organización del archivo multimedia de la institución.
Previamente estudió en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona.
En el año 2008 publicó el libro “Todo lo que hay que saber del negocio musical”, una obra en la que describía en detalle los entresijos de la industria musical, con información muy útil para compositores, músicos y creadores en general. De este libro se hicieron dos ediciones, una en castellano y otra en catalán (“Tot el que cal saber del negoci musical “).
Ahora tiene muy reciente la publicación de un nueva obra, “M de música, del oído a la alquimia emocional”, en la que hace un repaso a la música como fenómeno artístico y emocional, para después centrarse en su uso en el ámbito del cine, el teatro y la televisión.
Con motivo de la publicación de este libro, le hemos realizado la siguiente entrevista:
En la entrevista que te hicimos en el año 2009, cuando publicaste “Todo lo que hay que saber del negocio musical”, ya nos hablabas de un proyecto de libro sobre el uso creativo de la música en los ámbitos audiovisuales… Idea que vemos reflejada en el nuevo libro… ¿Cuándo empezaste a trabajar “en serio” en el nuevo libro?
Comencé a escribirlo justo hace un año durante unos días en Menorca. El detonante fue la película “M el vampiro de Dusseldorf” de Fritz Lang rodada en 1931. Me di cuenta que el film expresaba claramente el concepto del secuestro emocional por parte de la música que abordo en el libro. Recomiendo la película a todo el mundo ya que es un clásico del cine europeo rodada en Alemania durante un periodo muy difícil.
Percibimos que la idea inicial evolucionó, porque en el libro identificamos dos partes diferenciadas… una sobre la música, como “fenómeno”, y otra sobre su uso en el ámbito audiovisual… Además la primera parte es la que se refleja en el título… ¿Cómo fueron surgiendo estas dos partes? ¿Pensaste en algún momento en hacer dos libros?
El planteamiento es que una parte sea consecuencia de la otra, es decir en la primera se establece el estudio de los mecanismos de como actúan por ejemplo los códigos musicales heredados en nuestra mente desde hace mas de 400 años, o como nos abordan los llamados “gusanos del oído” cuando una canción se nos pega en la cabeza por ejemplo, y otra parte que describe como a partir de tales conocimientos la utilización de la música es aplicada en el cine, la radio, la televisión y en otros ámbitos de nuestra vida, algunos de ellos sorprendentes.
En los primeros capítulos queda clara la importancia que tiene la música para el ser humano… ¿Qué lugar cree que debería tener la música dentro del sistema educativo de nuestro país?
Como dice el filósofo, la música es la única cosa intangible real que cohesiona nuestras vidas, por lo tanto su estudio y práctica debería ser un objetivo básico en nuestro sistema educativo.
¿Aconsejaría a los padres que complementaran la formación de los niños con estudios musicales? ¿Le daría una importancia especial por encima de otras posibles actividades extraescolares?
No quiero cargar a los padres con más obligaciones de las que ya tienen, pero si les diría que propongan a sus hijos la posibilidad de estudiar música. Descubrirán que aparte de ser músico se pueden encontrar otros trabajos relacionados con la música.
En los capítulos dedicados al cine, teatro… se percibe su amplia experiencia profesional en ese ámbito… ¿Qué es lo más bonito de su oficio?
Trabajo en televisión desde hace mucho tiempo y cuando he de explicar qué tipo de trabajo hago la gran mayoría de gente alucina cuando les explico en que consiste el trabajo de montador musical. Lo mejor del oficio es que te traigan reportajes de lo más variado, desde exposiciones de pintura barroca a arte contemporáneo, buscar la música, editarla y enviarla por la red a cualquier lugar en cuestión de minutos. Actualmente trabajo en informativos donde todo ha de ser bueno y sobretodo rápido.
Y supongo que también tiene partes duras o desagradables… ¿qué es lo peor?
Como todo en la vida la repetición trae consigo el aburrimiento. Por eso estoy contento de estar en informativos ya que el sistema de trabajo pone a prueba tus conocimientos y reflejos cada día, en definitiva te hace sentir vivo.
Los ejemplos que incluye en el libro son muy ilustrativos y he repasado escenas de películas después de leer algunos de ellos y mi percepción sobre ellas ha cambiado y se ha hecho más profunda, si bien en los ejemplos de televisión hace alusión a casos concretos en los que ha trabajado, algo que resulta muy útil, pues describe al detalle esos casos… Pero son ejemplos de la televisión catalana y fuera de esta comunidad no tienen el gancho del recuerdo que seguramente tienen para los lectores de allí… ¿Valoró el incluir también ejemplos ajenos para excitar el recuerdo de los lectores de otras zonas?
En el libro he intentado ofrecer una visión de cómo se utiliza la música en películas, series y programas de radio que va del ámbito global (USA, UK, Alemania, China…) al ámbito local, básicamente Barcelona. Naturalmente contiene programas de la televisión catalana porque es donde he trabajado durante años y he sido muy consciente que el publico de otros lugares no los conoce. No obstante el drama y el conflicto humano ya se representaban en la antigua Grecia y hoy en día esos contenidos son iguales en todos los lugares, así que un lector de Méjico por ejemplo, se puede ver identificado con una comedia hecha en Barcelona, eso es lo bueno de la cultura global.
Sin duda la parte que más páginas se lleva es la destinada al uso en el ámbito audiovisual. Y es una parte con mucha información, en muchas ocasiones bastante profunda, aunque tiene un carácter divulgativo y es accesible para el público en general. ¿Ha pensado en hacer un nuevo libro de carácter didáctico, en el que profundicen en todas esas técnicas, y esté destinado a profesionales del sector?
Como explico en el libro a veces los directores y productores cinematográficos más profesionales han aprendido las técnicas del “scoring musical” no en escuelas ni universidades sino en la pura observación. En este libro he intentado plasmar mi experiencia con la utilización de la música en el audiovisual y pienso que este conocimiento ha de estar disponible para quien quiera saber, sea profesional o no.
¿Qué actividades profesionales desarrolla en la actualidad?
Actualmente estoy haciendo el montaje musical de un documental sobre un niño llamado Soufian al que le faltan las piernas y quiere dedicarse al baloncesto. El documental en formato de 45 minutos transmite el espíritu de superación sin caer en ningún momento en la contemplación de la pena tan en boga desgraciadamente en la televisión actual.
¿A qué personas aconsejaría especialmente la lectura de su nuevo libro?
A los músicos, estudiantes del audiovisual, realizadores, productores, montadores y en general a todo aquel que este interesado en la magia del sonido y la música.
¿Tiene proyectado algún nuevo libro?
Estoy trabajando en el embrión de un nuevo ensayo que abordará la historia de los medios audiovisuales desde una óptica critica. Vivimos en un periodo en que más acceso a la información no significa mayor dirección hacia la verdad. Un jerarca nazi dijo en su día que “una mentira repetida 100 veces acaba siendo verdad”. Mi idea es que el libro presente una visión analítica con los medios de comunicación.
¿Le gustaría añadir algo más para nuestros lectores?
Invito a los lectores de La Factoria del Ritmo a hacerme llegar sus comentarios a unromero@hotmail.com
Este artículo fue publicado originalmente en La Factoría del Ritmo Número 25 (sección: Entrevistas).
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